Economía

Los países más tristes (y felices) del mundo

La condición humana reside en una vasta continuidad entre lo “miserable” y lo “feliz”. En la esfera económica, la miseria tiende a fluir desde la alta inflación, los precipitosos costos de endeudamiento y el desempleo. La forma más segura de mitigar dicha miseria es el crecimiento económico. El resto igual, la felicidad tiende a florecer cuento el crecimiento es sólido, las tasas de interés e inflación bajan a pleno empleo.

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Foto: El Estímulo | Archivo

Muchos países miden y reportan estas métricas económicas de forma regular. Comparándolas, país por país, puede decirnos mucho acerca de dónde la gente está feliz o triste en el mundo.
Consideraría usted a ¿Estados Unidos ser más o menos miserable que otros países? Para responder a esta pregunta, actualizo mis mediciones del Índice de Miseria Anual.
El primer Índice de Miseria fue elaborado por el economista Art Okun en 1960 como un modo de suministrar al presidente Lyndon Johnson una instantánea fácilmente digerible de la economía. Ese original índice era tan solo la suma simple de la tasa de inflación anual de una nación y su tasa de desempleo. Ha sido modificado varias veces, primero por Robert Barro de Harvard y luego por mí.
Mi modificación del Índice de Miseria es la suma del desempleo, la inflación y las tasas de interés menos el cambio porcentual en el PIB real per cápita. Las altas lecturas en los tres primeros elementos significan “mal” y hacen más miserables a las personas. Estas son compensadas por una “buena” (crecimiento per cápita del PIB), la cual es sustraída de la suma de las “malas”.
Un mayor puntaje del Índice de Miseria refleja un alto nivel de “miseria”, y es una medición lo suficientemente simple para que un presidente atareado y sin tiempo para una sesión económica extensa, pueda entenderlo con solo mirarlo.
En la clasificación del Índice de Miseria de 98 naciones que reporta datos relevantes en bases oportunas, todos los datos provienen de la Unidad de Inteligencia del Economista.
Comencemos con el país más pobre y trabajemos hacia el más feliz. Dele la vuelta y tendrá el Índice de Felicidad.
Venezuela sostiene el infame título del país más desdichado en 2017, como lo fue también en 2015 y 2016. Los errores del Estado petrolero corrupto y socialista del presidente Nicolás Maduro han sido bien documentados a lo largo del año pasado incluyendo mis mediciones de la hiperinflación en Venezuela my measurements of Venezuela´s hyperinflation. Venezuela no sólo es el país más miserable del mundo sino que además su puntaje sobre el Índice de Miseria se ha incrementado notoriamente desde 2016.
Siria clasifica de segundo como el más pobre, y no es difícil descubrir por qué. De hecho, Siria ha estado en las garras de una brutal guerra civil durante casi siete años. ¿Necesito decir más?
Brasil se mantiene en el tercer puesto por segundo año consecutivo. Como me lo explicara mi entrañable y fallecido amigo Roberto Campos (famoso economista, diplomático y político) durante una visita a Brasilia: La constitución de Brasil es tan gruesa como el directorio telefónico de New York City y está llena de un poco más que derechos. El presidente Temer ha intentado darle la vuelta a la marea de obligaciones del gobierno. Pero hasta la fecha, sus intentos por frenar la obligación más grande y carente de fondos del país (el sistema de pensiones) han sido inútiles.
Por supuesto, el quebrado sistema de pensiones no es el único problema que enfrenta Brasil. La corrupción, por ejemplo, se mantiene como un problema endémico.
Argentina ha mejorado su clasificación e índice en 2017, pasando del segundo al cuarto país más desdichado del mundo. Pero hasta que la inflación no caiga al suelo, el presidente Macri sufrirá como sucedió con el presidente Menem hasta el 1° de abril de 1991, cuando introdujo el Sistema de Conversión Argentino, el cual unió al peso con el “verde”.
Egipto clasifica como el país más desdichado, un “pelín” más bajo que en 2016 pero su puntaje de Índice de Miseria, de hecho, aumentó (un mal signo). El régimen del presidente socialista-militar Sissi, continua repartiendo la miseria. Además de los problemas que acompañan a cualquier tipo de sistema socialista en el cual los militares juegan un papel importante, la libra egipcia se mantiene como el talón de Aquiles. La única solución para este problema es la adopción de una caja de conversión en el cual la libra llegaría a ser un clon de la moneda ancla, como el euro o el dólar norteamericano.
En el extremo donde están los países menos desdichados. Es allí donde encontramos a China comandando el pelotón como el país “más feliz” del mundo. Presidente Xi tiene algunas razones para jactarse de ello y en la esfera del poder suave del mundo, éstos son valiosos.
Ahora, para los Estados Unidos, su nivel de miseria ha mejorado un poco, moviéndose de 9,4 en 2016 a 8,2 en 2017. Pero en cuanto a la felicidad se refiere no es el primero de América sino el trigésimo de América siguiendo a otros 29 países en el tren de la felicidad.]]>

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