Economía

Oliveros: El chavismo no ejecutará ajustes hasta que raspe la olla

Cifras de Ecoanalítica revelan que la liquidación de divisas al sector privado cerró durante el primer mes del año en $8,8 millones diarios, lo que coloca la cifra en los mismos niveles de 1990. el economista Asdrúbal Oliveros destaca que el gobierno aún tiene margen de maniobra para no ejecutar ajustes, mientras que su colega Pedro Palma destaca preocupación sobre una importante baja en la demanda de productos no regulados.

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Dólares
FOTO: ARCHIVO | AP

Apesar de las pocas expectativas que tiene Ecoanalítica sobre un aumento importante de los ingresos en divisas para este año, su director sostiene que el gobierno aún tiene margen de maniobra para evitar los ajustes macroeconómicos que requiere Venezuela y para cumplir con sus compromisos de deuda externa.

Asdrúbal Oliveros calcula que el ingreso en divisas para 2017 alcanzará alrededor de 22.000 millones de dólares, además de los acuerdos de financiamiento que logre con China.

Indicó que el gobierno cuenta con $12.900 millones en diferentes activos distribuidos en fondos extrapresupuestarios ($1.900 millones), reservas internacionales operativas ($2.000 millones), oro monetario ($7.800 millones), los Derechos Especiales de Giro en el FMI ($1.200 millones) y bonos de deuda de Pdvsa y de la República en manos de entes estatales. Así como una serie de activos en el exterior que suman $29.000 millones.

«Con todos estos recursos disponibles, es baja la probabilidad de un impago o default en abril cuando se tiene que cancelar $2.967 millones en bonos. El chavismo va a posponer los ajustes mientras le quede algo en la olla, ellos siguen la estrategia de raspado de olla», afirmó durante el foro «Venezuela aterrizando en 2017», organizado por la consultora.

«Los dólares van a seguir siendo escasos en 2017», debido a que no se vislumbra una mejora en la producción petrolera venezolana. «Sin embargo, ya no es posible recortar más importaciones», señala el director de Ecoanalítica.

Estas palabras fueron el preámbulo para revelar que durante el pasado mes de enero, se observó una caída dramática de las importaciones ejecutadas por el sector privado. De acuerdo a las cifras suministradas por Ecoanalítica, las divisas liquidadas al empresariado sumaron 8,8 millones de dólares diarios, de las cuales, $6,1 millones se suministraron a través de Cencoex al tipo de cambio protegido (Dipro) y $2,7 millones por el Simadi.

Resaltó Oliveros que este monto se coloca a la par de las importaciones de 1990. En comparación al mes de enero de 2016, el recorte de las divisas fue de 72% cuando durante ese período se suministraron $31,8 millones diarios.

«La caída de las importaciones en enero son preocupantes. Estamos llegando a un límite muy peligroso para el Ejecutivo, seguir recortando importaciones, ya que genera más inflación y escasez», dijo el economista.

Sostiene igualmente que las importaciones con divisas propias que representaron un tercio del total ejecutado por el sector privado durante 2016, bajarán durante el primer trimestre de 2017. Explica que la estructura regulatoria en materia cambiaria impide que esa proporción se incremente, «además que resulta complicado indexar el tipo de cambio paralelo a los precios finales de los productos.

– Caída de la demanda –

La recesión económica y la alta inflación son las principales causas de la reducción del consumo en la población venezolana, que se observa desde comienzos del año.

El director de Ecoanalítica, Pedro Palma, indicó que sectores empresariales e industriales reportan una caída significativa de la demanda, lo que empeora la situación financiera de las empresas.

La consultora revela una contracción promedio de la demanda y de ventas de entre 30% a 50% en bienes no regulados; así como una baja de 65% en el rubro de licores, de 70% en vestido y calzado y de 40% en el sector entretenimiento, específicamente en entradas de cine, entre otros.

Esto significa una desmejora del consumo privado con respecto a 2016, cuando finalizó en alrededor de 25%.

«Ya no sólo se observa una baja en la producción en la industria alimentaria, principalmente, sino también una contracción sumamente importante en la demanda», señaló Palma.

Entre las estimaciones para este año, prevén una inflación de 850% y un alza en los precios de 2.000% para los productos no regulados (inflación subyacente), lo que supera el 1.330% que tuvo en 2016.

Mientras que la previsión para la actividad económica a finales de este año fue objeto de una revisión por parte de Ecoanalítica, al pasar su proyección de caída de 11% a 15% del Producto Interno Bruto (PIB).

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