Economía

Farmacias terminan 2014 con fallas que superan 60%

El año concluye para las farmacias con los mismos problemas con los que arrancó. La escasez, con la que deben lidiar los pacientes día a día, llegó hasta las pastillas anticonceptivas.

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En un recorrido realizado por Elinteres.com por varias farmacias de la ciudad capital se encontró que medicamentos como antihipertensivos, antihistamínicos, para la diabetes, antibióticos, analgésicos y hasta anticonceptivos, tienen fallas importantes.
Medicamentos para cardiopatías como la hipertensión tienen un suministro de 20%, en una farmacia de La Castellana. ”Tenemos racionados estos productos porque nos llega de manera irregular”, dijo la auxiliar del establecimiento.
“No hay antibióticos de ningún tipo y desde hace dos semanas no nos llegan analgésicos”. Los diabéticos tienen que cruzar los dedos para hallar todo en un mismo lugar: “La insulina escasea en 60% y no hay lancetas, que son las agujas que necesita el glucómetro para medir la cantidad de azúcar en la sangre”, señaló.
En una farmacia de la avenida Páez de El Paraíso, al oeste caraqueño, Clara Gonzales, regente del local, indicó que medicamentos para diabetes, enfermedades cutáneas, alergias, asma, tiroides y pastillas anticonceptivas escasean en su totalidad.
La situación se agrava con los pacientes que sufren de alguna deficiencia neurológica: “Los psicotrópicos y anticonvulsivantes tienen mucho tiempo sin llegarnos”, dijo Gonzales, quien asegura que la situación con los antibióticos y los analgésicos es menos dramática. “Nosotros si tenemos más variedad y nuestro abastecimiento es de 60%”, y se debe a que el suministro es diario y lo reciben de diferentes droguerías.
Las mujeres deben “ligarla” para poder encontrar el anticonceptivo que usan porque no se consiguen todas las marcas y las que hay están racionadas. Andrea Rojas, cliente de la cadena de tiendas Farmatodo informó que recorrió por lo menos unos 10 locales para comprar la que toma.
“El déficit de pastillas anticonceptivas es del 60%”, señaló la regente de la farmacia en La Castellana. En tanto que en una farmacia de la avenida Páez de El Paraíso el desabastecimiento de este producto es de 20%.
El suministro no se hace con regularidad y cuando llegan los pedidos inmediatamente se lo llevan, afirmó la auxiliar.
En un establecimiento de Las Fuentes en El Paraíso, los medicamentos para el asma en la presentación de suspensión para inhalación oral, están agotados y solo tienen las gotas para nebulizar, dijo Yuimary Mendoza, auxiliar de la farmacia. “Para el resto de las patologías la escasez es de 80%”, afirmó.
Los antihipertensivos llegan rara vez: ”Cada dos semanas y solo nos abastecen con dos o tres cajitas”. No hay antialérgicos para adultos y está racionada su venta.
Las farmacias pequeñas, que no forman parte de las grandes cadenas, son las que más padecen las fallas en los despachos. Un punto de Los Palos Grandes, cercano a la plaza del mismo nombre, es un ejemplo de ello. Es un local poco espacioso, tiene una clientela variada, pero se desocupa rápidamente, no por la velocidad en la atención al público, sino por las respuestas cortas y directas: “No hay”, “No nos queda”, “No tenemos”.
Miriam García, farmaceuta del establecimiento, afirmó que la escasez se acentuó cuando la epidemia de Chinkungunya golpeó la zona. “Ya teníamos problemas para encontrar ofrecer algunas medicinas, pero se marcó más cuando la Chinkungunya infectó a muchos de los que viven por la zona y gran parte de Chacao, por eso el acetaminofén no lo tenemos”.
García también manifestó que los medicamentos que ahora venden son para problemas de salud leves, dolores, golpes y gripe, pero sí tienen una dotación grande de antibióticos y analgésicos.
El presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela, Freddy Ceballos, indicó en días pasados -en entrevista con Uniòn Radio- que las fallas de medicinas superaban 60%. El representante gremial mostró preocupación de cara a 2015, que se vislumbra un año con mayores restricciones por la caída en los precios del petróleo.
Los controles de precios a los que están sometidos una gama de presentaciones de medicamentos desde 2003 y el control de cambio han reducido la oferta de medicinas e insumos para el sector salud.

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