El pasado 14 de octubre se presentaron los informes ante el TSJ y aún se desconoce cómo será la distribución de los recursos para cada ministerio y organismo estatal; así como para cada gobernación y alcaldía; cuánto se destinará para la salud, la educación, la seguridad personal y para infraestructura, entre otros.
Tampoco se conocen las premisas macroeconómicas completas que indican las perspectivas del gobierno sobre cómo será el comportamiento de la economía en 2017, entre ellas el tipo de cambio, la inflación y el Producto Interno Bruto (PIB).
Hasta ahora solo se ha publicado en Gaceta Oficial la Ley de Endeudamiento 2017 y muchos se preguntan las razones del retraso para la publicación de la Ley de Presupuesto.
Esto se suma a la diatriba que generó el que por primera vez en la historia política y económica de Venezuela no se presentaran ambos instrumentos legales al Parlamento. Para muchos se perdió la posibilidad de una discusión más objetiva de las premisas del presupuesto, así como la posibilidad de mejorar sus lineamientos para adaptarlos a la realidad económica.
Con el informe de gasto también se establece cuánto y hacia dónde se destinan las inversiones y su distribución para cada actividad económica; además de cuánto son los gastos de funcionamiento, cuánto se irá para las misiones y demás programas sociales; así como en cuánto se fija los barriles de exportación petrolera, pero estas cifras tampoco las conoce aún la opinión pública.
Al presentarse la ley ante el TSJ se informó que el monto del gasto en 2017 asciende a 8 billones 479 mil 301 millones de bolívares y se basó en un precio del barril de petróleo en 30 dólares en promedio, además de los ingresos petroleros, de recaudación interna y de endeudamiento. Cifras insuficientes para realizar una evaluación completa del presupuesto.
Este desconocimiento de los detalles del informe de ingresos y gastos de la Nación para el próximo año, se suma a la opacidad y poca o nada información de las estadísticas oficiales. Ya culmina el mes de octubre y aún el Banco Central de Venezuela, el Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Finanzas no han publicado data significativa como la inflación, el resultado de la economía, el monto de las importaciones y exportaciones de 2016.
“Mientras el mundo avanza hacia una mayor transparencia en el manejo de los recursos públicos y del presupuesto en particular, Venezuela se hunde en el secretismo, aumentando los riesgos y las oportunidades de corrupción”, afirmó recientemente la organización no gubernamental Transparencia Venezuela.
El retraso en la publicación del presupuesto 2017 ocurre en un momento de tensión política, en la que el gobierno obstruyó la celebración de un referéndum revocatorio en contra del presidente Nicolás Maduro y de acciones de protestas como una huelga general por 12 horas y movilizaciones, una de ellas hasta el Palacio de Miraflores el 3 de noviembre, que persiguen el restablecimiento del orden constitucional
