Economía

El gobierno se "rinde" ante el dólar paralelo a 14 años del control de cambio

La economía venezolana muestra graves desequilibrios macroeconómicos generados por el extenso período de los controles de cambio y de precios instaurado desde 2003 por el chavismo. Ante la crisis actual, el gobierno se hace de la "vista gorda" con algunas operaciones en dólares que se transan hoy en el país y se ha visto obligado a abrir ventanas para la compra y venta de divisas.

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Dólares
FOTO: ARCHIVO | AP

Venezuela cumple este 5 de febrero 14 años de control de cambio, el período más largo en la historia económica del país. Luego de una estricta política cambiaria impuesta por el chavismo, el propio gobierno flexibiliza ciertas operaciones bolívar-dólar para intentar solucionar algunas distorsiones generadas por el mecanismo de administración de divisas. Sin embargo, para el Ejecutivo las acciones que ejecuta en esta materia van destinadas a acabar con las mafias que han «perforado» los controles.

Esta política económica cuyo motivo inicial fue la defensa del valor de la moneda local, luego de una importante fuga de capitales generada por la inestabilidad que se creó desde el paro petrolero de finales de 2002 y comienzos de 2003, tomó luego motivaciones políticas, según lo señalado en varias oportunidades por los propios voceros del gobierno.

Ahora el Ejecutivo trata de crear mecanismos de manera «casi desesperada» para paliar la escasez de dólares, debido a la caída de los ingresos provenientes de la exportación y de la carencia de fondos de ahorros para atender las épocas de «vacas flacas».

Durante los últimos años, ha tenido que autorizar nuevamente mecanismos de compra-venta de divisas a las casas de cambio en todo el país y en la frontera, al igual que a los bancos, a las automotrices y a los concesionarios; así como a las estaciones de gasolina internacionales. Pero también se ha hecho de la «vista gorda» ante transacciones en moneda extranjera en el sector inmobiliario (tanto venta como alquileres), joyerías, telefonía móvil y hasta carros en el mercado secundario.

También ha permitido que empresarios importen con dólares propios a una tasa de cambio paralelo, con lo cual se ha inundado el mercado interno de productos importados a precios exorbitantes, imposibles de pagar por un trabajador que devengue un salario mínimo.

A juicio de la economista Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera, el hecho de que se estén realizando progresivamente más operaciones dolarizadas en Venezuela, ya sea en dólares o en bolívares con referencia al precio del dólar, obedece a la existencia de un esquema cambiario nada transparente, ni formal ni flexible.

«No creo en un proceso de reflexión de los que tienen las decisiones de la política cambiaria. Creo que cuando se llega a puntos críticos sin precedentes de escasez e inflación, se produce esta especie de permisividad o de volteo hacia otro lado, para permitir que se realicen ciertas operaciones», dijo.

Durante estos 14 años se han registrado seis devaluaciones de la tasa oficial, se han decretado 36 convenios cambiarios y se han creado diversos esquemas: bonos cambiarios del Banco Central de Venezuela, títulos de deuda en divisas de la República y de Pdvsa (que derivó en el mercado permuta), el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), el Sistema Complementario de Divisas (Sicad 1), el Sistema Alternativo de Divisas (Sicad 2) y el Sistema Marginal de Divisas (Simadi).

¿El resultado? El fracaso de cada uno de los sistemas para proveer de divisas al sector privado, una caída en el desembolso de las liquidaciones y un dólar más caro para el empresariado y para las personas naturales (cupo para viajes), una fuga de capitales por más de $158.000 millones, además de montos significativos en sobrefacturación y una serie de irregularidades cambiarias. Vale recordar, la denuncia del ex ministro de Planificación, Jorge Giordani, por la desaparición de $25.000 millones de Cadivi y de las llamadas «empresas de maletín» que fueron investigadas por la Fiscalía General de la República pero de las cuales nunca se supo sus nombres.

devaluaciones

A pesar de ello, el gobierno del presidente Nicolás Maduro se niega a levantar totalmente la política de controles y, ha incluido varios mecanismos para sortear la crisis por la escasez de dólares.

Para el economista Tony Boza, los gobiernos tienen el derecho de establecer mecanismos de control sobre las divisas. No obstante, admite que en el país el control de cambio no ha funcionado pero no por razones internas, sino «por intervenciones foráneas a través de una descarada y permanente intervención del gobierno colombiano. El gobierno venezolano más bien tardó mucho en reaccionar con suficiente fuerza para detenerlo (…) Además el sector privado nacional y un parque industrial que no produce porque es parasitario, dice que el Estado es ineficiente cuando el único que produce divisas en el país es el sector público».

El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, sostiene que el control de cambio se ha mantenido durante todos estos años bajo la lógica de contener la inflación y garantizar el acceso de la población a los productos básicos a un precio justo; sin embargo, hoy, más que nunca -señala- esta premisa ha perdido sustento en el discurso oficialista ante la escalada de la inflación. Adicionalmente, el Ejecutivo tampoco ha visto beneficios fiscales asociados a la fuerte devaluación de facto que se ha llevado a cabo en la economía interna.

«La distorsión entre los tipos de cambio en los que opera la economía y el sector público ha venido limitando los ingresos fiscales y, por ende, ensanchando el déficit fiscal e incrementando el financiamiento monetario», resaltó en un informe.

Para este año, el país está a la espera de si finalmente el gobierno ejecuta modificaciones a la política cambiaria. El presidente Maduro dijo recientemente que para este año prevén ejecutar acciones para «hacer más eficiente el sistema de administración de divisas».

Oliveros considera que de darse un cambio en el rumbo de la política económica, en un posible escenario de coalición chavismo-oposición, el sistema cambiario más probable a implementar sería un sistema dual con una legalización del paralelo.

Boza afirma que quienes piden liberar la tasa de cambio, es para que «todos esos capitales que tienen se dolaricen a los valores especulativos. El control de cambio en este país es estrictamente necesario, la política es correcta, lo que no está es bien instrumentada. No se deben dar dólares a los que trafican con las divisas, el gobierno tiene la responsabilidad también de colocar más controles, el 97% de los dólares los produce el gobierno entonces tiene que tener más cuidado a quién le entrega los dólares».

Para el economista, muchas de las leyes de la economía no funcionan, y que en Venezuela lo que ha sucedido «es un desfalco a la Nación. El precio del dólar paralelo es ficticio, no tiene ninguna racionalidad económica. Sea cual sea el precio que se coloque la tasa oficial, el paralelo va a seguir subiendo hasta donde ellos quieran».

La directora de Sintesis Financiera, Tamara Herrera, acota que el control de cambio con este gobierno «existirá siempre, lo que puede ocurrir es que haya atisbo de flexibilizaciones incompletas, imparciales, poco claras, incoherentes o no correspondidas con la realidad económica», por lo que al final fracasan.

Info Linea de tiempo control de cambio-01 (3)

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