Economía

Importaciones del gobierno y falta de divisas golpean la industria automotriz

El presidente Nicolás Maduro logró nuevos acuerdos con empresas automotrices chinas, en momentos en que la deprimida industria ensambladora local busca sobrevivir en una economía marcada por la escasez de divisas y regulaciones de precios.

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En rueda de prensa, desde China, el jefe de Estado indicó este miércoles que se alcanzó un convenio con la empresa Chery para la modernización de una flota de taxis en Venezuela con una partida inicial de 20.000 unidades con doble propulsión de gasolina y gas que serán distribuidos en las principales ciudades del país.
«Hemos acordado iniciar una línea de producción para la modernización de los taxis en Venezuela con Chery y comenzar a sustituir los taxis que están en la calle, grandes consumidores de gasolina», dijo Maduro a los medios.
El gobierno mantiene su política de importar vehículos a través de acuerdos con la nación asiática, mientras las empresas transnacionales asentadas en el país por décadas padecen los rigores de los controles de cambio y de precios.
La próspera industria nacional que en 2007 ensambló 172.418 unidades y comercializó 491.899 en el mercado, hoy está reducida a una producción de 15.012 vehículos y ventas de 18.433 el acumulado a noviembre de 2014, última data publicada por la Cámara Automotriz de Venezuela, organización que recoge las estadísticas de las 7 ensambladoras privadas instaladas en el país, entre ellas Toyota, Ford, General Motors y Mitsubishi.
Chrysler, Iveco y Mack no han armado una sola unidad en meses, según la data de Cavenez.
“Venezuela llegó a ser el tercer mercado automotor de Suramérica después de Brasil y Argentina. Ahora es el noveno. Hoy, Uruguay vende más carros que Venezuela”, afirmó Raúl Álvarez, editor-director del servicio informativo online Flash de Motor.
El especialista en el área agregó que Venezuela vendía el doble que Colombia y esta nación –con apenas 3 marcas- comercializa ahora casi 300% más que Venezuela.
La capacidad de producción entre las 7 compañías establecidas en el país es de 250.000 unidades, afirmó, pero se estima que la producción alcanzará el 7% en 2014.
La falta de divisas para la compra de componentes y piezas en el exterior y la limitación de las licencias de importación de vehículos en los años más recientes, complicó la situación del sector que ha sufrido hasta paralizaciones laborales.
“Las empresas trabajan con la mitad de la plantilla y sus trabajadores realizan actividades de mantenimiento básicamente, para evitar que las máquinas se paren”, dijo Álvarez a Elestimulo.com.
La Superintendencia de Precios Justos ha intervenido el mercado fijando los precios de algunos modelos de vehículos y de ciertas autopartes, que aunado a la falta de divisas ha provocado escasez de repuestos y carros nuevos y los concesionarios lucen vacíos.
Las unidades nuevas desaparecieron prácticamente del mercado, en el que el gobierno actuó, además de regulador, como oferente a través de acuerdos con Irán y China para el ensamblaje e importación de vehículos.
Las calles de las principales ciudades del país, principalmente las de Caracas, comenzaron a llenarse de modelos Chery, a los que sólo tienen acceso los más cercanos al gobierno, mientras el ciudadano común forma parte de una lista de espera que supera los 1,6 millones de aspirantes en el Programa Venezuela Productiva.
– ¿Reflotar la industria? –
Tras una reunión –este martes- con representantes de las ensambladoras en el Palacio de Miraflores, el ministro de Industrias, José David Cabello, señaló que espera “industrializar el sector en un lapso no mayor a 15 meses”.
Según el funcionario, reactivar esa industria pasa porque las autopartes nacionales tengan una participación de 60%. “Hay unas 120 empresas calificadas para proporcionar muchas autopartes a estas ensambladoras”, dijo.
“No logras resucitar ese sector en 15 meses con el actual parque industrial”, después de años de políticas erradas, afirmó Álvarez, quien añadió que la industria de autopartes esta en terapia intensiva y no suman 50 empresas. “Medio operan para que las máquinas no se oxiden”, precisó.
“Hace 15 años había un centenar de fabricantes medianos y grandes, que eran de capital venezolano mayoritariamente, mantenían asociaciones con empresas fabricantes líderes mundiales”, recordó el especialista.
Los autopartistas también están afectados por la escasa entrega de dólares y por la importante reducción de la oferta de materia prima nacional fabricada por las empresas de Guayana, que han disminuido sus volúmenes de producción por falta de inversión.
Como la mayor parte de los sectores económicos del país que requieren de divisas, la industria automotriz mantiene deudas con sus proveedores y más puntualmente con sus casas matrices por la importación de componentes bajo la promesa de que el gobierno otorgaría las divisas y no lo hizo.
De acuerdo con Raúl Álvarez, el Ejecutivo nacional les adeuda $3.000 millones, y que obligó a algunas de las casas matrices como Ford y General Motors, a registrar pérdidas cambiarias por sus operaciones en Venezuela producto de la devaluación el último año.
Para el editor de Flash de Motor, el anuncio de Maduro de incorporar 20.000 unidades para uso de taxis, sólo viene a agravar la menguada situación de la industria automotriz.]]>

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