En pleno periodo de cosechas, los agricultores de Kansas pudieron celebrar que las lluvias de primavera hayan hecho olvidar la sequía que los afectaba desde el fin del invierno boreal.
«La tendencia de los rendimientos es un poco mejor de lo esperado aunque no es una cosecha formidable», subrayó Bill Nelson, de Doane Advisory Services, cuando la temporada de cosechas, que terminó en las regiones más meridionales, avanza progresivamente hacia el norte.Pero la producción estadounidense tiene problemas para encontrar compradores fuera de fronteras. «A los precios les cuesta subir dada la importancia de los stocks mundiales, un aumento de la producción de 7,5 millones de toneladas en la región del Mar Negro y el fortalecimiento del dólar», indicó Dewey Strickler, de AG Watch Market Advisors.
Tras un llamado a ofertas, Egipto optó por aprovisionarse en Rusia y en Rumania, dijo Nelson, comentando además rumores que indican que México preferiría comprar trigo francés en vez de estadounidense.
«Es la señal de una demanda débil por el trigo estadounidense», indicó.
En cuanto al maíz, en plena temporada de polinización los agricultores están más atentos que nunca al clima. Si el periodo de reproducción pasa bien, las espigas serán de buena calidad, cargadas de granos.
Según Strickler, el clima se anuncia bueno en la semana próxima y la siguiente, lo que es positivo para los cultivos pero pesa sobre los precios.»Si estas previsiones se confirman, creemos que el alza de los precios terminó por el verano», indicaron los expertos de la casa de corretaje Allendale.
Una sola preocupación en el horizonte: que el calor se vuelva excesivo, lo que afectaría la polinización y por lo tanto la calidad de las espigas. «Pero por ahora no nos preocupa demasiado», aseguró Nelson.
Por su parte, las cifras difundidas en la semana por el departamento de Agricultura no impactaron en la tendencia, ya que la evaluación sobre la calidad de los cultivos se mantuvo sin cambios de una a otra semana.
La cotización de la soja también sufrió por el clima, aunque la fase de polinización sea un poco más tardía. Por ahora «los negociadores se preguntan qué pasará en el periodo crucial de desarrollo (de los granos) en agosto», explicó Strickler.
El bushel de maíz (unos 25 kg) para entrega en diciembre, el contrato más activo, terminó el viernes a 4,3125 dólares, contra 4,4500 a fines de la semana pasada (-3,09%).El bushel de trigo para setiembre, también el más intercambiado, operaba a 5,5400 dólares contra 5,7600 dólares el viernes pasado(-3,82%).
El bushel de soja para noviembre, el más activo, cotizaba en tanto a 10,0675 dólares, contra 10,2225 dólares previamente (-1,52%).
En tanto, en el Intercontinental Exchange (ICE) de Nueva York, los precios del algodón evolucionaron poco en una semana en la que los inversores estuvieron atentos a las previsiones meteorológicas de largo plazo para intentar estimar las perspectivas de las cosechas, que tendrán lugar en dos a cuatro meses.
La libra de algodón para entrega en diciembre, el contrato más activo en el mercado, se intercambiaba al cierre a 65,22 centavos, contra 65,52 centavos al final de la semana pasada (-0,45%).
Estudio del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) muestra que en promedio los precios retroceden levemente en febrero gracias a la estabilidad del tipo de cambio y la contracción de la demanda y del consumo. Es una deflación puntual, pero en dos meses la inflación acumulada es de solo 3,7%.
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