Economía

Inversionistas de manos atadas para acceder a data económica de Venezuela

A la falta de información oficial sobre las variables macroeconómicas, se suma la dificultad de bancos de inversión para viajar a Venezuela y reunirse con representantes del gobierno para realizar una evaluación más precisa.  Con la decisión de los bancos de inversión Bank of America y Barclays Capital de no regresar a Venezuela por “razones de seguridad”, se complica cada vez más la posibilidad de ofrecer a inversionistas internacionales información de primera mano, para luego llevar a cabo un análisis económico del país y en consecuencia tomar sus decisiones financieras.

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bank of america
FOTO: ARCHIVO | AP

La agencia Bloomberg informó recientemente que ambos bancos de inversión optaron por suspender sus viajes a Venezuela, planificados para el mes de agosto. Ambos destacaron que el incremento de la tensión social y la inseguridad, colocan en peligro la integridad personal de sus invitados.

La salida de los economistas venezolanos Francisco Rodríguez y Alejandro Grisanti de Bank of America y Barclays Capital, limita igualmente la planificación de una agenda de encuentros con personalidades en el país. Es conocida la dificultad de representantes de otros bancos financieros para reunirse con funcionarios venezolanos.

Tradicionalmente los expertos e inversionistas realizan encuentros con diferentes grupos, organizaciones, partidos políticos y con representantes del gobierno, para obtener mayor información sobre la situación política y económica que les permita una impresión más precisa sobre el país.

Y es que ante la falta de data oficial por parte de los organismos monetarios y financieros locales, con las visitas de los representantes de los bancos de inversión, los inversionistas foráneos pueden contar con mayor información a través de los informes que sobre Venezuela ofrecen estas entidades financieras.

Hace cuatro años el gobierno comenzó con una política de retrasar las cifras oficiales sobre indicadores macroeconómicos, desde el 2013 se desconocen muchas de ellas y el primer semestre de 2016 se fue sin conocerse cuánto creció la economía, de cuánto fue la inflación, cómo se comportaron las importaciones y exportaciones y cuál es el déficit fiscal al cierre del período, entre otros.

Analistas sostienen que la ausencia de la data macroeconómica genera una alta incertidumbre en los agentes económicos e inversionistas internacionales, afecta el riesgo país, impide que el sector privado pueda planificar y afecta la credibilidad del Banco Central de Venezuela (BCV).

Esta situación ocurre igualmente con los organismos multilaterales. Desde hace 14 años el gobierno dejó de reunirse con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evaluar la situación del país. Hasta la fecha ninguna de las partes ha confirmado el regreso de esas conversaciones ni si se ha entregado al organismo las cifras macroeconómicas pendientes de publicar.

La Cepal (Comisión Económica para América Latina y Caribe) ha realizado algunos encuentros con funcionarios venezolanos, pero de acuerdo a fuentes consultadas, el organismo tampoco ha tenido mayor acceso a la información económica.

Por otra parte, el motivo de las conversaciones de bancos de inversión y multilaterales es ahondar en las acciones de política económica que el gobierno pudiera implementar, especialmente los relacionados a los temas fiscal, monetario y cambiario. Y así contar con mayor información sobre el impacto que puedan tener estas medidas en el comportamiento de los bonos de deuda externa del país, principal activo de los inversionistas foráneos.

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