Economía

Aseguran que Venezuela pagará bonos de deuda este año, pero la duda está en 2018

Los economistas José Gonzáles y César Aristimuño coinciden en que el modelo económico venezolano hizo aguas y que, si no se promueven cambios de forma y de fondo, los venezolanos serán cada día más pobres.

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Foto: AP

“Venezuela transita por un episodio de economía de guerra cuando no ha estado en conflagración alguna”, reflexiona Gonzales, de GCG Advisors, de Nueva York.
Sus indicadores macroeconómicos dan cuenta de que el PIB de los últimos cuatro años ha caído más de 30%. Experiencias como la gran recesión de los Estados Unidos en los años 20 arrojaron datos de contracción de entre 26 y 30%, mientras que en la conflagración en Ucrania, el PIB se contrajo en 26%.
En este contexto de opacidad en el manejo de la información oficial, en plena sequía cambiaria y con las sanciones del gobierno de Donald Trump contra el de Nicolás Maduro, trabajan analistas financieros nacionales e internacionales.
Es el caso del economista peruano-venezolano, José Gonzales, quien expresó ante una audiencia empresarial que “Venezuela enfrenta la peor crisis económica e institucional de su historia, producto del desgaste del modelo de controles e intervenciones que se ha impuesto en los últimos años (…) Venezuela va contra la corriente, pues en la economía internacional la inflación es cosa del pasado”.
Durante su participación en el foro “Venezuela ante la encrucijada económica, financiera y electoral”, organizado por la firma Aristimuño, Herrera y Asociados,  Gonzáles, asegura que la economía venezolana de 2017 tiene un valor de 125.000 millones de dólares, cuando en 2008 era de 400.000 millones; «se ha perdido un tercio del PIB en menos de 10 años, esto no tiene precedente en el mundo”.
Estima que para el cierre de 2017 la inflación en el país será del 1.600%. “(…) Pasamos de ser la nación más solvente del continente en 2008 a la más insolvente este año. El declive comenzó con la activación de los cinco motores de reactivación económica, impulsado por Hugo Chávez””, dijo.
Señala que Venezuela está perdiendo una enorme oportunidad de crecimiento y desarrollo pues, “en este momento, el futuro pertenece a las economías emergentes”.
Sostiene que si bien en algún momento se pensó que el modelo de inclusión tutelada de Hugo Chávez, y contemplaba poco crecimiento funcionaría, “estamos en un modelo de inclusión trunca, sencillamente no funcionó”.
Añade que a principios de 2017 había un consenso en los mercados mundiales sobre la cifra de contracción de la economía nacional, la cual sería “de entre 1,8% y 3%. El FMI y algunas empresas basadas en Nueva York señalan que ésta será entre 7% y 12%. Según avanza el año la contracción se ha agudizado”.
– Proyecciones inciertas –
Aclara que la opacidad en el suministro de cifras, por parte del gobierno, genera confusión al momento de hacer proyecciones macro.
Sobre las obligaciones de la República con el pago de capital e intereses de la deuda, el analista financiero internacional cree que “en 2017 sí va a pagar a sus acreedores, en total son 9.752 millones de dólares que cancelará. La duda es si pagará en 2018 en donde habrá que erogar 8.018 millones de dólares. En el mundo, circula la percepción de que no hay fondos para afrontar estos pagos”.
En relación con la cesta de monedas que propone el gobierno como alternativa al dólar, José Gonzales piensa que “es una tendencia global que se trabaje con monedas alternas, el Fondo Monetario Internacional ya ha incluido al yuan como parte de negociaciones internacionales. No obstante, el dólar es la referencia mundial en las negociaciones y la moneda de los Estados Unidos sigue teniendo particular primacía por un tema de convertibilidad. Quien quiera integrarse al mercado internacional debe hacerlo en dólares, sin dudas”.
Admite Gonzales que las sanciones del gobierno de Donald Trump en contra de Maduro sí están impactando la economía nacional. “Se ha impuesto una política desde sectores conservadores del partido Republicano de los Estados Unidos, especialmente con el estado de la Florida. Esto hace que el margen de negociación del gobierno con el mundo se complique y se imposibilite en algunos casos”.
No descartó sanciones de Europa a funcionarios del gobierno, lo cual complicaría mucho más el cuadro institucional en el país.
– Salvavidas chino –
Para César Aristimuño, analista de riesgo bancario, “mucha gente en el país tiene ahorros en bonos de Pdvsa y la actual situación de insolvencia de la petrolera preocupa en demasía. En 2017 quedan por cancelar unos 2.986 millones de dólares de Pdvsa y unos 900 millones en bonos soberanos. Este año habrá 9.750 millones de dólares de vencimiento y sí se va pagar. El gobierno está consciente de que debe hacerlo”.
Para 2018, Aristimuño considera que si el gobierno se entrampa y no paga, China va a salir en su auxilio y va a aportar recursos al gobierno.
Asegura que “el cóctel de caja de Pdvsa es muy riesgoso y peligroso, no hay recursos para asumir compromisos en 2018. Para ese año hay menos carga financiera para los pagos, unos 1.800 millones de dólares menos que en 2017”.
Vaticinó que en los mercados mundiales, “hay dudas en si se pagara en el tramo correspondiente a octubre de 2018. El pago del bono 27, reciente, fue muy traumático pues se hizo en el contexto de las sanciones de Estados Unidos a Venezuela. Ya (el embargo) comienza a permear en la estructura financiera de la República”.
“La cesta petrolera venezolana estará 10 dólares más cara que lo reportado en 2016, eso significa que habrá ente siete y ocho mil millones de dólares más en la caja de la República. Pero el gran problema es la producción de crudo, la cual ha declinado notablemente. Entre 2008 y 2017 Pdvsa dejó de producir unos 570.000 barriles por día; ese es el problema de fondo”.
Explica que hasta este mes la petrolera estatal produce apenas un millón 918 mil barriles de crudo. “Si esto no hubiese pasado, quizá no se estaría analizando la posibilidad de default y el desabastecimiento no sería tan notable”.
De esta cifra, 700 mil barriles se los llevan China, Rusia y Petrocaribe. “Es para pagar deudas y ampliar una línea de crédito a naciones amigas de Maduro en el Caribe, con el dinero que derive de esa producción no se cuenta”, precisa Aristumuño.
Hay 491 mil barriles destinados al consumo interno, lo que genera pérdidas para Pdvsa, con los costos de la gasolina altamente subsidiados. “Lo que queda, unos 800 mil barriles, es la caja de la República y 700 mil van a Estados Unidos, en un contexto de sanciones internacionales, esta compra está en riesgo en estos momentos”.
Calcula que la inflación para 2017 será de 1.237%, “entrando en hiperinflación”, advierte y el dólar paralelo estará en Bs 31.000 por dólar, en tanto que para 2018 se ubicaría en Bs 217.000 por cada divisa americana, en el escenario de que Maduro no haga cambios en el manejo de la economía nacional.]]>

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