Economía

IIES-UCAB estima recuperación económica en Venezuela al cierre de 2021 (+Datos)

A pesar de algunos avances positivos, el informe reafirma que “la naturaleza de la crisis interna y la estructura del proceso productivo que se ha ido reconfigurando” no permiten disminuir “los muy altos niveles de pobreza”, sino que “profundizan la desigualdad”

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IIES-UCAB venezuela

El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB) proyectó en su informe de Coyuntura Venezuela correspondiente a junio de 2021 que la economía del país crecerá 1,9% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de este año.

En comparación a la contracción de -21,5% correspondiente a 2020, según datos de IIES-UCAB, este crecimiento es una mejora modesta tras 8 años de recesión y casi cuatro de hiperinflación.

El estudio también establece la establece la estimación de un incremento anual del consumo de 1,9%, frente a una contracción de de -21,7% que se estimó para el cierre de 2020.

Por otra parte, proyectan un aumento de la inversión real de 5,5%, después de reportar un incremento de 2,3% en 2020.

Vale acotar que, de acuerdo con la data histórica que maneja el IIES-UCAB, este indicador venía de 7 años consecutivos de caída. A modo de resumen, estos son los 15 datos más relevantes que resalta el informe:

1.

La actividad económica de Venezuela, durante 2021, podría mostrar una tasa de crecimiento cercana al 2%; mientras que en 2022 podría alcanzar 5%, sobre todo si se logra recuperar, al menos parcialmente, la producción interna de hidrocarburos.

“Estas tasas de crecimiento, de ser alcanzadas, no permitirían, ni siquiera a finales de 2022, volver al reducido nivel del PIB de 2019”, dice el informe, no sin altas señalar que desde 2014, el PIB de Venezuela se redujo 76%.

2.

Se detuvo la caída en la producción petrolera, después una reducción de 62,7% en 2020 versus 2018 y de 82.7%, respecto al año 2013.

“En el segundo semestre de 2021 podría incrementarse la producción petrolera en unos 60.000 barriles diarios; y en 2022 se puede alcanzar un volumen de producción promedio de 700.000 b/d”.

También señala: «Se presume que será muy difícil retornar en el corto plazo a niveles de 2019 (796.000 b/d) y, mucho menos, alcanzar de nuevo, aun en el largo plazo, los volúmenes de producción de 2016».

“Volver a una producción de 2,6 millones de barriles diarios podría requerir de una inversión de $ 200.000 millones; y recuperar la producción en 1 millón de barriles diarios requeriría entre $ 25.000 y $ 30.000 millones. Bajo ningún escenario, estos recursos podrían ser aportados por el sector público venezolano; y tampoco, en el corto y mediano plazo, por el sector privado nacional e internacional”.

3.

Aunque se haya un levantamiento de sanciones y se recupere la demanda internacional en 2021 y 2022, no es posible un boom en las exportaciones petroleras de Venezuela.

La razón es que hay «fuertes restricciones de oferta internas (infraestructura obsoleta, reducción del capital humano, incapacidad gerencial, régimen fiscal e institucional muy deficiente, falta de inversión y mantenimiento)” que impiden un incremento significativo de la producción.

4.

El informe reafirma lo que han reportado especialistas económicos, la hiperinflación se está desacelerando en Venezuela respecto a años anteriores. De acuerdo con el IIES-UCAB, esta se estabilizará entre 2.000% y 2.500% anual, «una tasa muy elevada pero menor al 3.000% de 2020, 9.600% de 2019 y 130.000% de 2018».

5.

La economía continúa dolarizándose, en un ambiente hiperinflacionario y un escaso control efectivo del Banco Central sobre esas áreas. Si bien las autoridades han logrado impedir la dolarización del crédito bancario y la profundización de la utilización de medios de pago emitidos por el sistema financiero en divisas, no pueden evitar el avance hacia una economía bimonetaria.

“La dolarización en Venezuela no es la consecuencia del logro de un objetivo de política económica, sino el resultado inevitable de la permanente alta inflación que ha restado toda significación relevante al signo monetario local”.

6.

Una reciente encuesta sobre la situación de la industria en Venezuela revela que en el sector manufacturero estaría hoy utilizando solo 18% de la capacidad instalada.

Paralelamente, se ha producido un incremento en la informalidad, tanto en la actividad empresarial como en el mercado de trabajo.

“Desde la perspectiva laboral, las implicaciones recaen principalmente en el desempleo, el incremento del empleo informal y la precarización de los empleos en general, así como la disminución de la productividad y del capital humano, lo que agudiza los elevados niveles de desigualdad y pobreza de la población”.

