Estas son las premisas fallidas de los 4 presupuestos de la nación de Maduro

Desde el año 2013 las premisas económicas que se muestran en los informes de ingresos y gastos de la Nación han resultado en gran medida contrarias con los resultados finales en cada ejercicio fiscal.

Analistas afirman que la elaboración del presupuesto no cumple con los modelos económicos especialmente dispuestos para ello y evidencian una clara connotación política en la presentación de las variables macroeconómicas.

El diputado de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, José Guerra, explicó que un presupuesto es una estimación y por tanto siempre está sujeto a error. Sin embargo, aclara que en las premisas de las leyes de presupuesto de 2014 a 2016, el error se “magnifica”.

«Ello es particularmente evidente en las tasas de inflación y de crecimiento económico. En el caso de la inflación, es de destacar que la equivocación lejos de subsanarse, se potencia. Mientras que en 2014 la inflación fue 2,5 veces mayor a la prevista en el presupuesto de ese año y, en 2016 va a resultar 10 veces superior», dijo.

No obstante, desde el año 2013, período en el cual Nicolás Maduro inició la gestión de la ejecución presupuestaria como presidente interino y luego como electo tras el fallecimiento del presidente Hugo Chávez, las diferencias entre las estimaciones y los resultados finales de los indicadores se ampliaron.

Un ejemplo de ello es la tasa de inflación. De acuerdo al presupuesto aprobado en 2013 por la AN de entonces dominada por el oficialismo, este indicador se estimó entre 14% y 16%, pero al final resultó en la cifra de 56,2%. Situación similar se observó en 2015, cuando luego de calcular un índice de precios de entre 25% a 30%, finalmente culmina en un alza significativa de 180,9%.

El gobierno de Maduro fue muy optimista con los resultados de la actividad económica del país de los últimos años, a pesar de los graves problemas de la producción interna, la caída de los ingresos petroleros y la baja de las importaciones de bienes y de materia prima.

Durante 2013, 2014 y 2015 las autoridades monetarias y financieras establecieron tasas para el Producto Interno Bruto (PIB) de 6%, 4% y 3%, respectivamente. No obstante, luego de un bajo resultado de 1,3% en 2013, en los años siguientes se registró una caída económica importante de 8,9% y 5,6%.

«Para 2016, las autoridades fiscales no se atrevieron a proponer cifras para el PIB, pero sí lo hicieron, contradictoriamente para la recaudación no petrolera, que es una variable dependiente del PIB no petrolero. Ello denota que el modelo económico que usa el Ministerio de Finanzas y la Oficina Nacional de Presupuesto está mal formulado. También puede ocurrir algo peor, que no empleen modelos económicos y procedan a colocar datos sin sentido», señaló Guerra.

Para este año, también se espera una caída de la actividad económica de hasta 10%, lo que sumerge al país aún más en la recesión.

Según destacan analistas con el precio del petróleo ocurrió una acción premeditada por el gobierno: En este caso, se estimó muy por debajo una cotización del barril de crudo al que finalmente se obtuvo en cada ejercicio fiscal, para obtener a lo largo del año importantes recursos extraordinarios y manejarlos a discreción.

En el año 2013 -por ejemplo-, se calculó una cesta petrolera de 55 dólares, pero al cierre del período alcanzó un promedio de 98,08 dólares.

El economista y profesor del IESA, José Manuel Puente, destaca que el gobierno siempre ha subestimado sus supuestos de ingresos y gastos, al igual que las premisas macroeconómicas. Y para 2017 no tiene muchas esperanzas de que la historia cambie.

“Lo único que sabemos es que ese presupuesto será terriblemente deficitario e implicará una fuerte caída del nivel gasto porque no hay ninguna posibilidad de ajustar en algún nivel cercano a la altísima inflación que vivió Venezuela en 2016”, apuntó.

Si observamos el gasto inicial que se fijó para el ejercicio fiscal de los últimos cuatro años, se evidencia que el monto finalmente ejecutado se incrementó entre 65% y 100%.

El caso más grave fue el del presupuesto 2015, periodo en el cual el desembolso de los recursos duplicó al monto presupuestado, al pasar de 747.000 millones a 1,4 billones de bolívares.

«Debe registrarse el hecho que los anteriores miembros de la Comisión de Finanzas de la AN actuaron irresponsablemente al aprobar sin ningún tipo de observaciones fundamentales esas leyes de presupuesto, conociendo los antecedentes en los fallos en las predicciones», afirmó el diputado Guerra.