En los últimos días el gobierno incrementó el número de despidos en la Red de Abastos Bicentenario para dejar cesantes entre cuatro y cinco trabajadores por cada una de las tiendas que aún se mantienen abiertas, denunciaron algunos de los que hasta hace poco prestaron su servicio.
Cuando el presidente Nicolás Maduro anunció en febrero que la cadena del Estado sería reestructurada porque la corrupción la penetró hasta el punto de haberse podrido, poco más de 8 mil personas trabajaban en las 42 sucursales que existían a nivel nacional.
Tres meses después alrededor de 3.000 empleados han dejado de formar parte del equipo como parte del vuelco que el gobierno le da a la red que convertirá -según ha manifestado el propio Maduro- en un centro de acopio que funcione para la distribución de las bolsas solidarias a comunidades populares.
«Las notificaciones no respetan fuero sindical, maternal o paternal, embarazadas o enfermos ocupacionales», dijo a El Estímulo, uno de los trabajadores despedidos recientemente, que optó por la reserva de su nombre.
«En la inspectoría (del Trabajo) dicen que tienen orden de no amparar atrabajadores de Abastos Bicentenario por ninguna causa», reclama otro de los cesanteados.
Hasta oficina del sindicato que funcionaba en el Gran Abasto Bicentenario de Plaza Venezuela, les fue arrebatada por las autoridades y sus delegados despedidos.
De acuerdo con la denuncia hecha por un empleado que resultó afectado con la medida de despido, el presidente de Abastos Bicentenario, José de Freitas Jardim, está incorporando a la empresa a gente del Banco Industrial de Venezuela, en proceso de liquidación, y del cual era presidente al momento de la decisión.
Los establecimientos que aún abren al público ofrecen solo pañales, papel higiénico y jabón de tocador, de los productos regulados, aseguró uno de los ahora cesantes. «Llegan otros productos pero son distribuidos entre los empleados de las tiendas como parte del mercado obrero», afirmó.
Hace un año, los trabajadores denunciaron el deterioro y abandono en el que se encontraban las instalaciones ante la falta de mantenimiento e inversión.
Producto del desvío de mercancía y de recursos, algunas de sus tiendas más prominentes en la capital del país tenían poco que ofrecer.
De las 42 sucursales existentes a principios de año, solo quedan 32. Fueron cerradas las de Ciudad Bolívar y Puerto Ordaz (estado Bolívar), Palo Verde, Parque Central y Las Mercedes en Caracas, el gran abasto en Valencia, y un gran abasto y otros tres abastos en Zulia.
Los representantes sindicales se preparan para defender sus derechos en instancias internacionales. Los consultados aseguran que el diputado por el Partido Comunista de Venezuela, Pedro Eusse, los apoya en su lucha.
Los 13 sindicatos de la Red de Abastos Bicentenario (Rabsa) se reunirán próximamente para elaborar una comunicación que será enviada a la Organización Internacional del Trabajo.
Un amplio grupo de trabajadores y ex trabajadores de la cadena marchó la mañana de este lunes desde el Paseo Los Ilustres hasta Plaza Caracas, a las afueras del Ministerio del Trabajo, en busca de respuesta a los despidos masivos.
Jhonder Matos, cajero y delegado de prevención de la red, dijo a El Estímulo que esperan que el ministro aclare la situación de los empleados. «El presidente Maduro dijo que se garantizaría la estabilidad laboral de los trabajadores y eso no se está cumpliendo», señaló Matos.
Trasnacional española de telecomunicaciones enfrenta una fuerte caída del valor de sus acciones y lucha por reducir una deuda que todavía llega a 27.500 millones de euros.
La compañía se fundó en 1976. La Corporación Venezolana de Guayana la compró en el 2000 y en el 2015 pasó a formar parte de la Corporación Nacional del Aluminio de Venezuela
En medio de una caída del 88% en el flujo de pasajeros, la aerolínea canadiense Air Canada ya despidió a 20.000 trabajadores desde el inicio de la pandemia del nuevo coronavirus. Eso fue la mitad de su personal. Su plantilla será nuevamente, en un 25%, en el primer trimestre de 2021.
