El dato siguió debilitándose después de colocarse en 0,4% en agosto y en 1,1% en septiembre de 2013.
La caída continua de la inflación alimenta el miedo a una deflación, un fenómeno de baja prolongada y generalizada de precios y sueldos que desalienta el consumo y la actividad.
Varios países europeos ya están afectados por la deflación, como Grecia, que sufre este fenómeno desde hace un año y medio. En septiembre, los precios cayeron un 1,1%.
También cayeron el mes pasado en España (-0,3%), Italia, Eslovenia y Eslovaquia (-0,1%)]]>