 7.

Existe un relajamiento en las políticas vigentes de control y regulación.

“La desregulación del control cambiario y, no totalmente formalizada, de los precios han permitido cierto florecimiento de la actividad económica en sectores y espacios geográficos muy específicos”.

El alcance de esta tímida recuperación está limitado por las severas restricciones que afectan el lado de la oferta de la economía y la actual estrechez del mercado interno.

8.

El tamaño del mercado interno también sufre por la pérdida de 20% de la población del país, que es la magnitud que se estima de la emigración reciente y que aún no se detiene.

“Las remesas de estos emigrantes se han convertido en un factor clave para sostener el nivel de la actividad económica interna”.

9.

El Gobierno de Nicolás Maduro continúa aumentando la emisión monetaria, convirtiéndose así en la principal fuente de financiamiento del sector público. No obstante, IIES-UCAB señala que “el rendimiento de este canal se ha reducido en la medida que la demanda de dinero local ha disminuido significativamente”.

10.

Los especialista pronostican que los egresos por bonos del Sistema Patria absorban más del 50% del gasto público consolidado. Lo que reste se destinaría para cubrir salarios y compra de bienes y servicios de la Administración Pública Central y Descentralizada.

Igualmente, las transferencias monetarias y en especie (cajas CLAP) vía Carnet de la Patria continuarán desincentivando el trabajo asalariado tanto en el sector público como el privado.

“La crisis y la precariedad del empleo han convertido a estas transferencias en un poderoso instrumento de control social, razón por la cual se espera que este mecanismo se mantenga, e incluso se incremente, sobre todo si el país entra en un ciclo político-electoral”.

11.

La crisis del país también ha generado aumentos en la desigualdad del ingreso. El avance de este aspecto se evidencia en los resultados de las ENCOVI.

“En 2014, el 10% de los hogares más pobres captaba el 2,1% de los ingresos totales, mientras que, en 2019, el mismo reduce su participación a menos de la mitad (0,8%). En contraste, la participación del 10% más rico pasa de 30% del ingreso total en 2014 a 33,9% en 2019”, dice el informe.

12.

«El ingreso promedio per cápita del decil 10, el de mayores ingresos, no solo duplica el del decil inmediatamente anterior (decil 9), sino que representa 41 veces el que corresponde al decil más pobre», resalta el IIES-UCAB.

13.

La caída en las exportaciones petroleras ha sido contrarrestada muy parcialmente por las exportaciones de otros minerales. En este caso, el más relevante es el oro que hoy se explota con enorme impacto ambiental y social.

Para este año, se estima que la caída del valor total de los ingresos externos se detenga, por causa de una leve recuperación de las ventas de crudo y del flujo de las remesas de los venezolanos en el exterior.

“Sin embargo, aunque el nivel estimado para 2021 de los ingresos externos por exportaciones (10 mil millones de dólares) duplicaría el de 2020, no superaría el alcanzado en 2019 (estimado en 17 mil millones de dólares) y mucho menos el promedio anual de 2015-2018 (33 mil millones de dólares)”, señala.

14.

De acuerdo con el Indicador de Gobernanza Mundial elaborado por el Banco Mundial, Venezuela destaca en América Latina como el país de peor comportamiento en el ámbito político-institucional. Esta posición se debe al pobre desempeño en áreas como Estado de derecho, calidad regulatoria, estabilidad política y control de la corrupción.

En ese sentido, el informe indica: “En el análisis comparativo con otros países latinoamericanos, Venezuela también ocupa una posición desfavorable y bastante rezagada, especialmente, en relación con países como Perú y Colombia. La magnitud de las diferencias da a entender lo poco atractivo que resulta Venezuela como destino de inversión doméstica y extranjera, debido a su pobre marco institucional”.

15.

La ausencia de información oficial sobre los resultados de las políticas implementadas por el chavismo para controlar la pandemia de coronavirus complica obtener diagnósticos precisos y determinar el mejor curso para la erradicación del virus en Venezuela; y/o, en su defecto, lograr la inmunidad de rebaño lo antes posible.

“El rezago en el plan de vacunación anti covid-19, para lograr la meta de 70% de inmunidad de rebaño planteada para este año, predice un horizonte temporal más largo del estancamiento económico padecido en los últimos seis años”.

El informe Coyuntura Venezuela lo coordinó el economista Luis Zambrano Sequín, profesor e investigador de IIES-UCAB y miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Para Para revisar o/y descargar el estudio, puede acceder al siguiente enlace: Informe IIES-UCAB

Con información de El Ucabista 

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