Consumo

Desaparecen las colas de los supermercados por ausencia de productos regulados

Mientras las colas en las afueras de las panaderías son cada vez más largas por la escasez de harina de trigo, en los supermercados han desaparecido ante la ausencia de productos básicos a precios regulados que ocasionaban filas kilométricas.

Publicidad
Foto: Archivo / JUAN BARRETO | AFP

Atrás quedó la imagen de decenas de personas que esperaban la llegada de camiones a los supermercados con bienes de la cesta básica a precios irrisorios. ¿La razón? Cada vez hay menos producción de estos alimentos y lo poco lo aprovecha el gobierno para distribuirlo a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un programa e racionamiento de comida entre los sectores populares del país.
Keyla Ostos, vive en la parroquia San Juan, cada lunes se había convertido en una costumbre levantarse a las 5:00 am para dirigirse a hacer cola a las afueras del supermercado Unicasa -ubicado en el mismo sector-  con la esperanza de poder adquirir algún producto regulado.
“Hace varias semanas se acabaron las colas en el Unicasa, pues ya no hay comida para comprar. El camión no llega o llega solo cargado de hortalizas, comida para perros, refrescos o servilletas. De vez en cuando han llegado cargamentos de pastas, pero son los revendedores los primeros que pueden comprar”, dijo Ostos.
Keyla es bionalista y trabaja en una clínica privada. “Soy madre de dos adolescentes a los cuales les tengo que resolver el desayuno antes de irse al liceo, pero en casa no hay harina de maíz, no hay pan y el precio de los cereales son muy altos. La semana pasada compré un pan de sándwich en Bs 10.000 y esta semana me pidieron Bs 12.000. En las panaderías se mantiene la escasez del pan regulado”, dijo.
Pan de sándwich
En el recorrido semanal de El Estímulo al mercado municipal de Quinta Crespo y al Unicasa, en San Martín, se observaron en este último menos estantes, menos productos y poca gente comprando.
Este 17 de junio, en Quinta Crespo no se conseguía el aceite vegetal comestible, y de productos como el arroz, azúcar y pasta solo se encuentran marcas importadas a precios exorbitantes.
El huevo, una de las proteínas que mejor resolvía la comida de la familia, está por las nubes. “Un cartón de huevos cuesta Bs 15.000, en tanto que un kilo de harina de trigo importada se consigue en Bs 11.900, el de arroz en Bs 8.000. Estos precios no aguantan ningún salario acompañado de bono alimentario. Aquí lo que viene es más hambre”, señaló Manuel Castillo, ayudante de un camión de transporte.
Ahora buena parte de los productos se encuentran a precios que no están al alcance de la mayoría de la población. «Es impresionante como una crema dental puede costar Bs 19.000», dice Eugenia, al recordar que contando el bono de alimentación, el sueldo integral básico de un trabajador es de Bs 200.021.
Venezuela vive su peor crisis económica caracterizada por una fuerte escasez de productos básicos nacionales, una elevada inflación de tres dígitos y la caída del poder de compra.
El gobierno se ha encargado de destruir el aparato productivo con excesivos controles y ha autorizado la importación de mercancías con dólares propios para paliar las fallas en los anaqueles. Ante la escasez de divisas, los empresarios han acudido al mercado paralelo, donde hoy en día un dólar se consigue en poco más de Bs 8.000, presionando los precios al alza.

]]>

Publicidad
Publicidad