El Banco de Inglaterra mantuvo las tasas de interés sin cambios y se abstuvo de inyectar más dinero en la economía el jueves, pese a las preocupaciones sobre el impacto económico de la decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea.
La decisión fue una sorpresa, ya que la mayoría de los economistas esperaban que el banco central redujera su tasa de interés desde el mínimo de 0,5% para reforzar la economía.
El Comité de Política Monetaria del banco también decidió mantener sin cambios su programa de compra de activos en 375 millones de libras. El comité de nueve miembros sí insinuó que podría suavizar su política en agosto, cuando tendrá nuevas previsiones sobre la situación de la economía británica.
«El volumen y naturaleza precisos de cualquier medida de estímulo se determinará durante la ronda de Informe de Inflación y previsión de agosto», indicó el organismo en un comunicado el jueves.
La pandemia del coronavirus y los daños colaterales del Brexit, con la falta de suficientes choferes con visa, se juntan para atizar la escasez de gasolina y diésel. La situación recuerda a los años 1970, cuando la crisis energética obligó a racionar el carburante y a reducir la semana de trabajo a tres días.
Argumentando que existe en el país "una emergencia humanitaria", el Gobierno de Maduro asegura que necesita los fondos para combatir la pandemia de coronavirus. Por su parte, la oposición afirma temer que el dinero sirva para reprimir a la población o llenar los bolsillos de un régimen que califica de "cleptócrata"
Esta semana un juez británico tiene la responsabilidad de elegir el destino del oro venezolano guardado en el Banco de Inglaterra. Mientras Maduro asegura que será utilizado para la lucha contra el COVID-19, Guaidó señala que el oro de debe salvaguardar de un "régimen cleptócrata"
