Economía

Moody's ve mejoras en Argentina pero no revisará calificación crediticia

Argentina crecerá un 3% en 2017, reducirá la inflación y mejorará la confianza de los inversores, según la agencia Moody's. Sin embargo, no anticipa aún un plazo para mejorar la calificación del país y señala a la proyección del déficit fiscal del 5% como principal dificultad a futuro.

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FOTO: ARCHIVO | EL INTERÉS

Expertos de Moody’s reunidos el jueves en Buenos Aires para la XIII conferencia anual de la calificadora afirmaron que «en general, la tendencia es positiva» gracias a las reformas impulsadas por el gobierno de Mauricio Macri desde su asunción en diciembre, pero aún no tienen una fecha para emitir una revisión de la calificación de la calidad crediticia, situada en B3 con perspectiva estable.

«Será en los próximos meses. Estamos viendo un cambio pero va a ser lento«, explicó Gabriel Torres, vicepresidente de Moody’s y analista para Argentina, en un encuentro con la prensa tras la conferencia.

Torres apuntó que 2016 es un año «de transición» y que se cerrará en recesión (-1,5%) pero, para 2017, Argentina «volverá a crecer» -3%, medio punto por debajo de las predicciones del Gobierno– porque «están dadas las condiciones» después de cuatro años de estancamiento o retroceso.

La caída de la inflación y el incremento de la inversión pública y extranjera directa serán los principales factores de mejora.

Moody’s plantea un escenario en el que la inflación bajará hasta el 20% interanual (superior a la cifra que espera el Gobierno, del 17% según el proyecto de presupuesto 2017) y en el que las elecciones legislativas de octubre supondrán un factor fundamental para asegurar la capacidad de maniobra del Gobierno a futuro, ya que actualmente ninguna fuerza tiene la mayoría en el Congreso.

«Es menos importante que le vaya bien (al oficialismo) que el qué significaría que le vaya mal», consideró Torres.

La principal alerta que señala Moody’s en este momento, como una «luz amarilla», es el déficit fiscal, que será del 5% en 2017 según la agencia, casi un punto por encima de las estimaciones del Ejecutivo.

Aunque los analistas consideran que ahora Macri «tiene flexibilidad» y entienden que no puede cerrar el grifo bruscamente, Torres apuntó que si en un año no se puede hablar de proyecciones más bajas, el rojo fiscal será un problema para Argentina.

Según el experto, llegar a una tasa del 2% garantizaría la estabilidad, algo de lo que Argentina no está tan lejos.

Una reducción progresiva de los subsidios estatales -que ya se comenzó este año en algunas áreas, como en materia energética-, y un aumento de los ingresos gracias al crecimiento económico propiciarían alcanzar esa meta.

Otra cuestión que Moody’s tiene en cuenta en su evaluación es la situación de Brasil, principal socio comercial del país y cuya crisis «ya tocó fondo» para dejar paso a las primeras señales positivas y a la recuperación de la inversión, de acuerdo a los analistas.

También buscarán, antes de mejorar la calificación soberana, evaluar si el cambio institucional que plantea en su discurso el Ejecutivo de Macri se puede leer como «real» a nivel práctico y si las políticas se estabilizan en el tiempo.

En ese sentido, Torres destacó mejoras apreciables, como la reforma del cuestionado ente que confeccionaba las estadísticas oficiales o el acatamiento por parte del Gobierno de una orden judicial que revirtió su decisión de aumentar las tarifas del gas.

Moody’s mejoró la nota de Argentina por última vez en abril pasado -desde Caa1 a B3 con perspectiva «estable»-, en vísperas de una inminente resolución del conflicto judicial con un grupo de fondos especulativos que poseían bonos en mora desde la crisis de 2001 y por el que el país se mantenía en cese de pagos parcial.

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