Industria

Baja demanda obliga a las aerolíneas a evaluar sus operaciones en el país

El mercado venezolano se ha contraído tan drásticamente que a las aerolíneas internacionales se les agotan los incentivos para quedarse en el país. La salida de Lufthansa y Latam ha revivido un viejo dilema para estas empresas: aguantar o marcharse. 

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Ya no es solo la imposibilidad de repatriar sus ingresos, sino también el declive de la demanda de boletos internacionales lo que pone a las aerolíneas nuevamente en un punto decisivo. Aunque la mayoría ha mantenido su voluntad de permanecer en el mercado, reconocen que la recesión económica que vive el país los han obligado a replantearse la ruta.

«Todavía tenemos un vuelo diario pero la situación claramente se está deteriorando por segundos. Es un tema que analizamos muy seguido y si vemos que no hace sentido volar, pues lo haremos público», dijo Andrés Conesa, CEO de Aeroméxico, hace menos de una semana durante la Asamblea General de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

El discurso es similar al de otras aerolíneas. «Es un mercado (el venezolano) con el que estamos muy comprometidos, pero hay que reconocer que la situación en Venezuela en este momento está muy difícil», sostuvo Nicolás Ferri, vicepresidente de Delta para América Latina y el Caribe, en declaraciones reseñadas por el portal especializado SVZM Aero.

El mismo medio recoge lo dicho por Willie Walsh, CEO del grupo IAG, al cual pertenece Iberia: «Siendo realista, por el desplome del precio del petróleo, el país no tiene dólares. Entendemos el desafío y no es probable que cambie en el corto plazo, pero Venezuela ha sido históricamente un buen mercado para Iberia y seguiremos volando si tiene sentido comercial. Y, si no lo tiene, desafortunadamente tendremos que dejarlo».

En los últimos años, un total de 6 aerolíneas, de las 26 que operaban en 2013, han cesado sus operaciones en el país.

Las que quedan mantienen sus actividades al mínimo, reduciendo las frecuencias a la mitad con respecto a hace 3 años (con la excepción de Aeroméxico, que todavía cuenta con 7 vuelos semanales). Los obstáculos no han cesado, pues ya no se trata solo de un tema de deuda. La decisión de Pdvsa de cobrar a las aeronaves con matrícula extranjera el combustible en dólares acabó con uno de las pocas motivaciones para volar a Venezuela.

Ahora, el complicado acceso a los dólares para viajeros y la caída del poder adquisitivo de los venezolanos, en medio de una inflación que el Fondo Monetario Internacional estima en más de 700% al cierre de año, continúa cerrando las oportunidades de negocio. De acuerdo con las cifras de la Asociación de Líneas Aéreas Venezolanas (ALAV), citadas por SVZM Aero, la disminución de la demanda es de aproximadamente 45%.

Las cifras de emisión de boletos reflejan una realidad similar: la caída para los operadores nacionales ha sido de 35% en lo que va de año.

– Ofertas forzadas –

Los vacíos que dejaron las aerolíneas internacionales, con la disminución de vuelos y la venta de boletos exclusivamente en dólares, fueron llenados parcialmente por las empresas nacionales de transporte, que recurrieron a distintos modelos de negocios para ampliar la oferta de asientos al exterior y así compensar las pérdidas generadas por la regulación de precios de la boletería interna.

Sin embargo, la internacionalización que viven las aerolíneas venezolanas pegó un frenazo este año, pues la demanda también ha caído en bolívares. Fuentes de la industria confirmaron a El Estímulo que las empresas locales están revaluando sus rutas y, en algunos casos, considerando eliminar algunas conexiones.

La situación se hace evidente debido al auge de las ofertas en bolívares. Laser Airlines, por ejemplo, ofrece pasajes a República Dominicana a partir de Bs 65.000 y para Aruba desde Bs 60.000.

Rutaca también lanzó una oferta de Bs 53.001 para volar a Curazao en junio y Aruba Airlines publicó una promoción también desde Bs 60.000 para viajar a la isla caribeña.

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