Maduro está quemando tus dólares sin que te des cuenta

Como por arte de magia, el Gobierno de Maduro está desapareciendo millones de dólares frente a nuestros ojos. En la teoría se habla de inyección de divisas al sistema bancario, en la práctica es quemar dólares. Es como si el gobierno agarrara una parte de las reservas internacionales, las bañara con gasolina y les tirara un fósforo. Y así, el dinero que estaba ya no existe.

¿Por qué el gobierno hace esto? Por dividendos políticos señalan algunos. ¿Cómo lo hace? Simplemente transfiere las divisas desde el Banco Central de Venezuela a las cuentas de la banca nacional para que se encarguen de colocar este dinero en sus mesas de cambio. Y así llena el país de oferta de divisas para presionar el precio del dólar hacia abajo. Con esto logra que el tipo de cambio se mantenga entre 4 y 5 bolívares por dólar, pero pagando  un precio muy alto.

Un gasto millonario

La última inyección de divisas del Banco Central de Venezuela a la banca nacional fue el día de los enamorados: el lunes 14 de febrero colocó 67 millones de dólares en el mercado cambiario oficial. Y con eso ya suma más de 500 millones de dólares arrojados al sistema en lo que va de año y en apenas ocho intervenciones cambiarias.

La jugada ha sido efectiva para contener el precio del dólar, pero no deja de ser arriesgada. El precio de las operaciones del cambio oficial ha caído 2,2% en 2022 y también viene presionando a la baja la cotización del paralelo.

A juicio del economista y profesor del Iesa, José Manuel Puente, la opción de anclar el tipo de cambio y no ajustar con base a la realidad y persiguiendo el tipo de equilibrio tarde o temprano va a llevar a la economía venezolana a dar un gran ajuste cambiario con un gran sobresalto en inflación y con efectos recesivos.

«Esto puede ser una ilusión de armonía que no es sostenible en el tiempo, porque el tipo de cambio de equilibrio de esta economía no es 4,7 ni 4,8 bolívares por dólar, es mucho mas que eso», señala Puente.

¿Cuánto dinero se ha inyectado al sistema?

En promedio, el Gobierno ha inyectado 62 millones de dólares cada semana del 2022. Esto supera la cifra de la inyección de divisas de todo el año pasado, que fue 1.553 millones de dólares. Un promedio de 30 millones de dólares a la semana.

La quema de dólares en los fogones de la banca el año pasado representó más que el presupuesto asignado al sector salud durante este 2022. En el presupuesto de la nación se estima que el sector salud y la misión vivienda comparten  2.000 millones de dólares, esto es menos de 20% del presupuesto de la nación, a pesar de que el país está atravesando las consecuencias de una pandemia en medio de una crisis en el sistema de salud.

¿Cuánto dinero se inyectará?

De seguir y mantenerse este promedio de inyección de dólares en el sistema financiero nacional, se podría esperar que esta política requiera de 3.250 millones de dólares en el año. ¿Es esto posible? Los especialistas lo dudan.

«Tenemos muchas dudas sobre la sostenibilidad de la política porque requiere de un gran volumen de dólares que vienen de las reservas internaciones y Venezuela tiene en este concepto 5.800 millones de dólares. Son las reservas más bajas en 30 años», apunta el economista José Manuel Puente.

¿Y los ingresos petroleros?

Mantener una política que busca a toda costa apreciar el precio del bolívar frente al dólar requiere de dinero por parte del Gobierno, que en caso de no poder venir de las insuficientes reservas internacionales, entonces tendría que venir de ingresos petroleros o del fisco.

Según estimaciones del economista y presidente de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, «si los precios petroleros actuales se mantienen así como los niveles de producción de Venezuela, el gobierno de Maduro recibiría en 2022 un 70 % más en ingresos por concepto de venta de crudo que lo recibido en 2021».

Respecto al tema de ingresos vía impositiva, es clara la estrategia para poder recoger una parte de los dólares que circulan en el país a través del nuevo impuesto a las transacciones en divisas y criptomonedas.

Sin embargo, retener el precio real del tipo de cambio puede ser peligroso.

«Si el tipo de cambio se sigue apreciando y en algún momento no tenemos los dólares para seguir liquidando al aparato productivo, se va a dar un gran ajuste del tipo de cambio. Todo puede ser una ilusión de armonía con una bomba oculta que puede explotar en cualquier momento», advierte Puente.