Empresas y Negocios

General Motors se va de Venezuela luego de casi 70 de años en el mercado

El embargo de la planta de General Motors Venezolana (GMV) fue el detonante para activarse el retiro de la empresa del país: a punto de cumplir 70 años en suelo venezolano, la automotriz estadounidense anunció que cesa sus operaciones en la nación, pero garantiza el suministro de partes y piezas para sus clientes.

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General Motors Venezolana
Texto: A. Matute | FOTO: Juan Carlos Hernandez | AP

La empresa informó que el cese de operaciones procede de manera inmediata, aun cuando desde diciembre de 2015 las labores de ensamblaje en la planta de Valencia permanecen paralizadas luego de agotar sus inventarios de materia prima.
Aun así, la compañía mantuvo hasta ahora una operatividad reducida prácticamente consistente a la importación de partes y piezas, así como el mantenimiento de las instalaciones de la factoría.
Pero a partir del martes 18 todo cambió, cuando por órdenes de un tribunal zuliano la planta fue tomada por las autoridades para dar cumplimiento a un embargo por 476.000 millones de bolívares, una inverosímil cantidad que deberá cancelar la compañía a un concesionario zuliano al cual escindió el contrato por su ineficiente desempeño en el año 2000.
“Este fue el golpe final. Si la empresa tenía la intención de seguir aguantando hasta que la situación del país mejorara, tras el embargo resulta imposible porque la empresa local no tiene esa cantidad. Es más, la planta quizás no cuesta esa suma”, señaló una fuente ligada al sector automotor que prefirió el anonimato.
Lo cierto es que GMV tras soportar por años la reducción de operaciones y sin poder repatriar capital a la casa matriz en los últimos tres años, la empresa decidió abandonar el país, lo que implica el despido inmediato de cerca de 2.700 operarios de su nómina.
Hasta el cese del ensamblaje en 2015, GMV fue la mayor ensambladora del país con una capacidad de producción cercana a las 110.000 unidades al año, liderando el mercado nacional por más de 35 años.
A través de un comunicado, la empresa señaló que “el embargo fue dictado en total desconocimiento al derecho a la defensa y al debido proceso, causando un daño irreparable a la compañía, a sus trabajadores, sus 79 concesionarios que representan la red de servicio más grande del país, y a sus proveedores que representan más de 55% de la industria de autopartes en Venezuela”.
“Por lo anterior, General Motors Venezolana anuncia el cese inmediato de sus operaciones en el país, y asegura (en la medida que las autoridades lo permitan) el total cumplimiento de las obligaciones legales asociadas a la finalización de la relación laboral con sus trabajadores, debido a causa ajena a la voluntad de las partes”.
Señala además que ejercerán todas las acciones legales dentro y fuera del país para enfrentar la decisión del tribunal que favoreció al demandante, que según fuentes del sector está muy relacionado a personeros del alto gobierno.]]>

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