Economía

El Dicom debe costar lo mismo que el paralelo para tumbar su precio

Es preferible que las subastas del nuevo Dicom comiencen al mismo nivel del dólar paralelo para estimular así una creciente oferta de divisas privadas que a la larga disminuya y estabilice el precio de la divisa.

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Foto: Archivo | AP

Si realmente se quiere incentivar una oferta de divisas de origen privado, el nuevo Dicom tiene que ser un régimen cambiario de flotación libre, sin ningún tipo de manipulación estatal que intente frenarlo. Solo si las subastas se desarrollan a través de una tasa libre y flotante, se podrá estimular la oferta de divisas provenientes de las remesas familiares, inversión extranjera, exportaciones privadas no petroleras, repatriación de capitales e, incluso, el turismo internacional.
Las anteriores subastas del Sicad 1, Sicad 2, Simadi y anterior Dicom fueron anunciadas como un sistema regido por la libre oferta y demanda, pero la intervención gubernamental y del BCV les impuso una barrera psicológica que no pudieron romper.
A las subastas del Sicad no se les permitió pasar de 50 Bs/$. Luego, al Simadi también se le impuso un techo de 200 Bs/$ que truncó la oferta de divisas no petroleras. Lo mismo pasó con las subastas del Dicom, que no llegaron a 3.500 Bs/$, cuando el paralelo pagaba 70 veces más.
En un contexto inflacionario -con un incremento mensual de los precios por encima del 50%- el tope impuesto a las subastas obligaba a los inversionistas extranjeros a traer más divisas para poder cubrir los crecientes costos nacionales, y eso castiga la rentabilidad de la inversión. Si las subastas del Dicom funcionan con flotación libre, los inversionistas obtendrán más bolívares por cada dólar, compensarán la inflación, y así se verán estimulados a reactivar sus proyectos de inversión.
– ¿Por qué se eliminó el Dipro? –
Para tapar el hueco fiscal la opción que ha tomado el gobierno es la de vender los dólares más caros. Al sustituir la tasa Dipro por las subastas del nuevo Dicom, Pdvsa podrá generar una mayor cantidad de bolívares para honrar sus deudas y compromisos. Esto eliminaría la presión sobre el BCV para emitir dinero sin respaldo que es destinado a financiar el déficit de Pdvsa y otras empresas públicas, cuestión que se ha convertido en el principal factor propagador de la inflación.
La eliminación del Dipro la impone la necesidad de evitar el naufragio fiscal del gobierno en pleno año electoral. De allí la sorpresiva aprobación del Convenio Cambiario N° 39 (CC39) que deroga los Convenios Cambiarios N° 35 y el N° 38, salvo el artículo 7, los cuales sustentaron el régimen de cambios del Dipro y anterior Dicom.
El CC 39 contiene los lineamientos del nuevo Dicom. En el Artículo 28 se lee: “El tipo de cambio de referencia previsto en el artículo 11 del presente Convenio Cambiario, aplicará para todas aquellas operaciones de liquidación de monedas extranjeras del sector público y privado“. Esto quiere decir que queda eliminada la base legal de la tasa de cambio Dipro de 10 Bs/$.
En adelante, solo podrá utilizarse la tasa de la última subasta Dicom para la liquidación de divisas y como base de cálculo para la formación de los precios. Teóricamente, el Dicom funcionará como un sistema de subastas abierto y el Banco Central de Venezuela (BCV) publicará, como tasa de referencia, la tasa de la última subasta (artículo 11), la cual pasa a ser la tasa de referencia general.
El anterior régimen cambiario era dual, con una tasa preferencial Dipro para las adjudicaciones directas del gobierno; y, con otra tasa de cambio mayor que surgía de las subastas Dicom (CC38). Ahora solo se reconoce la tasa derivada de las subastas del Dicom, tal como se establece en los artículos 11 y 28 del CC39.
La derogación del Dipro será un paso de avance en la unificación cambiaria si y solo si esta medida se complementa con la corrección del déficit fiscal y se erradica la emisión de dinero sin respaldo para financiar el déficit de Pdvsa y otras empresas públicas. La corrección del desequilibrio fiscal, monetario y cambiario, aunado a la reactivación de la producción agrícola e industrial, son los componentes claves de una estrategia antiinflacionaria.
–  Impacto inflacionario de la eliminación del Dipro –
De acuerdo con cifras de Ecoanalítica, 91% de las importaciones públicas se realizan a la tasa Dipro, lo que constituyen más del 70% del total de las compras externas del país. El impacto inflacionario de llevar estas importaciones a una tasa de cambio mayor fue una de las excusas por las cuales el gobierno se resistió a unificar las tasas Dipro y Dicom.
A pesar del supuesto impacto anti-inflacionario del dólar Dipro, según el INPC publicado por la AN, en 2017 el aumento de los precios llegó a 2.616%. No hay precio alguno que se calcule con base en las tasas de Dipro, ni siquiera los precios de las bolsas Clap se establecen con base en la tasa de cambio preferencial de 10 Bs/$.
Al no reflejarse la tasa Dipro en los precios, su prolongación resultó ser un sacrificio fiscal innecesario, sobre todo para las precarias finanzas de Pdvsa. La creciente brecha entre Dipro y el dólar paralelo desembocó en un incentivo perverso a la especulación cambiaria y la corrupción. Esta brecha llegó a ser hasta de 25.000 veces y desató una voraz demanda y sobrefacturación de importaciones que impidieron la administración racional de las menguadas divisas.
– Punto de equilibrio –
¿A qué nivel se pueden estabilizar las subastas del Dicom? Siendo la tasa de cambio una relación entre dos monedas –en este caso del bolívar frente al dólar-, lo ideal sería que a medida que aumente la oferta de divisas privadas, la tasa derivada de las subastas del Dicom tienda a bajar y estabilizarse en torno a la tasa de cambio implícita que surge de dividir la liquidez monetaria entre las reservas internacionales (LM/RI).
Pero esto solo es posible si se corrige el déficit fiscal y se elimina la emisión de dinero inorgánico para financiar el déficit de Pdvsa y las empresas públicas.
Si se restaura el equilibrio fiscal y monetario y -en una primera etapa-, la tasa Dicom se estabiliza en torno al cociente que resulta de dividir la liquidez monetaria entre las reservas internacionales (LM/RI), se habrá dado un paso de avance muy importante para lograr -en una segunda etapa-, una tasa de cambio que exprese la verdadera productividad de la economía nacional.]]>

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