Economía

El control de cambio cumple 15 años de fracaso económico

Dominación política, corrupción, salida de capitales, cierre de empresas, caída de la producción, devaluaciones e hiperinflación, deja la política de control cambiaria en Venezuela que cumple otro año más este 5 de febrero.

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Bolívares dólares
Foto: Cristian Hernández | EFE

La política cambiaria del chavismo y continuada por el madurismo generó no sólo graves distorsiones en la economía venezolana, sino también resultados que el gobierno no puede mostrar con orgullo.
En esta «fiesta» de 15 años, el país cuenta con las reservas internacionales más bajas de las últimas 3 décadas y que de acuerdo al Banco Central de Venezuela (BCV) suman $9.350 millones (al 1º de febrero), un dólar paralelo que aumentó 26 mil veces su valor, una tasa de inflación de cuatro dígitos, depresión económica, $60.000 millones involucrados en irregularidades cambiarias, según una investigación de la Asamblea Nacional y 8.900 empresas cerradas.
Todo ello acompañado de una menor entrega de divisas para las importaciones privadas de bienes y servicios, por parte de los organismos estatales creados para administrar los dólares: Cadivi y luego Cencoex.
Desde el año 2003 y hasta este 2018, los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro experimentaron con ocho esquemas cambiarios con el objetivo de «pulverizar el dólar paralelo»  y devaluado la tasa oficial en seis ocasiones.
Esquemas cambiarios
El mismo presidente Maduro se «puso al frente de la economía» para tratar de resolver lo que llamó «la guerra económica» (nombre dado por el gobierno al plan que según dice, acomete el sector privado para llevar al país al caos), por lo que amplió la fiscalización a las empresas y mantuvo la política de controles.
Hoy en día, las cifras de la economía venezolana muestran una caída de 15% al cierre de 2017 y una inflación de 2.616%, según la Asamblea Nacional y una disminución en las importaciones que para la consultora Ecoanalítica pasaron de $36.901 millones en 2015 a $11.895 millones en 2016.
Reservas internacionales
La industria en el país ha sido uno de los sectores más afectados por esta política económica y por ende la población, que ha visto cómo disminuye la oferta de bienes especialmente alimentos y medicinas.
El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, afirma que Venezuela se encuentra en un punto en que la industria es insignificante, en un país que ha vivido del petróleo durante muchos años, por lo que considera fundamental su reconstrucción.
«El país tenía 12.700 industrias, que ya en ese entonces era baja con respecto a otros países. Hoy cuenta con 3.800 empresas de las cuales unas 600 pertenecen al sector oficial y, las privadas están trabajando al 25% de su capacidad instalada, lo cual hace prácticamente inviable que las empresas se puedan mantener. Estos 15 años de control de cambio han sido cancerosos y demoledores para la industria, han aniquilado la producción del país», dijo.
Resalta que ha sido cuesta arriba el acceso a las divisas a tasa oficial para el sector industrial, aunado a las sanciones que debía enfrentar. «El control de cambio y la penalización de transar divisas fuera de los esquemas cambiarios establecidos fue perjudicial, porque hizo que disminuyeran significativamente los inventarios. Del 2015 al 2017 estos inventarios se fueron consumiendo y en un entorno de baja del poder adquisitivo del consumidor».
Recordó Olalquiaga que para este año, 44% de las empresas dicen que tendrán que cerrar sus puertas si persisten las condiciones económicas adversas, lo cual hace suponer que la crisis de abastecimiento puede empeorar.

Durante estos 15 años, las empresas también se han visto supeditadas a la asignación por parte de los organismos administradores de las divisas y cada vez la entrega de los recursos ha sido menor. Cifras de Ecoanalítica señalan que la liquidación pasó de $140 millones diarios en 2014 a $6 millones en 2017. Para muchos el control de cambio pasó de ser una estrategia para defender la salida de capitales a una de control político y para asfixiar al empresariado.
El diputado Rafael Guzmán, presidente de la Comisión de Finanzas de la AN, sostiene que mas allá de proteger las reservas internacionales, el gobierno implementó el control con una intención claramente política.
«El control de cambio ha sido utilizado como una forma de dominación política y social, al punto que el propio Aristóbulo Istúriz dijo en una oportunidad, que si quitaban el control, tumbaban al gobierno. Bajo esa estructura de a quién le doy dinero, acabaron con el sector productivo. Además cuando se tiene un proyecto de dominación política, eso choca con la economía, no pueden ir de la mano. Con este control se quiso administrar la miseria», apuntó.
El director de Ecoanalítica, Alejandro Grisanti, coincide en que el control de cambio pudo levantarse a seis meses de su implementación y/o cuando los precios del petróleo comenzaron su alza, los cuales llegaron a su máximo histórico de 125 dolares el barril en 2007 para la cesta de crudo venezolana.
«El chavismo se da cuenta del control que pudo mantener sobre el sector privado a través de una persona que decidiera a quién le toca los dólares baratos. La primera consecuencia fue un estricto control sobre el sector privado», dijo.
La baja tasa de cambio oficial fue un cultivo para beneficiarse del diferencial cambiario con respecto al precio del dólar paralelo.
Grisanti destaca que el segundo legado de la política cambiaria fue la corrupción en la que «esa inmensa masa de dólares que ingresó al país por petróleo, trajo fortunas a las personas que estuvieron involucradas en el mercado cambiario».
El diputado Guzmán reitera que el uso durante tantos años del control de cambio, hizo que se crearan los inventivos para la corrupción. Desde la AN se han hecho denuncias sobre las irregularidades cambiarias y de las empresas de maletín, pero sus investigaciones no han sido tomadas en cuenta por los órganos de contraloría del Estado.

