Economía

Comerciantes se abstuvieron de abrir este jueves por temor a saqueos

Caracas amaneció a media máquina después de la jornada de protestas del 19 de abril. En la Baralt y El Paraíso fueron varios los comerciantes que no levantaron las santamarías de sus negocios por temor a saqueos.

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Saqueos en El Paraíso
Foto: Shakira Di Marzo | EL ESTÍMULO

Caracas anduvo a media máquina. Al menos así fue en la avenida Baralt, El Paraíso y Chacao. En la avenida Páez las calles humeaban y los ojos picaban. Tanto, que a las 11:00 am los trabajadores de Supra Caracas barrían con el rostro cubierto con lentes y tapabocas. La zona estaba militarizada. Había funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la Plaza Madariaga, frente al Colegio San José de Tarbes, el centro comercial Multiplaza y la redoma de La India. Vidrios, basura y raíces de árboles incendiadas completaban el panorama desolador.
Gise Díaz estaba frente al Multiplaza con una pancarta y el rostro cubierto con tapabocas y lentes. Es médico pediatra y no se cansaba de repetir que anoche los militares iban contra los edificios y no contra los colectivos. Varios vecinos se reunieron allí en señal de protesta, aprovechando que el centro comercial no abrió. “No debe confundirse un acto tan delincuencial como un saqueo, con una protesta pacífica”, advirtió el vecino César Mezoa. Para ambos de lo que se trataba era de culpar a los dirigentes de la oposición por los disturbios.
En Quinta Crespo no se sentía el fragor de un jueves al mediodía. Nada de tráfico y pocas unidades de transporte para atender a los viandantes. Donde era más notoria la escasez de ciudadanos era en el mercado. Allá faltaron hasta los buhoneros. Varios de los que allí trabajan afirmaron que no abrieron sus comercios porque temían que los saqueos de El Paraíso se trasladaran hasta allá. “Recuerda que aquí hay colectivos”, dice Esperanza en un susurro. Salió en la mañana a comprar algunas cosas y regresó con las manos vacías porque muchos de los negocios de la zona permanecían cerrados.
“No hay clientes, ni vendedores. Recuerda que cada vez que convocan a marchas la gente se abstiene de salir”, explica Said Maurera, encargado de un negocio en Quinta Crespo. Pero en la avenida Urdaneta, la Andrés Bello y la Libertador, si bien se observó poca gente en la calle, los negocios sí abrieron. Normalidad en las aceras y poco tráfico en las vías. Lo más inusual era la presencia de la GNB en la Vicepresidencia, el Banco Central de Venezuela y el Centro Financiero Latino.
Chacao permanece como el último bastión de la oposición. Allá los negocios estaban cerrados porque en ese punto de la ciudad la gente sí atendió el llamado de la oposición para manifestar. Pasado el mediodía ríos de gente con banderas de Venezuela y franelas blancas caminaban en procesión hasta la calle Élice. Pocas horas después se rompió el letargo, a cambio de la represión.]]>

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