En la historia petrolera mundial ha ocurrido en muy pocas ocasiones. Una de ellas se dio en 1973, cuando países árabes dejaron de exportar a Estados Unidos y a varias naciones de Europa por su apoyo al gobierno de Israel en la guerra de Yom Kipur.
Esta medida calificada de «extrema» por muchos, derivó en la llamada «crisis mundial del petróleo» tras producirse una recesión económica mundial. Paradójicamente, esta situación benefició a Venezuela debido al aumento de los precios del barril de crudo, ingresando al país importantes montos en divisas.
En esta oportunidad, Venezuela es el país que podría ser objeto de una sanción de esa naturaleza. El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, reveló recientemente que evalúan “sancionar el petróleo”, prohibir su venta en territorio norteamericano o “refinar productos que vengan de Venezuela”.
Además de estas posibles acciones, hay otras medidas que -de acuerdo a la experiencia de otros embargos- podrían estar siendo evaluadas.
El experto petrolero Diego González destaca que las exportaciones petroleras pueden ser objeto de nuevos impuestos o sobretasas, lo que podría disminuir el interés de los compradores internacionales en el crudo venezolano.
Igualmente, es posible que EEUU también limite las ventas petroleras solo por alimentos y medicinas.
«Esta es una decisión que solo la puede tomar el presidente de EEUU, sin embargo, es muy posible que no pueda ejecutarlo ya que las empresas petroleras de ese país resultarían afectadas con la medida. Los refinadores de Texas reciben crudo venezolano, incluso la propia Citgo tiene contratos y obligaciones con particulares estadounidenses», sostiene González.
Otras acciones estarían enmarcadas en los recursos que el país recibe por sus exportaciones petroleras.
«Una posibilidad es que los ingresos por petróleo se embarguen y sean colocados en un fondo administrado por una agencia multilateral, la ONU o cualquier otra organización de ayuda internacional. Estos recursos serían destinados principalmente para la compra de alimentos y medicinas que serían enviados al país», destacó otro analista petrolero consultado que pidió no ser identificado.
Destaca además que el gobierno de EEUU podría no sólo prohibir a las refinerías norteamericanas la compra de crudo venezolano, sino también la venta a Venezuela de diluyentes o aditivos para la refinación del petróleo y gasolina.
En los últimos años, Pdvsa incrementó las importaciones de volúmenes de naftas (usadas para diluir hidrocarburos), lubricantes y oxigenantes para gasolinas, como el MTBE (Metil Terbutil Eter, que eleva el octanaje). Este aumento en las compras internacionales de la empresa estatal obedece a problemas de operatividad en las refinerías y caída de la producción.
Trabajadores petroleros han señalado que la empresa estatal importa 70% de la gasolina que se consume en el país. Vale recordar la compra histórica de Pdvsa a su principal socio (EEUU) realizada en septiembre de 2016 por 5,882 millones de barriles (196.000 barriles diarios) en derivados del petróleo.
Resalta el experto que estas medidas afectarían principalmente a Citgo Petroleum (propiedad de Petróleos de Venezuela en EEUU). «De no poder procesar el crudo venezolano, Citgo no podría contar con las condiciones óptimas para seguir manteniendo operativa su refinería, lo que afectaría sus operaciones. Citgo podría procesar crudo de México o Canadá, pero le tomaría tiempo recolocar su producto a otros mercados».
Citgo tiene en EEUU unas 6 mil estaciones de servicio, por lo que el mercado interno resentiría la falta de combustible.
Venezuela además exporta alrededor de 400 mil barriles diarios a EEUU.
Diego González coincide con que Citgo ha tenido que acudir a otros mercados para abastecerse.
«Citgo tiene una capacidad de refinación de 700.000 barriles diarios, pero está recibiendo apenas 200.000 bd, y ha tenido que acudir a otros mercados porque Venezuela no le ha hecho más entregas», destacó.
Los analistas esperan que el gobierno de Donald Trump no ejecute restricciones al petróleo venezolano, y acotan que ya de por sí el país pasa por su «propio embargo» debido a la caída de la producción en 1 millón de barriles diarios de crudo entre 2016 y 2017. De acuerdo a la Agencia Internacional de Energía, Pdvsa produce 1,6 millones de bd.]]>
