Energía y Petróleo

Precios del petróleo se recuperan un año después del coronavirus

Hace un año, los inversores atrapados entre la ausencia de compradores y la imposibilidad de comprar más barriles por falta de espacio disponible, se vieron obligados a pagar para deshacerse de ellos. Pero desde entonces la situación ha cambiado mucho, gracias a la llegada de varias vacunas contra el covid-19 y la esperanza de pasar la página de la pandemia.

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Hace un año, los precios del petróleo se sumieron en el abismo, lastrados por la pandemia y las divisiones en la OPEP+, pero, desde entonces, salieron a flote y progresan impulsados por las vacunas y las expectativas de recuperación.

A unos 65 dólares el barril, el petróleo recuperó su precio previo a la pandemia y el banco estadounidense Goldman Sachs estima que superará los 80 dólares en este verano boreal por los «indicadores favorables de la demanda en las zonas con fuerte tasa de vacunación».

Su rival Morgan Stanley calcula por su parte que el barril de crudo alcanzará los 70 dólares en el tercer trimestre.

«A medida que se acercan los meses de verano, es razonable esperar que el efecto ‘reapertura’ [de la economía] se sume al aumento estacional normal» del consumo de oro negro, según sus analistas.

Mercado con más equilibrio

Además, los fundamentos del mercado petrolero –la oferta y la demanda– son ahora «más sólidos» y equilibrados, estima la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en sus últimas previsiones publicadas la semana pasada.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) también se mostró más optimista y espera un repunte mundial de la demanda de crudo de los 6 millones de barriles diarios a los 96,5 millones.

Sin embargo, hace un año, la cotización de referencia del crudo en Estados Unidos se situó en terreno negativo, algo nunca visto.

La referencia estadounidense cayó hasta -40,32 dólares el barril el 20 de abril y se mantuvo por debajo del umbral de cero dólares un día más.

Los inversores, atrapados entre la ausencia de compradores y la imposibilidad de comprar más barriles por falta de espacio disponible, se vieron obligados a pagar para deshacerse de ellos.

«La situación ha cambiado mucho desde entonces», especialmente tras la llegada de varias vacunas contra el covid-19 que alimentaron la esperanza de pasar la página de la pandemia, apunta a la AFP Ipek Ozkardeskaya, de Swissquote Bank.

La campaña de vacunación en el Reino Unido está en pleno apogeo, así como en Estados Unidos, donde su presidente, Joe Biden, desveló un gigantesco plan de recuperación para la primera economía mundial y primer consumidor de crudo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta ahora un crecimiento mundial del 6% en 2021 tras la histórica recesión de 2020.

¿Confianza irracional?

«La sensación de que todo va bien ha hecho que el mercado se confíe demasiado para hacer frente a una nueva crisis», advierte Bjornar Tonhaugen, analista de Rystad, en una nota publicada el martes.

Una situación similar a la del pasado abril «puede producirse», abunda Bjarne Schieldrop, analista de SEB.

La pandemia se sumó a la disputa entre Rusia y Arabia Saudita el 6 de marzo de 2020 durante la última reunión ministerial de la OPEP+, que reúne a los 13 países de la OPEP y a 10 naciones aliadas, recuerda.

El segundo y el tercer productor mundial de crudo, respectivamente, se sumieron en una corta e intensa guerra de precios.

Desde entonces, la alianza de países productores de petróleo retomó la senda del acuerdo y recortó drásticamente su producción para adaptar la oferta a la escasa demanda. Ahora, reabre poco a poco el grifo del oro negro.

La próxima cita de ministros de los países productores de petróleo está prevista el miércoles, aunque la OPEP+ decidió adelantar a este martes una reunión del comité de seguimiento del acuerdo sobre la reducción de la producción.

El secretario general de la OPEP, Mohammed Barkindo, señaló el lunes tras una reunión técnica que la «economía mundial sigue mostrando signos positivos de recuperación», aunque advirtió de la «incertidumbre sobre el futuro».

El próximo punto de inflexión para los productores podría ser la transición energética, que debería «cambiar fundamentalmente el mercado para 2050» por un aumento de las energías renovables, advierte Tonhaugen.

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