Jóvenes venezolanos, muchos universitarios especializados en carreras técnicas, están copando los servicios de mensajería en bicicleta en Argentina, uno de los destinos más importantes del éxodo de connacionales, reseña este martes el diario La Nación de Buenos Aires.
Bajo el título «Los venezolanos coparon los servicios de mensajería en bicicleta», el rotativo de Buenos Aires explica por qué este oficio se ha convertido en una rápida fuente de trabajo para muchos jóvenes recién llegados al país austral, escapando de la crisis del país.
Servicios de mensajería que operan bajo el concepto de geolocalización de Uber, que ofrece horarios flexibles y dudosas condiciones contractuales, sirven como imán para que los jóvenes copen las calles de Buenos Aires. Muchos se identifican por andar con vistosas chaquetas naranjas.
«Con una gran facilidad de ingreso que apenas exige un certificado de residencia precaria, las aplicaciones de mensajería se están convirtiendo en los grandes empleadores de extranjeros en la Ciudad de Buenos Aires. Venezolanos, colombianos, peruanos y bolivianos están copando la tarea. Muchos son jóvenes profesionales sobrecapacitados para el trabajo, en una primera escala laboral hacia el futuro», destaca el rotativo.
Rappi y Glovo son las dos aplicaciones que contrata a estos ciclistas. A través de ellas cualquiera puede comprar y pedir que se le entregue comida, productos de farmacia o hasta compras de supermercado, siempre en cuando el paquete entre en las enormes mochilas de los mensajeros.
Pero la aplicación ofrece otros servicios que son cumplidos por estos jóvenes: desde pasar a buscar unas llaves a pasear una mascota. En Glovo hay un apartado de regalos que incluye jugueterías, almacenes y casas de accesorios y otro de «lo que sea».
El vínculo de estas empresas con los jóvenes migrantes es dudoso. Matías Casoy, gerente general de Rappi, se refirió a los mensajeros como «microempresarios que disponen de su tiempo», descartando cualquier vínculo laboral.
En un éxodo sin precedentes, una gran cantidad de venezolanos continua llegando cada semana a la Argentina. En lo que va del 2018 ya lideraron las radicaciones al país, por encima de los bolivianos y paraguayos, el flujo histórico vecino. Según las cifras de Migraciones, desde enero se radicaron 25.445 venezolanos (25,04%), reseña La Nación.
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