Aún se recuerdan las palabras del ex ministro de Planificacion, Jorge Giordani (uno de los hombres de confianza de Hugo Chávez), al anunciar la pérdida de $25.000 millones de Cadivi. También retumban los recientes señalamientos del ex vicepresidente del área económica Rafael Ramírez, en el portal Aporrea, en el que preguntaba al fiscal designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, «¿Cuáles son los grupos de poder que presionaron por mi salida de la vicepresidencia económica cuando queríamos ponerle el cascabel al gato del mercado paralelo de divisas?».
Guzmán afirma que aunado al despilfarro de la renta petrolera, la corrupción hizo mucho daño al país en estos 15 años. «El gobierno propició la salida de capitales con los bonos bolívar-dólar y ahora contamos con menos recursos en moneda extranjera. A su vez se creó un mercado paralelo que ha empobrecido a la población, hay menos producción y desabastecimiento».
Grisanti resalta que Venezuela se convirtió en el país más creativo emitiendo deuda en divisas.
«La tercera consecuencia del control de cambio fue el aumento del endeudamiento con las emisiones de bonos bolívar-dólar con tasas de arbitrajes muy amplios. Cuando se colocaron los títulos Venezuela 2023 y 2028 calculamos que el arbitraje fue cercano a los $1.200 millones».
Para el economista, la crisis económica y la carencia de dólares que vive Venezuela tiene como «principal responsable el control de cambio (…) Esta es la peor crisis de una economía que no ha pasado por una guerra o conflicto bélico. Se ha destruido la mitad del producto interno bruto y dejado caer 40% la producción petrolera. Es una profunda destrucción».
– ¿Nueva politica cambiaria? –
En este 2018, febrero (mes en el cual los gobiernos en Venezuela acostumbran a devaluar) no se escapa de un ajuste en el precio de la divisa. La eliminación del tipo de cambio preferencial Dipro de 10 bolívares por dólar y la puesta en marcha de un nuevo Dicom (Sistema de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado), generará un precio mayor que regirá todas las operaciones en divisas de los sectores público y privado.
Para Juan Pablo Olalquiaga, las expectativas sobre la nueva estrategia cambiaria y la eliminación del Dipro son muy bajas por la experiencia que se ha tenido en el pasado, debido a la manera en que las autoridades monetarias y financieras han manejado el control de cambio, además de dejar deudas por $12.000 millones al sector industrial.
Rafael Guzmán cree que «es un paso importante» la eliminación del dólar Dipro ya que se unifica el tipo de cambio oficial, pero señala que esta estrategia debe ir acompañada de otras reformas económicas y financieras. Considera prioritario desmontar el control de cambio y aplicar una nueva política monetaria en la que el BCV recupere su autonomía y deje de imprimir dinero inorgánico para financiar el déficit del gobierno.
«Desde la Asamblea hemos solicitado que se levante el control de cambio e ir a una unificación cambiaria, pero todo dependerá de la transparencia de las operaciones y de su reglamento. Es probable que se mantenga un mercado paralelo mientras no exista confianza, si las personas no puedan tener acceso al nuevo esquema y si no recibe un valor justo por su operación», acota. 
No obstante, el diputado augura aumentos desproporcionados con el paso de la tasa Dipro al precio que resulte en las subastas del nuevo Dicom, por lo que sugiere al gobierno ejecutar subsidios directos para los venezolanos.
Alejandro Grisanti no es muy optimista sobre la intención de cambio del gobierno en su gestión económica a pesar de haber eliminado la tasa de 10 Bs/$. Dice no tener esperanzas de que el precio del tipo de cambio sea determinado por las fuerzas del mercado, es decir, por la oferta y demanda «este si sería un paso al frente muy importante».

«No veo rectificación alguna por parte del gobierno. El nuevo Dicom es lo mismo que el otro Dicom, que Cadivi y que todos aquellos esquemas similares pero con diferentes nombres. Ojalá haya mayor flexibilización y que se permita un mercado permuta para unificar el tipo de cambio como lo tienen todas las economías ya sean de derecha o de izquierda».
Pero justo cuando el control de cambio cumple 15 años se está nuevamente a la expectativa de si efectivamente el gobierno modificará su estrategia cambiaria, si deja que el precio de la divisa se deslice y sea lo más parecido a ese DolarToday que ha pretendido sin éxito «pulverizar».]]>

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