Un reporte interno del complejo, obtenido por Reuters, revela que desde este domingo el Centro de Refinación Paraguaná, que abarca las refinerías de Amuay y Cardón, opera a casi un cuarto de su capacidad instalada producto a la paralización de algunas de sus plantas.
El complejo, conformado por las refinerías Amuay y Cardón y con capacidad de 955.000 barriles por día (bpd), está procesando alrededor de 260.000 bpd, dijo el lunes el portavoz sindical Iván Freites, un feroz crítico de Pdvsa.
Esta cifra muestra una fuerte reducción con respecto a principios de junio, cuando procesaba alrededor de 403.000 barriles por día, de acuerdo con un informe obtenido por la agencia.
«La destiladora 5 se paró desde el domingo pasado, debido a la ruptura de un tubo de un horno. La pararon de emergencia», dijo a Reuters un trabajador de Amuay. «Ya se hizo una reparación y están esperando por el gas para los quemadores del horno», agregó.
La unidad de craqueo catalítico de Amuay está operativa, pero la de la refinería vecina Cardón sigue detenida.
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Un informe mundial de la OPEP le pone números a la debacle de la industria petrolera de Venezuela y explica escasez de gasolina pese a los parches en Amuay. Nada de esto se soluciona sin inversiones masivas, y éstas a su vez dependen de que haya elecciones libres.
La última semana la escasez de gasolina se agudizó ante una falla en la mayor refinería del país, sin embargo la activación nuevamente de la refinería El Palito podría cambiar un poco el panorama, al menos un poco
La principal razón de la escasez de gasolina en Venezuela es la parálisis casi total del sistema de refino en el país de PDVSA. Años de mala gerencia, accidentes, populismo y corrupción postraron a la que era una de las empresas de su tipo más poderosas del mundo. Hoy, las enormes filas en torno a las gasolineras, donde los conductores pasan hasta una semana para conseguir combustibles, y un boyante mercado negro ilustran este desastre.
