Economía

Baja ocupación amenaza temporada de Carnaval

A dos semanas de iniciarse el asueto, en la isla de Margarita, principal polo recreacional del país, los operadores creen que a duras penas se alcanzará un 22% de ocupación hotelera.

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Foto: Venetur

Operadores turísticos prevén que para el cercano asueto pudiera repetirse el negativo resultado que padeció el sector el año pasado, cuando las principales temporadas vacacionales cerraron con un retroceso de 50% en lo que respecta a ocupación hotelera y un porcentaje mayor en otros servicios.

“Si bien es cierto que algunas zonas del país han comenzado a tener cierto repunte en los últimos días, creemos que el comportamiento va a ser parecido al del año pasado por la difícil situación que atraviesa el país”, señaló José Yapur, presidente del Consejo Superior de Turismo (Conseturismo).

Aun cuando precisa que todavía es temprano para tener una estadística certera sobre el desenvolvimiento de la temporada, Yapur señala que ya desde la temporada carnavalesca de 2015 se comenzó a percibir un fuerte declive que condujo a que el sector cerrara 2016 con una contracción de 50% en lo que respecta a camas ocupadas y de 55% en la utilización de servicios de esparcimiento y recreación.

“Eso quiere decir que en realidad la ocupación hotelera estuvo el año pasado alrededor de 30%, y eso es muy grave”, dijo el vocero de Conseturismo, insistiendo en que los usuarios están dando prioridad a gastos esenciales como alimentación y medicina que al esparcimiento debido a la contracción de la economía.

Yapur aclara que aun cuando el desplazamiento interno de personas se haya mantenido e incluso pueda aumentar, eso no significa que la industria turística se vea beneficiada.

“La gente está utilizando menos los servicios. Unos años atrás la ocupación hotelera promedio por temporada vacacional era de cinco noches y en diciembre pasado apenas alcanzó a 2,5 noches. En sus mejores momentos se llegó a tener 70% de ocupación promedio”, acotó.

José Antonio Núñez, presidente de la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela (Fenahoven), ratifica la opinión de Yapur, y aun cuando no dispone de una cuantificación específica sobre el promedio de ocupación hasta el momento, asegura que para nada corresponde a las mejores épocas.

“Las reservaciones no han llegado a lo que teníamos en años anteriores, incluso el año pasado que fue bastante bajo”, dijo, recordando que el promedio nacional para carnavales de 2016 estuvo por debajo de 50%, con una incidencia del no show (reservaciones que no se concretan) de entre 10% y 11%.

Tras recordar que el grueso de la ocupación en las cerca de 120.000 habitaciones disponibles en el país corresponde al sector corporativo, el presidente de Fenahoven dijo que solo algunos hoteles puntuales en las islas de Margarita y Coche, así como alguno en Puerto La Cruz, pueden tener una ocupación aceptable. “Pero son casos puntuales. El grueso está por debajo de lo habitual”, reiteró.

Cabe recordar que según estimaciones del sector, un hotel mantiene su rentabilidad cuando la ocupación promedio alcanza 45%, lo que significa que en muchos casos los dueños (particulares o corporaciones) están sufragando el sostenimiento de los locales.

En cuanto a los destinos más afectados, José Yapur señala que los lugares más alejados de los grandes centros urbanos son los que llevan la peor parte, en buena medida porque se han reducido drásticamente los vuelos hacia destinos como la Gran Sabana o Mérida.

Sobre este último lugar, José Núñez recuerda que hay ciertas expectativas por la entrada en funcionamiento del teleférico, aun cuando señaló que en diciembre pasado, cuando la principal atracción de la ciudad ya prestaba servicios, la ocupación solo alcanzó 49%.

A los problemas antes mencionados los voceros añaden otros factores como las difíciles condiciones para el traslado por vía terrestre por las malas condiciones de las vías, la escasez de insumos básicos, deficiencia de los servicios y la inseguridad.

– Pocos asientos –

Desde la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), la visión tampoco es muy optimista. “Las expectativas son muy bajas porque ha venido decreciendo la venta de paquetes y la reservas de boletos aéreos”, señala su presidente Dante Salvatorelli, quien asegura que la situación económica obliga a las personas a repensar las posibilidades de vacacionar.

Además de la crisis, Avavit identifica como otro gran obstáculo que atenta contra el repunte del turismo la escasa conectividad que existe en el país, en especial por vía aérea. “Son muy pocos los vuelos y la disponibilidad de asientos ha caído a la mitad, lo que dificulta el traslado”, dice.

Recuerda que la totalidad de las aerolíneas tenían entre cuatro y cinco vuelos diarios en la ruta Caracas – Porlamar, frecuencia que ha caído a dos o menos, lo que impide conseguir un pasaje para disfrutar del destino turístico por excelencia de Venezuela.

Al respecto, la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV), ha señalado que en efecto la flota nacional se ha reducido. La paralización de muchas aeronaves por falta de repuestos, la imposibilidad de cubrir los costos de mantenimiento por la regulación de las tarifas, y el incremento de los aviones dedicados a cubrir rutas internacionales, figuran entre los factores que ha provocado esta reducción de la disponibilidad de asientos.

Salvatorelli también señala que el mal estado de las carreteras y autopistas, aunado a la creciente inseguridad, son otros factores que atentan contra el sector. “La gente no se atreve a hacer un viaje largo por el mal estado de las vías y la falta de repuestos para reparar sus vehículos en caso de una avería”, acota.

– Margarita es una lágrima – 

“No estamos ante una situación caótica pero sí muy difícil”, dice Igor Viloria, presidente de la Cámara de Turismo del estado Nueva Esparta (Ctene), quien afirma que recuerda que así como otros puntos del país, Margarita ya no ofrece las grandes paradas (desfiles) de carnaval del pasado, lo que sin duda era un gran atractivo para propios y extranjeros.

De allí que a tan solo dos semanas para la zafra el caudal de reservaciones hoteleras apenas alcanza a 12%, por lo que prevé que a duras penas se pueda alcanzar entre 20% y 22% de lleno en habitaciones.

Esto significaría una caída de 50% frente a los datos del carnaval del 2016, cuando la ocupación alcanzó entre 43% y 44% de la disponibilidad. “Llegamos a tener hasta 90% de ocupación pero eso ya no así”, comenta.

No obstante, el presidente de Ctne deja por sentado lo que ha sido una constante para el sector: los turistas nacionales dejan todo para última hora. “Todos dejan para último momento el viaje a la espera de que no pase ningún imprevisto, así que tenemos esperanzas de que la situación mejore cerca de la temporada”, acota.

Para Viloria, el mayor freno se relaciona con las fallas de transporte aéreo. “Hay menos vuelos y no muchos incentivos para que las líneas aéreas los incrementen”, comenta, en referencia a la regulación de las tarifas en niveles que no ofrecen rentabilidad alguna para las empresas de transporte.

Tras señalar que mientras un boleto normal cuesta Bs 14.000, un asiento en un vuelo chárter puede costar cerca de Bs 50.000- “Es un costo muy elevado y eso no beneficia sino al operador del chárter y no al transporte en general. Así es imposible aumentar la oferta de pasajes”, dice.

Las esperanzas para la región insular quedan entonces supeditadas a una posible mejora para la temporada de Semana Santa, así como en un turismo enfocado en acontecimientos puntuales como congresos, eventos deportivos y la feligresía que cada septiembre va a celebrar las festividades de la Virgen de El Valle.

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