Analistas económicos han cuestionado esta decisión, mientras representantes del sector privado han criticado la falta de voluntad del gobierno para hacer los cambios y evitar el deterioro de la economía que este año se contraerá 5%, de acuerdo con proyecciones de Ecoanalítica.
Maduro dijo a principios de septiembre cuando dio a conocer los cambios en la estructura de gobierno, que quienes esperaban un “paquete económico” se quedarían esperando. No hubo anuncios en materia económica más allá de una intensificación en la lucha contra el contrabando.
Pero a mediados de ese mes, el petróleo comenzó a jugarle una mala pasada al gobierno, con una caída vertiginosa en los precios que ubicó el barril del crudo venezolano en $48 este lunes, según la data más reciente ofrecida por el propio jefe de Estado y que supone $50 menos que el promedio registrado en 2013.
Maduro devaluó la moneda en 2013 al pasar de 4,30 a 6,30 bolívares por dólar y mantuvo el tipo de cambio a la par de un Sicad, mecanismo que operó a una tasa más alta, pero de manera muy irregular.
Para el gobierno de Maduro el término devaluación no existe. Prefieren llamarlo ajuste cambiario y así como evitan decir “subimos los precios” –insisten en ajustes en productos rezagados- el Ejecutivo nacional evita la connotación de “paquete económico”, a pesar de que ha ido adoptado medidas aisladas que han afectado el bolsillo de los ciudadanos, como si se aplicara un conjunto integral de medidas.
Ronald Balza, profesor de economía de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad Central de Venezuela, señala que en la literatura económica no se habla de “paquete de medidas”, sino de programas de ajustes y estabilización.
Como lo hizo su predecesor, Maduro elude la palabra “paquete”, “la palabra paquete terminó ensangrentada por el Caracazo”, dijo Balza a Elinteres.com.
Esta es la razón por la que el gobierno busca desvincularse del “paquete económico” que se asocia al neoliberalismo, al conjunto de medidas que el presidente Carlos Andrés Pérez anunció la víspera del estallido social del 27 de febrero de 1989 en Caracas, y que buscaban el equilibrio fiscal.
El economista explica que aunque el gobierno evita una asociación directa con la frase “paquete económico” las leyes aprobadas vía habilitante son un paquete de medidas, como las promulgadas hace poco más de un mes.
El Ejecutivo terminó aprobando 44 leyes que buscan mejorar la recaudación de ingresos en 2015, ante el desplome de los precios petroleros y un escenario internacional en el que no se vislumbra una recuperación de los precios en el mediano plazo por la existencia de una abundante oferta de crudo y el debilitamiento de las economías de Asia y Europa.
Los instrumentos aprobados en noviembre incluyeron una tímida reforma fiscal que, de acuerdo con Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, supondrá – excluyendo la eliminación del ajuste por inflación en los balances del sistema financiero- una recaudación adicional de 1,62 puntos del Producto Interno Bruto, “un efecto muy limitado”, dijo a Elinterés.com.
Otros economistas coinciden en que el alcance de la reforma es insuficiente para mejorar la recaudación tributaria y reducir el enorme déficit fiscal que este año se estima en 20% del PIB, según Oliveros.
El gobierno no tocó impuestos como al valor agregado o sobre la renta, que son los tributos internos que reportan mayores ingresos al Fisco, señaló Francisco Ibarra, director de la firma Econométrica.
Después de estos, le siguen los impuestos por importación. “La recaudación real es lo que importa, no la nominal, que no dice mucho”, indicó.
El gobierno aprobó las leyes habilitantes en medio de la discusión del presupuesto de la Nación para 2015 y no hizo los cambios antes del visto bueno de la Asamblea Nacional.
El mismo Maduro ha hecho énfasis en que los sectores menos favorecidos no serán afectados con las decisiones que adopte, pero el Ejecutivo apeló al alza en tarifas de servicios ofrecidas para el Estado de manera inmediata, como el incremento de 166% o 2,6 veces más el valor del boleto en el sistema Metro, o la expedición y renovación de pasaportes y la tramitación de orden de cedulación para extranjeros.
El presidente de la República se resiste a aplicar medidas que su gobierno ha calificado de neoliberal como el aumento de la gasolina.
Balza advierte que este gobierno enfrenta problemas similares como los tuvo Carlos Andrés Pérez durante su segunda gestión.
“Maduro está haciendo lo mismo que CAP, pero con timidez lo que hace que los resultados sean peores porque no aclara el objetivo de lo que hace”, dijo Balza. Recorta el gasto suntuario, pero no ofrece los detalles, ejemplifica el economista.
Si caen los ingresos petroleros, entonces tienen que subir impuestos, aumentar el precio de la gasolina, dijo. “Va en la misma dirección que CAP”. Esto hace que Maduro tenga que justificar tanto que no es neoliberal, sostiene.
La precaria situación económica coloca al gobierno en una encrucijada entre lo que debe hacer y con la ideología que comulga. “Maduro aplica un paquete igual que Pérez pero con objetivos distintos”, afirma Balza.
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