Economía

Los 7 eventos que marcaron la economía venezolana en 2015

El año 2015 fue un punto de inflexión para la economía venezolana. La caída de los precios del petróleo terminó de mostrar las costuras del modelo aplicado durante 16 años de chavismo, que ya mostraba señales de franco deterioro.

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La inflación y la escasez fueron los peores síntomas de la recesión económica que se agudizó este año, debido principalmente a que el gobierno evitó corregir los desequilibrios monetarios, fiscales y cambiarios. En vez, tomó una serie de decisiones y paliativos que, según economistas, lo que lograron fue empeorar la situación.

Con la ayuda de los analistas Henkel García y Boris Ackerman, El Interés recopiló una lista de los eventos que marcaron un antes y un después en la economía venezolana este año:

-El fiasco del Simadi y las limitaciones al cupo viajero-

El Sistema Marginal de Divisas fue lanzado en febrero en sustitución del Sicad II, un esquema en el que la divisa se cotizaba a alrededor de Bs 50 por dólar. El Simadi se vendió como una válvula de escape, un sistema en el que la divisa se cotizaría libremente. La tasa es divulgada oficialmente por el Banco Central de Venezuela. Pero con el paso de los meses, las premisas del mecanismo fueron modificadas y el tipo de cambio terminó estacándose en casi Bs 200 por dólar.

Dos meses después, salió la providencia 011, que establecía nuevas normas en la asignación de divisas oficiales para viajeros y compras electrónicas. Más allá de la reducción del cupo máximo por destino y la eliminación del efectivo para viajeros, lo que más afectó a los usuarios fue el traspaso del servicio de forma exclusiva a la banca pública. La decisión se tomó el 10 de abril. Se calcula que aproximadamente 70% de los tarjetahabientes de la banca privada tienen que migrar a las instituciones del Estado para hacer uso de su asignación de divisas, aproximadamente 5 millones de personas, según el analista financiero José Grasso.

Ambas medidas terminaron agudizando las distorsiones cambiarias y contribuyendo a la disparada inédita del dólar paralelo, afirmaron los analistas.

-El estreno de las captahuellas-

Este año también se intensificó el control sobre el consumo. La creciente escasez fomentó la aparición de los «bachaqueros» o revendedores, y generaba largas colas en los establecimientos comerciales. Entonces, el gobierno decidió reimpulsar una medida que se había anunciado el año pasado y que los representantes del sector ya habían dado por descartada: las captahuellas.

El sistema no bloquea las compras, pero permite validar en los registros la identidad del usuario. Es decir, ayuda a detectar «compras excesivas» y, con ello, a los «bachaqueros». Los datos de la captahuella se cruzan con los del Consejo Nacional Electoral, permitiendo identificar a las personas que buscan evadir el racionamiento de productos básicos.

Para Henkel García, director de la firma Econométrica, tanto este sistema como el de las compras por número de cédula y las limitaciones por cantidades se implementaron «para administrar la escasez y no para solucionarla».

-El cierre de la frontera-

Además del impacto social y diplomático, la medida del cierre de frontera con Colombia, con la excusa de evitar el contrabando, trajo graves consecuencias comerciales, productivas y cambiarias. La decisión se anunció el 20 de agosto.

Según los cálculos de Fedecámaras, diariamente se pierde $1 millón por el bloqueo del paso fronterizo. Además, el gremio anticipó que la medida tendría un impacto directo de 1 punto en la contracción del producto interno bruto este año. Distintas fuentes han advertido que el cierre no ha frenado el contrabando.

«Se evidencia que el impacto negativo en lo económico y social es profundo, pues las razones que motivan la medida como el contrabando y la acción de grupos irregulares siguen existiendo y continúan empobreciendo a ambas naciones, y la medida de cierre no soluciona dichos flagelos, pero si acentúa el deterioro económico, social y cultural de nuestra frontera”, expresa un comunicado publicado por la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol).

Tampoco ha detenido el avance del dólar paralelo, que actualmente se ubica más de Bs 100 por encima del precio que tenía el 25 de agosto.

-Desaparición de las cifras oficiales-

Según los analistas consultados, este fue el año en que les tocó trabajar completamente a ciegas. Buena parte de las cifras en las que los economistas se basan para hacer proyecciones corresponden al tercer trimestre del año pasado. Pero para García, la muestra más descarada del ocultamiento de cifras oficiales se presentó en un viaje histórico que realizó el ministro de Economía, Finanzas y Banca Pública, Rodolfo Marco Torres, a Nueva York a presentar el informe reglamentario sobre el país a la Comisión de Valores de EEUU y reunirse con grupos de inversionistas.

El informe, divulgado por el ente regulador estadounidense, mostraba cifras desactualizadas. En las reuniones, Marco Torres tampoco demostró tener mucho conocimiento sobre algunos datos importantes. «Por ejemplo, la posición de activos que tiene la República fuera del BCV. Había comenzado diciendo que era de $50 mil millones, y al final otro de los asistentes del banco lo corrigió y dijo que eran $30 mil millones», relató Alejandro Grisanti de Barclays en una entrevista radial.

-Descontrol del mercado paralelo-

El salto del dólar paralelo este año fue épico. Desde enero, el precio de la divisa en el mercado negro ha ganado Bs 665, principalmente marcados por la incertidumbre sobre la economía del país y la sequía de verdes en los mecanismos oficiales.

El comportamiento de la cotización fue bastante irregular. Hubo períodos de aceleración, especialmente a mediados de año, y períodos de desaceleración, como el de octubre. No obstante, la tendencia en general es ascendente y alcanzó en 2015 niveles históricos con respecto al dólar implícito, una referencia «real» que se obtiene al dividir la liquidez entre las reservas internacionales y que actualmente se ubica en aproximadamente Bs 265 por dólar.

De acuerdo con Ackerman, alrededor de 70% del precio actual del dólar corresponde a elementos especulativos basados en las sombrías expectativas sobre la economía nacional.

-Colapso del petróleo-

Este año, el precio de la cesta local rompió varias veces su propio mínimo. El más reciente récord fue el 18 de diciembre, cuando se cotizó en $29,17, su nivel más bajo en 11 años.

El presidente Nicolás Maduro se ha referido varias veces al precio del crudo en sus alocuciones para señalar que el país ha sido víctima de acciones premeditadas en los mercados internacionales para reducir la cotización. El propio ministro de Petróleo y Minería, Eulogio Del Pino, dijo recientemente que los actuales precios del petróleo han promovido la compra desproporcionada del hidrocarburo, llevando la capacidad de almacenaje a 90% y que, de llegar a 100% «pudiéramos estar en puertas de una catástrofe».

El país ha intentado en repetidas ocasiones convencer al resto de los productores, tanto dentro como fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que es necesario recortar la producción y fijar una banda de precios para el producto, propuesta que ha sido rechazada en casi todos los frentes.

-El fracaso de los huevos-

La regulación del cartón de huevos en Bs 420 es uno de los casos más emblemáticos de la regulación de precios. Los consumidores ya anticipaban lo que ocurriría: al día siguiente, los comercios se llenaron de consumidores para adquirir el producto, no solo para aprovechar el nuevo precio, sino por temor a que desapareciera de los anaqueles.

Algunos supermercados incluso optaron por vender el cartón por número de cédula.Otros, decidieron salir de toda la mercancía que tenían en inventario, asumiendo enormes pérdidas. En el caso de los productores, el impacto fue mitigado por el pago de un subsidio de Bs 250 por cartón.

García considera que este evento marcó el año por «la rapidez de sus consecuencias» y por tratarse de un «fiel ejemplo de lo que pasa con los controles».

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