Empresas y Negocios

Evergrande, un gigante chino que se hunde y amenaza a medio mundo

Evergrande, la inmobiliaria china al borde de la quiebra, tiene en vilo a los mercados mundiales de materias primas y financieros. Este gigante debe tanto como el monto de la deuda externa de Argentina o Indonesia y este jueves vencen pagos por $83.000 millones que están en la picota. Con 200.000 empleados y negocios también en vehículos eléctricos, parques temáticos y hasta fútbol, su inminente derrumbe tiene el potencial de provocar un crisis financiera en al menos la mitad asiática del planeta. Si esto se extiende también arrastrará a los países exportadores de energía y materias primas.

Evergrande, gigante chino se hunde y arrastra un mundo
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Desde Chile, mayor exportador mundial de cobre, hasta las monarquías del Oriente Medio que integran la Opep, pasando por los mercados financieros de Asia y los de deuda de América y Europa, todos están hoy en alto riesgo por el lento derrumbe del gigante chino Evergrande.

Un informe de la firma financiera japonesa Nomura, citado por el periódico español El Economista, describe la gravedad potencial de la crisis de Evergrande para China y por ende para el mundo.

El sector inmobiliario es el que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) de China, que es la segunda economía mundial, tras Estados Unidos.

Nomura calcula que en 2020 el sector inmobiliario contribuyó con un 12,3% al PIB de China.

«Si a eso se le suman los ingresos por ventas de tierras del gobierno pagados por los promotores, la contribución total del sector inmobiliario asciende a alrededor de una cuarta parte del PIB de China».

Además, este estratégico sector aportó el 24% a los ingresos fiscales totales en 2020 y, «en términos más generales, contribuyó con un 44,0% a los ingresos totales del gobierno», sostiene Nomura.

Primeros golpes en América

La crisis financiera que afecta a este gigante inmobiliario llevó este lunes al precio del cobre, del que Chile es el primer productor mundial, a su mayor caída en un mes, informó la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Este es uno de los preludios de lo que podría ser una crisis general que afecte la incipiente recuperación de la economía global real tras la crisis dejada por la pandemia del coronavirus de covid-19.

El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) perdió este lunes un 3,07 % hasta los $4,148 la libra (9.145 dólares la tonelada), su precio más bajo desde el pasado 20 de agosto.

El precio promedio del cobre en 2021 llega así hasta los $4,167 , lejos del máximo histórico alcanzado el pasado 10 de mayo (4,86 dólares la libra) y que superó los registros del «superciclo» de 2011.

Deuda tamaño chino

Evergrande, una de las mayores promotoras de China y cuya deuda asciende a $305.000 millones (299.000 millones de euros), está teniendo dificultades para pagar a sus acreedores, aunque la semana pasada rechazó rumores de una inminente quiebra.

La compañía emplea a más de 200.000 personas de manera directa y tiene participaciones en otras industrias como los vehículos eléctricos, los parques temáticos y el fútbol.

Evergrande, estalla burbuja inmobiliaria

Un complejo de Evergrande en construcción, la ciudad Cultural y de Turismo, en Taicang, ciudad de Suzhou en la provincia de Jiangsu (este). Foto: Jessica YANG / AFPCochilco redujo la semana pasada su proyección del precio del cobre para este año a 4,2 dólares la libra debido a la desaceleración de la economía china y las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos comience el retiro de los estímulos fiscales.

Chile, que aglutina el 28 % de la producción mundial de cobre y está debatiendo la posibilidad de implantar una regalía a la extracción del metal, produce cerca de seis millones de toneladas al año.

Mientras, el euro perdía terreno este lunes 20 de septiembre para caer hasta $1,17 por la aversión al riesgo y el nerviosismo en los mercados por Evergrande, que ha impulsado las compras de dólares, considerado inversión segura.

En ruta de colisión

La Bolsa de Nueva York se mantenía a la baja después de la apertura este lunes, temerosa de las consecuencias de una posible quiebra de Evergrande.

A las 15H10 GMT el índice Dow Jones perdía 1,44%, el tecnológico Nasdaq cedía 2,08% y el S&P 500 caía 1,63%.

«Varios factores precipitan una liquidación» de posiciones, resumió Patrick O’Hare de Briefing.com. Citó en particular la situación de Evergrande y la tensión en torno al aumento del tope de endeudamiento de Estados Unidos.

Evergrande mantiene más de 1,4 millones de viviendas aún en plena construcción, que ya no puede terminar ni entregarlas a sus propietarios.

«La conmoción en el sector inmobiliario de China sigue sacudiendo los mercados mundiales», señaló Chris Low, economista jefe de FHN Financial.

