Economía

Países ya adoptan normas para evitar el uso de Bitcoin en lavado de dinero

Las bondades y características de los Bitcoim, convierten las operaciones de estas monedas digitales en un alto riesgo para realizar operaciones vinculadas al lavado de dinero.

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Para evitar que sean utilizadas en transacciones ilícitas, ya varios países han comenzado a adoptar normas que permitan disminuir este riesgo, dijo José Antonio Gil durante su intervención en la XII Conferencia Internacional Antilavado de Dinero, contra el riesgo y el fraude, organizado por el Instituto de Altos Estudios Profesionales, el Instituto de Altos Estudios de Derecho y antilavadodedinero.com.

Gil explicó que el anonimato que existe en las operaciones mediante Bitcoin, es un elemento positivo porque ofrece seguridad para los participantes. Sin embargo, existe el riesgo de que personas quieran aprovechar esta bondad para cometer lavado de dinero con la compra de bienes de alto valor como joyas y obras de arte u otros bienes prohibidos como la droga.

«Se están dando grandes pasos para acometer regulaciones al Bitcoin, cada país está adoptando mecanismos para evitar el lavado de dinero a través de esta vía. Sería recomendable que esas normas se estandarizaran», recalcó.

El experto destacó como ejemplo, el caso de Estados Unidos donde se estableció un control a los «cambiadores», es decir, a las personas que reciben las monedas de uso en el mundo como el dólar o el euro por Bitcoin. «Los reguladores exigen que estas personas deben estar registradas ante la autoridad competente», indicó. Igualmente se exige que se cumpla la política de «conozca a su cliente» para que ese usuario anónimo tenga un registro al llenarse un formato virtual con todos sus datos y, están obligados a llevar un reporte de actividades sospechosas.

«¿Dónde debe enfocarse la regulación? En los ‘cambiadores’ (casas de cambio virtuales) para que en el momento en que una persona abra una cuenta, quede registrada. De esta manera, se puede hacer seguimiento a la ruta de actividades sospechosas al momento de iniciarse una investigación».

Alemania es otra nación que ha realizado esfuerzos en esta materia. Luego de reconocer al Bitcoin como una moneda, fijó un pago de impuesto, por lo que todos los registros que tenga una empresa por este tipo de operaciones deben ser reportados.

Canadá y Japón han adoptado ideas similares de protección a las EEUU y en Latinoamérica, México, Argentina y Brasil también ha establecido ciertas regulaciones.

Gil fue coordinador de las Normas que regulan al servicio de la banca electrónica en Venezuela y ocupó el cargo de Especialista de Riesgo Tecnológico en Sudeban. Explicó que el hecho de que el Bitcoin sea una «moneda transfronteriza» y de operación instantánea, hace difícil seguir la pista en caso de una investigación.

«El Bitcoin se creó con el objetivo de ser una moneda descentralizada y que no sea supeditada por un regulador. Esto genera riesgos, ya que cuando se adquiere se realiza a través de una casa de cambio virtual y se establece un anonimato para la persona, la cual se registra con un seudónimo o correo electrónico. Esta libertad de la cual hablan sus creadores del anonimato, también puede aprovecharse para realizar actividades ilícitas. No es que el Bitcoin sea la moneda de la legitimización de capitales o moneda del crimen, pero tiene cualidades que la hace susceptible para ser mal utilizada».

El Bitcoin es una moneda digital que tiene las mismas características a la moneda física. Son transadas en Internet y tiene la bondad de que la transacción se realiza de inmediato. «No tiene fronteras, la transacción se puede tardar 10 minutos, aproximadamente, y se puede hacer desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora. Se ejecuta a través de programas encriptados por lo que se hace difícil que la cadena de operación sea vulnerada. Esto le otorga mucha seguridad».

A finales del año 2015 ya existían en el mundo, unas 550 monedas virtuales. La segunda más conocida es Litecon.

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