Consumo

Crisis económica revive el concepto del "mercado de los corotos"

El mercado de los corotos o vintage, como muchos los llaman actualmente, se ha convertido en los últimos años en una buena opción para obtener ingresos extras. Solo con dos domingos de trabajo un vendedor puede ganar entre Bs 30.000 y Bs 60.000.

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«Es una mezcla de varios factores lo que impulsa vender en estos mercados, deshacerte de artículos que ya no usas, te vas del país y no quieres llevarte tantas cosas, o como ha pasado en los últimos meses: necesitas dinero extra por la crisis económica», dijo Ananda James, una de las vendedoras de Vintage Market.

James es una productora creativa que tiene dos años participando en la venta de «tesoros de segunda mano, antigüedades y vintage«, quien luego de asistir como compradora a uno de estos mercados de corotos se interesó en este sector económico.

El alquiler de los estand, que varía de acuerdo a los organizadores y la ubicación, cuesta Bs 5.000 y los precios de las piezas que allí se venden están entre Bs 50 y Bs 8.000.«Lo más costoso que estoy vendiendo es una guitarra eléctrica en Bs 30 mil, pero el resto de los productos están súper económicos», comentó James quien es dueña de la tienda virtual Pulguitas Market.

Alrededor de 30 vendedores participan en los Vintage Market, aunque esa cifra puede variar de acuerdo al tamaño del lugar en donde se realice.

Algunas de estas personas cuentan con un empleo estable y ven esta actividad como una opción para aumentar sus ingresos mensuales, mientras que otros se dedican de lleno al  mercado, «compran piezas usadas y las revenden, y también comercializan cosas nuevas».

«Muchos intervienen la ropa de segunda mano para que sea más atractiva a los ojos de los clientes», expresó James.

En estos bazares, que trabajan de 10:00 am a 6:30 pm, se puede encontrar desde ropa, accesorios, artículos para el hogar, libros, juguetes de segunda mano, antigüedades y vintage, comentó la fundadora y organizadora del Vintage Market, Barbara Portto, quien hace dos años creó este proyecto.

«En octubre haremos dos ediciones, la edición tradicional el domingo 18 y el 25 haremos el primer Vintage Market Home, dedicado al hogar, la decoración y el diseño ambiental, donde solo se ofrecerán muebles, adornos, plantas, artículos de decoración y mucho más al estilo Flea Market, ambas en la plaza Sucre de El Hatillo», dijo.

Daniel González, uno de los visitantes del Vintage Market realizado en El Hatillo, considera que estos bazares son «una buena opción», no solo para los vendedores sino también para las personas que quieren comprar accesorios o ropa a muy bajos precios.

«Son una buena alternativa para comprar ropa, sobre todo con la situación actual del país en donde una buena prenda se ubica por encima del sueldo mínimo», manifestó.

El mercado de los corotos de Chuao, organizado por la iglesia San Luis Gonzaga, es otro de los populares bazares de objetos de segunda mano de Caracas. La iniciativa, que comenzó en 2002, tuvo tanto éxito entre los vendedores y compradores que desde 2009 se realiza de manera mensual (un sábado al mes desde las 6:00 am hasta las 2:00 pm).

El dinero recogido del alquiler -entre Bs 700 y Bs 1.250- de los más de 90 estands que instalan en el estacionamiento de la iglesia es destinado a las distintas obras sociales que ampara esta parroquia.

Herramientas de ferretería, ropa, zapatos, libros, adornos, coleccionables, curiosidades y hasta antigüedades, pueden encontrarse a precios asequibles en ese mercado de pulgas.

-Extinto mercado de la UCV-

La venta de «corotos» no es algo nuevo en Caracas. Hace más de 30 años los estacionamientos de la Universidad Central de Venezuela servían de espacio para vender y comprar artículos usados todos los fines de semana de 6:00 am a 6:00 pm, un «mercado de pulgas tipo europeo que dejó de funcionar cuando llegó al gobierno Hugo Chávez», recordó Asdrúbal Herrera, abogado egresado de la mencionada casa de estudios.

El también egresado de la UPEL comentó que participó en esos famosos mercados por «diversión», pues allí podía encontrar artículos que colecciona como carros, cajas de fósforo, muñecas de barro y porcelana. «¿De dónde voy a sacar plata para comprar tanta porquería? Eso fue lo que me impulsó a vender», agregó.

Las personas encargadas del alquiler de los stands, quienes no pertenecían a la UCV, cobraban Bs 50 por cada puesto de estacionamiento, en donde se podían vender adornos, objetos importados, ropa, entre otros artículos usados de buena calidad «hasta que le cayó la plaga de los buhoneros y amigos de lo ajeno».

«Ellos prácticamente se adueñaron de los estacionamientos. Vendían cosas nuevas con altos costos, hasta piezas de carro robadas. Por ese motivo la Policía Técnica Judicial allanó el lugar. Desvirtuaron el verdadero espíritu del mercado de pulgas», recordó.

Esos hechos, junto con el incumplimiento del pago del alquiler del lugar, impulsaron a la directiva de la universidad a no autorizar más a los cerca de 500 vendedores que hacían uso de los estacionamientos para vender artículos de segunda mano.

-Permisos e impuestos-

«Cero sonido, consumo y expendio de alimentos, y el trámite pertinente ante la alcaldía», son algunos de los lineamientos que deben cumplir las personas que quieran comercializar productos de segunda mano en la plaza de Los Palos Grandes, explicó el integrante del Comité de Usuarios de la comunidad homónima, Alexis Cabrera.

Apuntó que la comunidad no pide ninguna colaboración monetaria por el uso del espacio pero sí exige que «no molesten» la tranquilidad de los vecinos durante la realización del mercado.

Para obtener el permiso por parte de la Alcaldía de Chacao, se debe enviar una carta a la secretaría de gobierno dirigida al alcalde exponiendo los motivos de la solicitud.

De ser positiva la respuesta, se debe consignar la autorización, el RIF de la empresa, la fotocopia de la cédula del representante legal, y timbres fiscales equivalentes a tres unidades tributarias (Bs 150 cada una) en las oficinas de la Alcaldía de Chacao. Tras cinco días hábiles, se debe cancelar el impuesto municipal, que variará según lo que se ofrezca en el mercado.

Si el mercado se quiere realizar en la plaza Sucre de El Hatillo, se debe enviar una carta al Instituto de Turismo del municipio (Iatur) dirigida al alcalde, en la que se detalle el tipo de actividad que se pretende realizar. De conceder la autorización, se debe pagar el impuesto municipal.

El presidente de Iatur, Manuel Avendaño, dijo que el mayor beneficio que obtiene la comunidad con este tipo de actividades es la participación, hecho que les permite «obtener ingresos extras muy necesarios en tiempos de crisis económica».

Mientras que para participar en el mercado de Chuao, se debe enviar la solicitud -con el formato oficial que aparece en la página web de la iglesia-  al correo electrónico de la parroquia.

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