«Evergrande debe pagar intereses esta semana y hay fuertes chances de que la empresa no pueda hacerlo», dijo este analista. Las acciones de otros promotores inmobiliarios también caen y los inversores temen un contagio hacia todo el sector.

Los títulos de la empresa china al borde de la quiebra cayeron 17% este lunes en Hong Kong y llevan una caída de casi 90% con respecto al comienzo del año.

Un historia conocida

Desde tasas de interés milagrosas a inversiones de alto riesgo. Los acreedores expoliados y los empleados describen las tácticas desesperadas del gigante inmobiliario chino Evergrande para escapar de la bancarrota.

El mastodonte se había convertido en dos décadas en uno de los rostros más visibles del frenesí inmobiliario de China. Allí, en tanto millones de familias han podido adquirir la propiedad de sus hogares.

Hoy, el grupo se desmorona minado por una deuda equivalente al PIB de Rumania, por ejemplo.

Proveedores impagos y propietarios engañados se manifestaron la semana pasada ante la sede del grupo, en Shenzhen (sur). Escenas poco comunes en un país donde las protestas son muy poco toleradas.

Totalmente acorralado, actualmente ofrece a sus acreedores los pagos adeudados en especie, como terrenos o plazas de estacionamiento. Ofertas por lo general rechazadas por los interesados.

«¡Lo que quiero es dinero!», indicó a la AFP un inversor llamado Feng. «Ni siquiera pienso mirar esta oferta», añadió.

Familias con pérdidas totales

Ante la inminente amenaza de la bancarrota, Evergrande también ha propuesto en los últimos meses a sus empleados vender –pero también comprar para ellos mismos– inversiones muy atractivas pero de alto riesgo, de acuerdo a varios de éstos contactados por la AFP.

Una de ellas, de apellido Huang, asegura haber recolectado 1,5 millones de yuanes (unos 200.000 euros) con ayuda de su familia para comprar estos productos propuestos.

Las tasas de interés ofrecen una ganancia de entre 7% y 9%, según los empleados y folletos consultados por la AFP.

«Antes del vencimiento, nos pidieron que metiéramos más dinero en lugar de reembolsarnos», revela. «Ahora, ya lo hemos perdido todo», añade.

Sin comentarios

La AFP contactó con Evergrande para comentar estas informaciones, pero el grupo se negó a formular declaraciones.

Una consejera financiera del sector de administración del patrimonio en Evergrande, quien se negó a identificarse por temor a represalias, confesó que era difícil resistirse a las propuestas de la dirección.

«Nos animaron intensamente a mejorar nuestros rendimientos, prometiéndonos bonificaciones», destaca.

Como resultado, «muchos clientes depositaron todo su dinero y sus jubilaciones en Evergrande porque confiaban en Xu Jiayin», fundador del grupo, quien en pocos años se ha convertido en uno de los mayores multimillonarios chinos, explica la empleada.

Pero, a comienzos de este mes, cuando se hizo difícil reembolsar, se volvió imposible contactar con la gerencia, afirma.

El sábado, Evergrande anunció que aplicaría «severas sanciones» a seis funcionarios de la empresa que, supuestamente, habrían logrado el reembolso de sus inversiones antes del plazo de vencimiento.

Una burbuja que estalla

En pleno auge de la gigantesca burbuja inmobiliaria Evergrande se embarcó en proyectos faraónicos.

En Suzhou, ciudad cercana a Shanghái, famosa por sus canales y jardines imperiales, el grupo debía construir un enorme complejo residencial, con escuelas, un parque de ocio y un barrio comercial de estilo europeo.

Esta «ciudad turística y cultural de Evergrande«, sin terminar, se encuentra actualmente invadida por compradores furiosos que dudan que alguna vez puedan recuperar sus inversiones.

Un propietario, bajo cubierta del anonimato, señala que muchos compradores han sido persuadidos para que otorguen poderes a los empleados de Evergrande, con tal de que puedan firmar documentos en su nombre.

Después, el calendario para la entrega de los apartamentos fue cambiando, con la aparición de nuevas condiciones financieras en los contratos. Hubo que empezar a pagar los gastos comunes del condominio inclusive antes de que entregaran las llaves.

«Me quedé boquiabierta», confiesa.

No obstante, la imagen del grupo inmobiliario permanece intacta en Cantón (sur), donde Evergrande completó la construcción de su primer complejo residencial en 1996.

«Originalmente, su objetivo era ayudar a familias comunes como la nuestra a pagar su apartamento», dijo Liu, una maestra jubilada.

«Evergrande no es una empresa terrible. Se ocupó mucho de nosotros», apostilló.

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