El presidente de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Fevenpa), José Luis Hernández, dijo que el sector está colapsado por la baja operatividad derivada de la falta de divisas y de una política automotriz que favorezca la producción nacional.
Uno de los inconvenientes que afrontan es que mantienen congeladas en sus cuentas el equivalente en bolívares a 100 millones de dólares de las subastas 10 y 26 del sistema Complementario de Administración de divisas (Sicad) de 2014 y de la subasta número 1 de 2015.
Hernández demandó del gobierno condiciones para reactivar la industria que al cierre de septiembre de este año trabajaja a 21% de su capacidad con un sector de ensamblaje nacional que registra una caída de 98,9% en los primeros nueve meses de 2017.
La industria de ensamblaje de vehículos tiene capacidad para 250.000 unidades y hasta septiembre se produjeron 1.409, en comparación con las 2.295 del mismo período de 2016 y las 131.419 de 2007, el mejor año de la industria nacional.
Este año, en las subastas del Sistema Complementario del Tipo de Cambio Flotante de Mercado (Dicom), los autopartistas recibieron 8 millones de dólares, que apenas representa 4,6% de las necesidades del sector. Hernández señaló, en rueda de prensa, que ese monto equivale a 500.000 dólares por subasta, cuando requieren de $30 millones al mes.
La caída del mercado de repuestos, que atiende a un parque de 4,2 millones de vehículos, es de 27,7% este año. En el balance presentado este miércoles, Hernández apenas destaca un repunte de las exportaciones a 3 millones de dólares desde los 2,2 millones de dólares del año pasado. Recuerda que el sector llegó a colocar en 2006 en otros mercados el equivalente a 260 millones de dólares.
Indicó que aunque quisieran no pueden atender el mercado de exportación por cuanto si bien tienen los clientes no pueden garantizar la continuidad en el suministro por la falta de divisas para adquirir materia prima.
Hernández solicita «liberar el control de cambio y consolidar un esquema de libre acceso que garantice la compra de la materia prima de manera planificada y regular, hay que llevar la inflación a menos de un dígito. Hay que romper paradigmas y pedir financiamiento multilateral que permita resolver el problema de la divisas y la reestructración de la deuda para cubrir necesidades de pago de amortización.
Pidió como indispensable la reactivación de las empresas básicas para poder acceder a materias primas, ya que una industria de apenas 2.000 unidades al año no es sustentable en el tiempo.
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