La banca de inversión Barclays considera que a través de la renovación de los tramos B y C del Fondo Conjunto Chino-Venezuela ingresarán al país un mínimo $10.000 millones entre 2015 y 2016.
Sin embargo, si el gobierno renueva la porción que ya pagó del Fondo de Gran Volumen, un esquema que establece un lapso de pago de 10 años, es posible esperar nuevos desembolsos de China. De lo contrario, señala la firma, el monto adeudado al gigante asiático decrecerá rápidamente.
Según los datos de Barclays, China ha otorgado $45 mil millones de dólares en financiamiento a Venezuela a través de los distintos mecanismos acordados durante el gobierno de Hugo Chávez. Para 2014, el país había pagado $30,7 mil millones, lo que implica que todavía debe $19,2 mil millones.
Se espera que para el cierre de 2015 el monto adeudado se reduzca a $17,9 mil millones.
De acuerdo con la firma, el país asiático ha «suavizado» las condiciones del pago de la deuda, permitiendo al Banco Central de Venezuela reflejar estos recursos en sus reservas internacionales. Además de esto, la renovación del tramo B -anunciado por el ministro de Economía, Rodolfo Marco Torres, el 31 de julio- trajo condiciones más favorables, extendiendo el plazo de pago de 3 a 5 años y elevando el monto del financiamiento de $4 mil millones a $5 mil millones.
Esto puede explicar el salto en las reservas internacionales registrado el 30 de junio, lo que indicaría que China adelantó una porción de ese tramo; sin embargo, el banco no descarta que este aumento de $1,2 mil millones pueda provenir de la venta de otros activos, como la deuda de Jamaica con Pdvsa a través del esquema de suministro de crudo, Petrocaribe.
La banca sostiene que en estas circunstancias Venezuela puede cumplir con sus compromisos de deuda hasta el primer trimestre de 2016. Si no se toman medidas de fondo para cambiar el rumbo de la economía, la capacidad de pago del país dependerá de los precios del petróleo y de la disposición de China de mantener o aumentar su nivel de exposición ante Venezuela.
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