Energía y Petróleo

No se producen lubricantes en el país hace casi dos años

Las importaciones comenzaron desde Curazao, luego de Brasil y ahora directamente de Estados Unidos. Desde 2012 la planta de Cardón registra fallas, luego que los técnicos intentaron procesar mezclas con crudos normales. 

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Foto: AVN

Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Cardón, declaró que la falta de lubricantes en las estaciones de servicio se debe a que la planta de lubricantes de Cardón está paralizada hace 23 meses, y para atender la demanda del mercado se traían lubricantes de la refinería Isla de Curazao, más tarde venían de Brasil y ahora se están importando de Estados Unidos.

Supone el dirigente sindical, que “los embarques no han llegado a Paraguaná por problemas logísticos, o no se han hecho las transferencias correspondientes, ya que las nuevas normas (obligan que los pagos) son de contado”.

Contó que en 2012 intentaron hacer cambios para las mezclas en la planta de Cardón, y los técnicos cometieron muchos errores al intentar procesar crudos normales, en lugar de los parafinados que exigen los protocolos para alimentar la catalítica.

Advirtió que las plantas de alquilación 1 y 2 están con problemas y llenas de “parches”. La planta de alquilación 2 que producía 1.500 toneladas métricas de alquilatos, solo está produciendo 600 toneladas y es tan grave la situación que se incendió un horno, con el agravante de que no había ni empacaduras de repuesto en la industria, indicó Freites.

Desde que intentaron hacer cambios en las mezclas de la planta de Cardón en 2012, la producción de lubricantes ha bajado significativamente. No se han vuelto a repetir las metas de producción de 20.000 toneladas métricas mensuales de 1996, cuando se rompieron todos los records. Desde mayo de 2014 no se ha producido una lata de lubricante nacional, dijo Freites.

Eso nos permitía –dijo Freites- vender bases a las transnacionales que se instalaron en el país y exportar a otros mercados de la región. Cuando las plantas operaban con eficiencia en recientes años, la producción máxima había caído a 8.000 toneladas mensuales por falta de mantenimiento.

Las refinerías de Pdvsa fabricaban -en el pasado- las bases lubricantes de alta calidad, y las empresas extranjeras que instalaron fábricas en Venezuela, adquirían la materia prima en Venezuela y le agregaban los aditivos de cada marca.

El gobierno ha hecho intentos variados para mantener un suministro confiable de lubricantes, pero en abril de 2013 la unidad Desparafinadora de Paraguaná tuvo problemas de arranque durante varios meses y no han podido solucionarlo.

En octubre de 2009 el gobierno firmó un convenio para la recuperación de lubricantes usados, desde la recolección, almacenamiento y pretratamiento de lubricantes usados. Se suscribió con el Consorzio Obbligatorio Degli Oli Usati (Coou) para obtener lubricantes que respondieran a las normas de API grupo II. De ese convenio no se oyó más nada.

El consumo de lubricantes de cada auto es de 12 litros con 3 cambios anuales. Con un parque de 5,5 millones de vehículos representan un consumo de 66 millones de litros anuales, que se venden a 80 bolívares el litro del lubricante nacional y suman un total de 5.200 millones de bolívares anuales. Ese monto no es exacto y debe ser considerado aún mayor, ya que los vehículos pesados de carga y pasajeros hacen más cambios de aceite que los autos particulares.

El litro promedio se vendía a 17 bolívares en las estaciones de servicio antes de esta ola especulativa, ahora está a 80 bolívares, y los sintéticos importados de 60 bolívares han subido a 1.200 bolívares, que constituyen solo 5% de la demanda.

El lubricante de mayor consumo es el multigrado 15w40Sl mineral, ya que el aceite monogrado fue descontinuado y sólo lo utilizan los carros viejos, pero también se pueden importar los sintéticos y semi sintéticos.

El mercado está constituido por unas 35 mezcladoras, a las cuales les han reducido drásticamente los cupos de las bases lubricantes, y aunque pueden importar, ahora deben hacerlo a la tasa flotante del Sistema Marginal de Divisas, ahora sobre los 300 bolívares por dólar.

Sólo quedan dos plantas que fabrican lubricantes: Venoco y Shell. La primera fue intervenida por el Estado y sus principales accionistas estuvieron implicados en el escándalo de la “maleta de Antonini”, quien se escapó de las autoridades argentinas, cuando descubrieron que viajaba en un avión fletado por Pdvsa con 800 mil dólares, que nunca se ha ventilado oficialmente cual era sus destino. Fueron juzgados en Miami y cumplieron condena en cárceles de EEUU.

Shell mantiene una planta en Valencia, con modernas instalaciones. Texaco y BP tuvieron plantas pero cerraron sus operaciones en el país. El lubricante de BP lo maneja la empresa de aceite Castrol, otro de los importados. Texaco tiene mercado pero no instalaciones.

Hace varios años, cuando el mercado estaba abastecido, los planificadores de Pdvsa no estaban conforme con tener 40% de la torta y aspiraban a controlarlo todo, inclusive las dos fábricas de lubricantes.

Aunque Pdvsa importa bases lubricantes, también exportaba grandes volúmenes a Cuba para abastecer a CubaLub, una empresa mixta cubano-venezolana que comercializaban lubricantes en el Caribe y exportaban a África. El Estímulo no se pudo confirmar la actual situación de CubaLub.

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