Fin del control de cambio traería inflación de entre 125% y 190%

Al repasar el modelo económico venezolano que se ha mantenido por 40 años y que desde el gobierno de Hugo Chávez ha exacerbado el rentismo, la planificación central y la intervención, García afirmó que los controles de cambio siempre terminan por desmontarse y que por la dinámica de hoy, probablemente eso se haga de manera forzosa.
Pero estabilizar el país pasa por un ajuste macroeconómico de manera inmediata, afirmó García en su exposición.
El desmontaje del control cambiario es necesario, y de la manera como se haga dependerá que el pico inflacionario que se produce cuando se libera el control, sea de 125% o más de 190%, argumentó.
La profunda crisis en la que se encuentra Venezuela es el resultado de los esfuerzos del gobierno por crear una ilusión de consumo en tiempos de elecciones, que no era posible sostener.
García sustentó su argumento con data del Banco Central de Venezuela. Desde 1998 y hasta 2013 la variación acumulada del Producto Interno Bruto per cápita anualizado fue de 14% (menos de 1% anual), pero con un consumo por habitante que subió 60%.
Este consumo no fue cubierto con producción sino con importaciones, que en ese período crecieron 108,4%, y que se financiaron con la renta petrolera y endeudamiento en medio de un boom de precios del crudo.
García añadió que el crecimiento de las importaciones también se financió con la quema de reservas internacionales y con las líneas de crédito de las casas matrices de firmas transnacionales, debido al atraso del gobierno en el pago de divisas a las filiales locales.
El director de Econométrica comparó los resultados de Venezuela no sólo con países vecinos, sino también con los socios de la alianza ALBA, -el esquema de integración política impulsado por Venezuela- cuyas economías están en mejores condiciones que la de este país rico en petróleo.]]>