Banca y Finanzas

Escotet: ilegal intervención a Banesco es un desgaste insostenible

El presidente del Grupo Banesco Internacional, Juan Carlos Escotet, argumentó este viernes que la intervención del banco por parte del gobierno nacional es "ilegal y desproporcionada” y “no tiene razón de ser”. El también abogado presentó públicamente sus alegatos pocos días después que el gobierno de Nicolás Maduro prorrogara un medida iniciada en mayo por la Superintendencia de Bancos (Sudeban) en una jugada que tuvo motivaciones políticas. Insistió en buscar un diálogo e "ir al más alto gobierno" y evitar una confrontación que podría producir "muchas bajas".

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“Esta es una intervención cuya motivación principal fue política. Es totalmente desproporcionada. No tenemos herramientas para producir una confrontación, hemos decidido dar la cara y seguiremos adelante”, dijo el empresario durante una amplia declaración de prensa en la sede del banco en Caracas, donde explicó con argumentos jurídicos y financieros su defensa del banco.

Dijo estar seguro de que si las autoridades hubieran aceptado escuchar los argumentos la intervención hubiera sido levantada inclusive antes de los 90 días del primer proceso.

Los supuestos delitos achacados a Banesco son catalogados por la Ley venezolana como «faltas administrativas», por lo que aunque hubieran ocurrido nunca debieron ser imputados, argumentó Escotet sobre los cargos contra 11 ejecutivos que fueron apresados (cuatro de ellos tras ilegales allanamientos a sus casas) y posteriormente liberados bajo medidas sustitutivas) .

Ahora viene una nueva fase de intervención que será un proceso larguísimo, de más requerimiento de información y desgaste.

Ya en los primeros 90 días de la intervención que debía terminar el 4 de agosto las autoridades el banco atendió 107 requerimientos de la UNIF (Unidad de Información Financiera), otros 90 de la junta interventora y 361 de Inspección General y Tecnológica de Sudeban, para un total de 361 oficios.

«No pierdo la esperanza, mantengo una actitud dialogante, humilde, absolutamente humilde, dispuesto a resolver este problema de la mejor manera», dijo Escotet

Insistió en que no ha podido hablar con las autoridades durante la intervención para explicar la situación real.

“Si nos hubiesen atendido se hubiera levantado la intervención”, dijo al destacar sus infructuosos esfuerzos por explicar a las más altas autoridades del país la situación real.

«La medida no tenía ningún fundamento para ser tomada», dijo para más tarde ahondar en las cifras que muestran la solidez del principal banco privado del país.

Pero Banesco solo representa hoy el 1% del patrimonio del grupo Banesco Internacional en su conjunto y «hubiera sido fácil dejar que se perdiera», señaló para abordar el valor de este banco más allá de lo material.

«Mi prioridad absoluta es Venezuela. Quiero hablar con el alto gobierno, entender lo que está pasando y encontrar una solución a este problema. Aquí voy a estar siempre», dijo el banquero venezolano descendiente de inmigrantes españoles, que en los últimos años se ha convertido en un importante jugador en el mercado financiero de España, donde por estos prepara otra inversión importante con la compra de otro banco.

Gracias al diseño del grupo, con operaciones independientes en cada país, se ha limitado el efecto de la intervención.

«Cero consecuencias», dijo al explicar que esta estructura opera como un cortafuegos y evita riesgos de contagio. «El que pierde es el accionista», sostuvo.

Sólo para la adecuación de la plataforma tecnológica de Banesco en los próximos meses antes de fin de año el grupo debe completar una inversión adicional por 12 millones de dólares, en moneda dura aportada por los accionistas. Pero las utilidades al cierre del primer semestre fueron de solo tres millones de dólares, observó.

Pese al proceso de intervención las operaciones se han mantenido, pero eso se ha logrado «con un desgaste del personal humano brutal. Eso no es sostenible».

«Aún teniendo la mejor oferta de este mundo, este banco no se vende, Banesco no se vende. Espero que tampoco me lo quiten», dijo al negar que haya alguna oferta de compra del banco. «No hemos recibido ofertas ni las queremos escuchar. Los hijos no se venden», dijo al admitir que esa última frase ha resultado polémica y pudo ser mal interpretada en su oportunidad por algunas personas.

«Por un hijo nunca se deja de luchar. Si nos los arrebatan seguiré luchando», recalcó.

«Banesco es la Harina Pan de la banca venezolana. Trasciende a los accionistas, a los fundadores, a los empleados, por eso es que toda la sociedad tiene que ayudar a preservar este banco», insistió.

La intervención, dijo, ha podido ser bien sobrellevada gracias a la solidez financiera del banco, pero en efecto ha hecho mella en las operaciones, desde en la búsqueda de personal, -dos de cada tres ofertas de trabajo no son aceptadas-, hasta en la relación con bancos corresponsales en el exterior y pagos a proveedores internacionales.

También han tenido que invertir en bufetes de abogados para explicar a sus relacionados internacionales que el banco sigue operando de derecho como una entidad privada y que pese a la intervención no es del Estado.

El banco sigue controlado por sus accionistas «la gestión y la responsabilidad diaria sigue siendo nuestra», dijo al recalcar que mantiene el control de las instancias de gobierno corporativo y responden por las firmas de los informes de resultados.

Pese a la intervención administrativa que pudiera comprometer la propiedad del banco, los accionistas han mantenido el compromiso con los clientes, colaboradores y con el país y man mantenido el Plan de Negocios, lo que incluye sucesivos aumentos de capital en esos 90 días. Uno por cuatro billones de bolívares (Bs4.000.000.000.000) el 4 de mayo y otro por 3,5 billones el 31 de julio.

Los activos totales ya superan el trillón de bolívares (una cifra dimensionada por la hiperinflación que sufre Venezuela).

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