Economía

Economía de la Eurozona pierde impulso a 0,3% en el segundo trimestre

El crecimiento de la Eurozona se ralentizó ligeramente en el segundo trimestre, hasta 0,3%, frente a 0,4% en el primero, en parte por el estancamiento de la economía francesa y de los decepcionantes datos de Alemania.

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La cifra, revelada este viernes por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), es inferior a lo que esperaban los analistas interrogados por Bloomberg, que pronosticaban un crecimiento de 0,4%.

El PIB de la zona euro progresó 1,2% en el segundo trimestre, con respecto al mismo periodo del año anterior.

Los resultados del segundo trimestre vuelven a mostrar «una divergencia entre un crecimiento sólido en Alemania y un estancamiento en Francia», indica Jennifer McKeown de Capital Economics. «Los datos confirman que el hecho de que Francia haya superado a Alemania en el primer trimestre era una excepción».

Alemania, el tradicional motor de la zona euro, registró un avance del PIB de 0,4%, mejorando respecto al primer trimestre (+0,3%), pero decepcionando a los analistas que preveían un alza del 0,5%.

Francia tuvo un crecimiento nulo (0,0%), un resultado menor de lo previsto, y enfría las expectativas provocadas por el alza del 0,7% del primer trimestre.

«La Oficina Alemana de Estadística explica que la debilidad del euro tuvo un impacto positivo sobre las exportaciones» del país, «lo que quizá sea cierto para el conjunto de la zona euro», dice Peter Vanden Houte, de ING.

En el resto de la zona euro, los datos ofrecen un contraste entre países como España (+1%) y otros como Finlandia, donde el PIB volvió a caer en un 0,4% dejando pocas esperanzas sobre un regreso al crecimiento en 2015, tras las recesiones de 2012 y 2013 y el estancamiento de 2014.

Más modestos fueron los resultados de Holanda (+0,1%) e Italia (+0,2%).

– «Inmunidad» ante la crisis griega –

Respecto a Grecia, su sorprendente crecimiento de 0,8% es una anomalía provocada por «el hecho de que los consumidores griegos vaciaron sus cuentas bancarias y gastaron su dinero en bienes duraderos por temor a un posible ‘Grexit'», salida de la zona euro, asegura Vanden Houte.

En el conjunto de los 19 países de la zona euro, las inversiones de las empresas han contribuido, sin duda, al crecimiento registrado en el segundo trimestre, mientras que el consumo, sostenido durante el primer trimestre por la fuerte caída de los precios de la energía, se frenó a raíz del alza de las cotizaciones del crudo, según ese analista.

«Aunque el ritmo de crecimiento ha sido ligeramente inferior al del primer trimestre, la relativa inmunidad de la economía de la zona euro ante la crisis griega y la ralentización de China es alentadora», considera.

Pero el crecimiento de la zona continúa siendo muy inferior a los niveles anteriores a la crisis. Por eso, según Vanden Houte, «el programa de compra de activos del Banco Central Europeo (BCE) quizá deba seguir hasta su término».

McKeown abunda en la misma idea: «es cierto que disminuyó el riesgo de que la crisis griega haga descarrilar la vuelta al crecimiento», pero «con una economía demasiado débil para crear inflación, el BCE debería mantener y quizá completar su política de apoyo».

Según las últimas estimaciones de Eurostar, la inflación era del 0,2% en la zona euro en julio, muy por debajo de los objetivos del BCE, que busca una inflación cercana al 2% .

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