Economía

Economía venezolana cae en el remolino de la hiperinflación

La decisión del gobierno de mantener los controles de precios y de cambio (tres tipos y ahora uno con tasa libre sobre los Bs 170 por dólar) y la perspectiva de que el BCV no reducirá el financiamiento del gasto al gobierno por la caída en los precios del petróleo y tratarse de un año electoral, comprometerán aún más la capacidad de compra del bolívar. 

Publicidad
Bolívares

La inflación de 2014 fue de 68,5%, según cifras del Banco Central de Venezuela, después de haber modificado el cálculo del Índice Nacional de Precios al Consumidor a mediados del año pasado.
El grupo Alimentos y Bebidas no alcohólicas apuntaló el resultado inflacionario durante 2014, razón por la cual el BCV cambió la ponderación de esta agrupación para restarle peso en el índice global, de acuerdo con algunos expertos. Sin embargo, Alimentos y Bebidas no alcohólicas cerró 2014 con una variación de 102,3%, seguido de Bebidas alcohólicas y tabaco con 90,8%.
Analistas que han seguido el comportamiento del costo de la vida calculan que la inflación del año pasado, en realidad estuvo casi 8 puntos por encima de la reportado por el BCV, como lo señaló el economista Francisco Ibarra en su cuenta de Twitter:

Para el economista Alexander Guerrero, la inflación no es el aumento continuo de los precios, sino la pérdida de la capacidad de compra de la moneda. 
Henkel García de la firma Econométrica ejemplifica de la siguiente manera:

El economista Orlando Ochoa señala en cuenta de Twitter lo que ocurrirá con los ingresos:


Venezuela se encuentra en un entorno hiperinflacionario que comienza a dar lugar al intercambio de bienes (trueque). «No se trata de la cantidad de ceros que tenga la inflación. No importa cuántos cero sean, es irrelevante», afirma Guerrero.
El experto señala que la hiperinflación es cuando la gente pierde la esencia del comportamiento económico, que es el precio. «La moneda se envilece y lo hace el gobierno cuando decide financiar masivamente el gasto público (a través de la impresión de dinero sin respaldo en la oferta de bienes y servicios)», dijo en el programa radial La Otra Vía, transmitido el sábado a través de RCR.
.Los controles han golpeado al sector productivo que opera a la máxima capacidad que le permite la existencia de insumos y materias primas y el derrumbe de los precios petroleros en al menos 50%, dificultan las posibilidades tanto al sector privado como al público de ampliar la oferta de bienes, en momentos en que circula en las calles más de Bs 2,0 billones.
A finales del mes de noviembre, el ex ministro de Planificación del gobierno de Hugo Chávez. Felipe Pérez Martí, sostuvo en un foro de perspectivas, que las condiciones para una hiperinflación estaban presentes en la economía. Y las enumeró así:  Déficit fiscal endémico (más del 10% del PIB por 5 años), monetización del déficit y la disminución del valor real del dinero.
Este año está previsto que se celebren elecciones parlamentarias, por lo que la mayoría de los economistas dudan que a pesar de los ingresos adicionales que obtendrá el gobierno vía aumento de la gasolina -prometida para los próximos días- y de la devaluación, el BCV abandone la práctica de cubrir gasto público.
En el presupuesto de la nación 2014, la inflación estimada fue de 26-28% y oficialmente cerró 40 puntos por encima de la proyección.
Para 2015, la variación en los precios se calculó entre 25% y 30%, pero con la fuerte caída en los ingresos petroleros, un rígido y punitivo control de precios, una multiplicidad de tipos de cambio, uno de ellos fijo (Bs 6,30 por dólar para algunos alimentos y medicinas), otro que arrancará en Bs 12 pero se irá deslizando y un tercero «libre» que inició en Bs 170, y sin disciplina fiscal, difícilmente analistas y empresarios piensan en una inflación menor a 100%.    ]]>

Publicidad
Publicidad