La Agencia Internacional de la Energía (AIE) saludó la reforma energética emprendida por México desde 2013 basada en la competencia empresarial y recordó que sin ella el PIB mexicano se reducirá en un 4% en 2040, equivalente a unas pérdidas acumuladas de un trillón de dólares en la producción.
«En su alcance, profundidad y velocidad, la reforma energética de México figura como una de las más ambiciosas transformaciones a largo plazo del mundo», opinó el director ejecutivo de la AIE, Paul Simons, en el informe «Políticas energéticas fuera de los países de la AIE: México 2017».
Según el documento de la AIE, las reformas puestas en marcha por el Gobierno mexicano están por el buen camino para la captación de inversión, para una mayor transparencia y seguridad en el mercado energético, un fortalecimiento de la sostenibilidad y para combatir el sistema monopolista instalado anteriormente.
En el sector del gas y el petróleo, puso como ejemplo el aumento de interés entre inversores internacionales.
Entre los desafíos que enfrenta, citó la reforma de la Comisión Federal de Electricidad -antiguo monopolio energético-, la mejora de sistemas que garanticen la seguridad energética y la introducción de medidas energéticas y de lucha contra el cambio climático.
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