Mercados

Fitch duda que Venezuela obtenga un financiamiento significativo

La agencia calificadora Fitch Ratings señaló este lunes que la devaluación y el aumento del precio de la gasolina anunciados por el presidente Nicolás Maduro no tendrán un impacto positivo en la calificación crediticia de Venezuela.

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«El impacto combinado de bajos precios del petróleo, la falta de la materialización de financiamiento internacional y la incertidumbre política continúa pesando sobre la calificación de Venezuela», escribió Fitch en una nota de prensa divulgada este lunes en su página web.

Venezuela actualmente posee una nota crediticia de «CCC», lo cual refleja la debilidad de las fuentes de apoyo externo del Estado, la dependencia de las materias primas, las crecientes distorsiones macroeconómicas, la poca transparencia en las cifras oficiales y la incertidumbre política.

El presidente Maduro anunció una serie de medidas económicas que buscan aliviar las cuentas internas del país. Estas incluyeron la devaluación de la tasa más baja de Bs 6,30 a Bs 10 por dólar, la creación de un mercado «flotante» -del cual todavía no se conocen detalles- y el aumento del precio de la gasolina.

«Las medidas anunciadas no vinieron acompañadas de un plan de ajuste más amplio que eleve la consistencia entre las políticas fiscales y cambiarias. Por lo tanto, es probable que la recesión, la inflación y los desequilibrios fiscales continúen profundizándose», publicó la firma.

Advirtió además sobre la caída de las reservas internacionales, indicando que la liquidez operativa de las reservas internacionales está restringida, ya que aproximadamente dos tercios están en oro monetario, bajo la custodia del Estado.

«Las fuentes de financiamiento en divisas son también limitadas (…). No esperamos que se materialice un financiamiento significativo este año, más allá de la renovación de las facilidades petroleras existentes con China», añade.

Aunque el gobierno ha expresado abiertamente su voluntad de pagar la deuda externa, los «costos económicos y sociales de la reducción de las importaciones continúan aumentando». Fitch calcula que las necesidades de financiamiento de Venezuela ascienden a $32 mil millones en 2016.

Además, observa que la incertidumbre política impide la adopción de una estrategia creíble y sostenible para ajustar las finanzas del país a los bajos precios del petróleo: «Los cálculos políticos siguen siendo un factor determinante que guía las decisiones ne política económica, lo que profundiza la polarización y aumenta el riesgo de malestar social debido a la grave crisis económica».

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