Empresas y Negocios

El negocio redondo de las empresas chinas en Venezuela

Pese a que distintas marcas chinas instalan fábricas en Venezuela con la ayuda de préstamos del gobierno asiático, su producción local es casi nula. Lo que sí han asegurado son millones de dólares en importaciones, concluye Reuters en un análisis publicado sobre el tema.

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Foto: Archivo | AVN

Uno de los mejores es ejemplos es el de Haier, empresa que hace cinco años comenzó a construir en Venezuela una fábrica de electrodomésticos, pero que aún no produce ni un solo artefacto que llegue a las tiendas. Pese a esto, sus lavadoras y neveras son casi las únicas que se consiguen en Venezuela: vienen directo de China. Haier ha facturado unos $1.000 millones en el país por cerca de tres millones de electrodomésticos vendidos.
Hasta ahora el gobierno en Caracas ha desembolsado $800 millones prestados por China para erigir la planta de Haier. Pero la fábrica todavía no despacha los primeros refrigeradores esperados hace tres años, según documentos oficiales. La empresa aseguró a Reuters que su planta está lista para producir en masa, pero falta que otras instalaciones complementarias se pongan en marcha, sin dar mayores detalles.
Decenas de documentos oficiales revisados por la agencia demuestran que el gobierno chino promovió la venta a Venezuela de productos y maquinaria de empresas de su país, incluso para algunas plantas que desde hace tiempo debieron haber encendido sus máquinas.
Por ejemplo, el fabricante de autobuses Yutong y la proveedora de maquinaria pesada XCMG aseguraron órdenes de compra por más de $1.100 millones  entre el 2011 y el 2013 tras asociarse en fábricas que están en construcción.
El presidente Nicolás Maduro había dicho que la planta de Yutong estaría lista en 15 meses. Pero cuando se cumplen 11 de ellos, los obreros dicen estar trabajando en levantar las estructuras de metal de los tres galpones y adecuar el terreno para construir las vías de acceso.
La empresa XCMG, que aún no decide dónde instalará su planta en el país, prefirió no hacer comentarios a Reuters. Yutong no respondió a una petición similar.
-Poca inversión-
El gobierno venezolano asegura que las inversiones chinas en Venezuela son un voto de confianza a su modelo socialista. Pero una revisión que hizo Reuters de documentos oficiales, que describen unos 200 proyectos apalancados por los convenios con China hasta julio de 2014, revela que rara vez las compañías de ese país invierten para entrar a operar en Venezuela.
Lo más habitual es que organismos estatales de Venezuela usen los fondos para construir plantas, acueductos o modernizar centrales azucareros, utilizando equipos y asesores que preferiblemente proporcionan empresas chinas.
«Un denominador común en todos los acuerdos de financiamiento con China es que los proyectos se ejecutan por empresas de ese país», dijo una fuente de la estatal Pdvsa.
Reuters encontró que en nueve casos compañías chinas aceptaron ser socios en empresas mixtas, nunca en un rol mayoritario, en proyectos que recibieron apoyo del convenio binacional, como es el caso de Haier y Yutong.
«Se podría decir que la cooperación entre China y Venezuela en la práctica (…) ha dado buenos resultados», apuntó Lu Kang, un portavoz de la Cancillería de ese país, sin dar mayores detalles.
-Competencia desleal- 
Las marcas chinas han desembarcado para vender desde grúas hasta teléfonos celulares en un país donde se hacen horas de cola para comprar bienes básicos como leche o papel higiénico. En contraste, compañías estadounidenses como Ford o General Motors han reducido al mínimo sus operaciones locales por la falta de insumos ante la sequía de divisas, enfatiza el texto, firmado por Corina Pons y Brian Ellsworth.
Señalan que la alianza binacional ha permitido que las empresas chinas eludan los controles cambiarios que Chávez lanzó en 2003. Por ejemplo, la automotriz china Chery Automobile Co no ha tenido problemas para recibir las divisas y enviar piezas a Venezuela, donde una empresa mixta ensambla los autos de la marca, dijo una fuente de Chery en Beijing,que pidió no ser identificada por no estar autorizada a declarar.
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