El kilo de pollo sobrepasa los Bs 200.000 y los distintos cortes de carnes, Bs 400.000 el kilogramo.
“Los altos precios me han obligado a cambiar nuevamente los hábitos alimenticios de mi familia, ya no nos alcanza el presupuesto para comprar carne, pollo o pescado. Mi familia la conforman dos niños y tres adultos, y para poder resolver me ha tocado comprar los carapachos (huesos de pollo) y patas de pollo para hacer sopas; hígado y riñones de res para sustituir la carne, cuando en tiempos anteriores compraba estos productos para alimentar el perro”, dijo desconsolada María Pimentel, secretaria.
En el recorrido semanal del 20 de enero de El Estímulo, se observó que un kilo de jamón de pierna ya pasó los Bs 800 y el kilo de queso blanco se consigue en Bs 300.000.
“Tengo varios días en busca de papel higiénico y sencillamente no hay. Aquí en Quinta Crespo me ofrecen un rollo industrial, de una pésima calidad, en Bs 240.000. La semana pasada en Catia me tocó comprar dos rollos pequeños en Bs 50.000 cada uno y en efectivo a un vendedor callejero. Qué tristeza que en Venezuela no tengamos ni papel tualé, creo que ya estamos llegando al fondo», señaló Edgar Carrillo, taxista de profesión.
En el mercado Unicasa de San Martín, la situación del desabastecimiento es igual que a otras semanas.
“En los últimos días han venido los camiones, pero solo traen perejil, cilantro, puro montes, frutas y hortalizas, ya no provoca siquiera venir hacer la cola”, señaló Carmen Bejarano, vecina de la parroquia San juan.
En este supermercado muchos anaqueles permanecen vacíos, como en la mayoría de estos establecimientos desde que el gobierno ordenó rebajar los precios de una larga lista de productos alimenticios a los vigentes al 15 de diciembre de 2017.
De acuerdo con cálculos de algunos economistas la inflación de enero terminará en más de 100%.
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