Brasil renunció a su meta de buscar un superávit presupuestario primario para este año y en su lugar registrará un déficit de 70.000 millones de reales ($18.000 millones), en medio de una crisis política y económica cada vez más fuerte.
Una fuente con un alto cargo en el Gobierno, que prefirió mantenerse en el anonimato, dijo el jueves a Reuters que el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff se está preparando para enviar al Congreso la nueva proyección del exceso de gastos sobre ingresos excluyendo el pago de deuda.
Cerca de 50.000 millones de reales se atribuirán a una fuerte caída de los ingresos recurrentes, con la recaudación tributaria que se desplomó como consecuencia de la peor recesión del país en 25 años, reseñó la agencia.
La fuente agregó que el resto se derivará de la contabilidad de deudas que el Gobierno tiene con bancos estatales y que están atrasadas. Otros dos funcionarios dijeron que la estimación para ese último ítem podría ser de hasta 35.000 millones de reales.
Este mes la Corte Federal de Cuentas de Brasil dictaminó que Rousseff manipuló el presupuesto del año pasado al postergar los pagos a los bancos estatales, lo que ayudó a financiar el gasto social, una práctica prohibida por la Constitución.
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Vender otra vez electricidad a Brasil, como ofrece Nicolás Maduro en su reciente visita a Brasilia, es posible a pesar de los problemas en Venezuela. Lo que no puede hacer su régimen es enviar esa carga eléctrica al centro y occidente de Venezuela donde los apagones son constantes. Incluso, ni siquiera a Caracas, ciudad intocable, que día a día siente más el descalabro del sistema eléctrico.
Los inversores creen que la confianza en los activos brasileños se debilitarán, una confianza que se ha visto afectada por el temor a que Lula aumente el gasto público y deshaga las reformas más favorables para el mercado
El proceso podría aportar al menos $11.000 millones al estado brasileño. Eletrobras posee cerca de la mitad de las líneas de transmisión y subestaciones del país, con una extensión sumada de más de 70.000 kilómetros de tendidos eléctricos y una capacidad instalada de generación de en torno a los 50.000 megavatios (MW).
