Las operaciones de Firestone en Venezuela siguen su curso tras el sacudón que vivió apenas unos meses atrás. La productora de cauchos mantiene sus operaciones con la normalidad que la situación país permite, aseguran sus trabajadores.
“Estamos produciendo y no hemos dejado de hacerlo”, dijo a El Estímulo Jorge Gámez, secretario general del sindicato de Trabajadores de Bridgestone Firestone (Sintrabrifi), descartando informaciones que daban cuenta de que la empresa se mantenía paralizada desde mediados de 2016 por supuestos desacuerdos entre los antiguos propietarios, la japonesa Bridgestone, y los nuevos propietarios sobre la sesión de la marca comercial.
Gámez aseguró que la empresa no ha estado paralizada sino por pocos períodos de tiempo en atención a la disponibilidad de materia prima, la cual, aun con dificultades, ha seguido fluyendo de manera constante. Aseguró que se producen cauchos de todas las medidas, desde neumáticos para pasajeros hasta para uso agrícola.
El dirigente sindical afirmó que cada día de las líneas de producción de la factoría salen entre 4.000 y 5.000 unidades, lo que en promedio significa que trabaja a 60% de su capacidad instalada, la que aclaró es de 7.500 unidades diarias y no de 9.000, como erróneamente se estimaba. “Se pueden fabricar esas 9.000 unidades pero eso es llevar la producción a 120%”, dijo.
En junio de 2016, Bridgestone Firestone se convirtió en una de las mayores corporaciones del sector automotor en anunciar su salida del país. De manera inmediata informó que las operaciones de la planta, ubicada en la zona industrial La Quizanda de Valencia, Carabobo, pasarían a manos del empresario venezolano-paraguayo Carlos Gill, presidente del venezolano Grupo Corimon y quien tiene otras inversiones en países latinoamericanos.
El monto de la negociación nunca fue revelado, pero fuentes del sector aseguran que la compra fue “a precio de gallina flaca”, toda vez que los japoneses estaban interesados de desprenderse de un negocio que había dejado de ser rentable, además de no tener seguridad alguna de recibir pagos de la deuda que la filial local mantenía con la corporación por la imposibilidad de reportar dividendos.
La empresa labora solo cuatro días a la semana (de martes a viernes) y con los tres turnos habituales, una medida que según Jorge Gámez ha permitido “estirar” el inventario de materia prima, evita el cese de operaciones y despidos de personal.
La nómina de Firestone es de 1.279 trabajadores de planta, pero supera los 1.500 contando el personal administrativo.
Gámez señaló que en agosto pasado se dio sin mayores inconvenientes la firma de una nueva contratación colectiva, que se ha venido cumpliendo sin mayores problemas, salvo por el cambio de las condiciones de la póliza de HCM, cuya prima sufrió un incremento de más de 580%. “Estamos negociando eso porque se está afectando el ingreso del trabajador, que pasó de pagar Bs 1.000 a cancelar Bs 5.000 por la prima”, dijo.
– Apoyo estatal –
“Hay inconvenientes con materia prima pero nos mantenemos operando”, acotó el dirigente sindical, agregando que un convenio entre los nuevos propietarios y los antiguos proveedores de insumos ha permitido el flujo continuo.
Aun cuando desconoce los intríngulis de la negociación, el sindicalista señaló que los dólares requeridos para la compra de materia prima se gestionan a través del Fondo Chino-Venezuela, un pote establecido entre los gobiernos de ambos países para la compra de insumos en el país asiático con cargo a la cuenta mancomunada. “Ellos (los directivos) han dicho que se está gestionando el segundo tramo del fondo, con lo cual garantizan que seguirá llegando materia prima”, acotó.
Añadió que la nueva directiva ha venido realizando labores de mantenimiento en las líneas de producción, lo que significa que se mantienen las inversiones.
Entre las refacciones que se han efectuado están el cambio de las matrices de los cauchos que salen con el sello Bridgestone, denominación que desaparecerá del mercado. “Solo quedará la marca Firestone pues Bridgestone ha ido saliendo poco a poco”, dijo el sindicalista.
En su momento, Carlos Gill confirmó a El Estímulo que el acuerdo de compra incluía la utilización del nombre comercial Firestone, a pesar de que la empresa pasó a denominarse Alice Neumáticos de Venezuela.
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Cuenta con 7 vuelos a la semana, 4 a Bogotá y 3 a Medellín. Actualmente tiene capacidad para 10.000 pasajeros al mes
Las autoridades aeronáuticas de ambos países ya firmaron los protocolos necesarios. Se espera que los vuelos inicien en los próximos meses
