Economía

Oliveros: Precios en Venezuela se duplican cada 4-5 meses

El economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, expuso los tres mayores riesgos a los que está sometida la economía venezolana en 2016: entrar en un espiral hiperinflacionario, caer en un escenario de default o que se dispare una crisis política e institucional.

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En un año en el que no se avizora una recuperación de los precios del petróleo, la situación actual no puede sino agravarse, sobre todo si el gobierno no ejecuta los ajustes económicos necesarios. Durante su exposición en el evento ¿Cómo presupuestar?, organizado por Venamcham, Oliveros sostuvo que la recesión en Venezuela se alargará por dos años más, cerrando 2015 con una contracción de 8,6% y 2016 con un decrecimiento de 6,2%.

No obstante, lo que más alarma al economista es el ritmo al que se han acelerado los precios en los últimos meses. Señaló que la inflación subyacente anualizada (que recoge el peso de Pdval, el dólar paralelo y el sobreprecio por la reventa) se ubica actualmente en 303%, mientras que la tradicional se estima en 160%.

«El tiempo requerido para la duplicación de los precios en Venezuela, en su conjunto, es de 4-5 meses. Hace tres meses, tomaba entre 6-7 meses», explicó.

El comportamiento de los precios este año ha tenido un impacto directo en los sueldos. Oliveros calcula que el tercer trimestre del año iniciará con una caída del poder adquisitivo del salario real de 30%.

«Si quiere mantener su poder adquisitivo de hace un año su sueldo debe multiplicarse por 10, y no hay empresa que pueda hacer eso», indicó.

A esto se suma el impacto del mercado paralelo en la canasta de consumo. «Quienes dicen que no compran productos a dólar negro y que no les afecta la cotización, se equivocan. Sí afecta», señaló.

Si bien es cierto que el dólar negro no representa el tipo de cambio real de la economía, es el que rige muchas de las transacciones en el mercado. «Con el cúmulo de distorsiones que hay, el paralelo está donde tiene que estar», advirtió Oliveros. No obstante, esto no implica que el valor de la divisa no oficial deba utilizarse como referencia para calcular el valor del salario en dólares.

Los datos de Ecoanalítica revelan que la tasa promedio del consumidor, es decir, el tipo de cambio que rige los distintos rubros en los que el ciudadano gasta su salario, se ubica en Bs 271,2 por dólar. «Hace una año, estaba en Bs 27,5 por dólar».

-Menos divisas-

La inacción del gobierno en cuanto a una política fiscal y monetaria que equilibre las distorsiones en la economía ya está pasando factura, y esto, considera el analista, tiene una de sus consecuencias más graves en la destrucción de la cadena de valor del sector: la eliminación de líneas de producción en las empresas, la simplificación de procesos para bajar los costos y el incremento de canales artesanales, pequeñas empresas que han venido creciendo en detrimento de las grandes industrias.

Una de las principales causas, la escasez de divisas oficiales, se ha recrudecido este año. Según Ecoanalítica, el gobierno pasó de liquidar un promedio de $139 millones de dólares diarios el año pasado a $46,6 millones diarios en lo que va de año.

Esto se debe a que una de las estrategias que ha utilizado el gobierno para cerrar el déficit fiscal ha sido recortar las importaciones, sobre todo las privadas. Oliveros señaló que esta medida, unida a otras que apuntaban a recabar ingresos adicionales a la decaída renta petrolera, le ha permitido al Estado generar $17.600 millones de los $21.059 millones que necesitaba.

El gobierno entregará en 2015 40% menos divisas al sector privado. Pero el economista destacó que, contrario a lo dice la lógica, incrementó la liquidación de divisas a la tasa más sobrevaluada, la de Bs 6,30 por dólar, lo cual es un «sin sentido» considerando la escasez de divisas. «8 de cada 10 dólares que se otorgaron este año se cancelaron a Bs 6,30», indicó.

Oliveros duda que el esquema de recortar las importaciones, vender la deuda de Petrocaribe, conseguir financiamiento de China, autorizar un swap de las reservas de oro, etc., se pueda repetir en 2016, obviando los ajustes de política económica necesarios para corregir definitivamente las distorsiones.

Para él, el gobierno se ve obligado a rectificar, debido a que el modelo que persigue, cuyo principal propulsor era el incremento del gasto público, ya caducó.

«El gasto público en términos reales y la popularidad del gobierno bailaban pegados. Pero a mediados de 2014 hubo un punto de quiebre. Eso ya no resulta, se generó una ruptura estructural entre las expectativas de la gente y lo que el gobierno puede dar. El modelo caducó y el chavismo tiene que reinventarse», dijo.

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