La nueva pieza monetaria –la de mayor denominación en la economía venezolana– no se distribuye en los estados fronterizos, tal como ocurre con los billetes del nuevo cono monetario en circulación desde enero de este año.
El papel de Bs 100.000 está en los bancos de Caracas desde el viernes 3 de noviembre. A la provincia del país llegó días después. Pero a los estados fronterizos no llegan las remesas del Banco Central de Venezuela.
La medida fue tomada por el gobierno nacional para evitar el contrabando de billetes que, según la tesis oficial, es utilizado por mafias cambistas para golpear el valor del bolívar.
Igual sucede con la nueva nota monetaria, lo que complica la operatividad de las entidades financieras ubicadas en la frontera.
«Desde la llegada de la nueva familia de billetes, en la frontera los bancos solo pueden entregar los del viejo cono, es decir, hasta los de Bs 100», dijo una fuente bancaria a El Estímulo.
Los bancos ubicados en los estados Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas pueden recibir los billetes del nuevo cono monetario, pero no dispensarlo ni en taquillas ni en cajeros automáticos. «Esto implica un mayor esfuerzo de operación en las agencias de frontera», indicó la fuente.
De hecho, una vez que el papel moneda de la ampliación de la familia del bolívar llega a las agencias, vía depósito, es enviado a sus bancos ubicados en Caracas.
El BCV aún no publica el saldo de billetes en circulación para el mes de octubre, pero en septiembre habían 14.329,8 millones de piezas en la economía, de las cuales 6.404,7 millones (44,7% del total) corresponden a billetes a Bs 100, que equivale a 0,0019 dólares a la tasa de cambio de Bs 52.000 en el mercado paralelo.
En un país sumido en una hiperinflación que a octubre acumulaba 825% en el año de acuerdo a la medición de la Asamblea Nacional, manejarse con billetes de Bs 100 supone grandes fajos de papeles que hoy nadie lleva consigo.
La situación empeorará si no se revierte la medida y las entidades bancarias fronterizas continúan excluidas. Cálculos de consultoras privadas como Ecoanalítica sitúan la inflación al cierre de 2017 en 2.000-2.100%.
Esto representa un incremento en los costos operativos para los bancos fronterizos, pues deben reponer cada vez con mayor frecuencia, enormes cantidades tanto en taquillas como en cajeros automáticos que entregan sumas limitadas de dinero por la crisis de efectivo que padece el país, por la incapacidad del BCV de emitir suficientes billetes ante el incremento acelerado de los precios.
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