Economía

Presupuesto de 2022 grita fracaso del chavismo pese a inútil propaganda

Al meterle la lupa a los números se verifica que en realidad el presupuesto consolida un régimen de gobierno que promueve enormes injusticias sociales; no ofrece protección social real a los ciudadanos, ni empleos dignos a los servidores del Estado y financia una serie de empresas estatales deficitarias y quebradas a las que les da prioridad por encima de las necesidades más apremiantes de los venezolanos comunes.

Docentes, el presupuesto 2022 no los reivindica
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El Presupuesto de la Nación que presentará este viernes el régimen de Nicolás Maduro a la Asamblea Nacional ilustra las miserias de un país empobrecido y estancado. Su monto está por debajo de los de otras pequeñas naciones caribeñas, como El Salvador, Costa Rica o República Dominicana.

Este viernes la poderosa vice presidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, responsable de los ministerios de la Economía presentará el documento ante la Asamblea (Congreso) que fue electo el 5 de diciembre y que no es reconocida por las democracias de corte occidental.

Esto último no es ningún detalle: en cualquier país normal las operaciones de deuda pública usuales para ayudar a financiar parte de los presupuestos, con préstamos en mercados y organismos internacionales deben ser aprobadas por el Congreso.

En total, el 15,4% del presupuesto se financiará con endeudamiento público.

El proyecto de presupuesto informado no contempla premisas fundamentales como la tasa de inflación esperada, el tipo de cambio y el precio del barril de petróleo o la producción.

Esto significa que es irreal, porque estas variables son fundamentales para medir su impacto sobre los demás agentes de la economía. El propio monto en divisas es aproximado y responde a cálculos propios para este análisis: en medio de la hiperinflación y devaluaciones diarias ya en enero será más bajo.

Espejismo de gasto

Al tipo de cambio vigente este martes 7 de diciembre, el presupuesto que se apresta aprobar el chavismo en su Asamblea Nacional por 62.379 millones de bolívares equivale a unos $13.500 millones.

La exposición de Motivos del Presupuesto, un documento de 335 páginas al que tuvo acceso El Estímulo, revela detalles contradictorios respecto a las prioridades de la llamada revolución bolivariana, el régimen implantado por el militar de izquierda Hugo Chávez y seguido por su heredero Nicolás Maduro.

La propaganda oficial enfatiza que el 76% de los gastos previstos en el presupuesto de 2022 están destinados al área social. El ministro de Planificación, Ricardo Menéndez entregó una primera versión el 15 de octubre.

Ricardo Menendez presentó un borrador del presupuesto 2022 en octubre
Ricardo Menéndez, ministro de Planificación, presentó en octubre el primer borrador del Presupuesto 2022. Foto: EFE

Suena bonito sobre el papel, eso es así porque va a ministerios del área, como Salud y Educación. Pero no alcanza.

En 2016, último del que hay cifras detalladas en la Oficina Nacional de Presupuesto, se destinaron al gasto social  Bs. 138.010 millones, equivalentes a unos $21.000 millones al tipo de cambio oficial de 6,30 de la época.

Pobre entre pobres

Pero el documento ilustra cómo la que antes del chavismo era la cuarta economía más fuerte de América Latina, detrás de Brasil, México, y Argentina, hoy es una de las más pobres y con menos expectativas reales de recuperación.

Si se mide ese presupuesto entre la población que queda en el país después de la diáspora más dramática de América (Venezuela es el único país del mundo que ha perdido población neta en los últimos 5 años, hasta 28,436 millones de habitantes) resulta que el presupuesto equivale a $474 por persona (per cápita).

Costa Rica, un pequeño país de Centro América que vive del turismo y de la preservación de su exuberante naturaleza, ejecutará en 2022 un presupuesto de $18.400 millones, equivalente a $3.612 per cápita.

El de República Dominicana, otra nación turística golpeada por los estragos del coronavirus, tendrá un presupuesto de $17.600 millones ($1.622 por persona).

El Salvador, una de las naciones agrícolas más pobres de Centro América, arrasada por las secuelas de años de guerras civiles y enormes desigualdades, tendrá un presupuesto de $7.967 millones. Es la mitad del de Venezuela, con un aumento del 6,9% respeto al de 2021 y equivalente a $1.140 por cada salvadoreño).

Colombia, el vecino con el que en el pasado los venezolanos veían con desdén, tendrá un presupuesto 2022 de $90.223 millones, lo que equivale a $1.764 por persona. Su población suma casi 51 millones de habitantes, incluyendo casi dos millones de venezolanos migrantes  y refugiados.

 Sin transparencia

La filial de Venezuela de Transparencia Internacional observaba que el presupuesto de 2021 equivalía a $8.138 millones de dólares, según la tasa del Banco Central de Venezuela de la fecha de su presentación. La cifra representaba un incremento de 49,6% respecto al de 2020 ($5.439 millones de dólares), cuando el 76,4% del gasto estaba dirigido al área social.

Pero aunque suena a mucho tanto en 2021 como en 2022, resulta que el presupuesto es tan insuficiente que el problema no son los porcentajes sino los montos reales.

Por ejemplo, el Programa de Alimentación Escolar del ministerio de Educación, para atender a 6,4 millones de niños, recibirá 620 millones de bolívares (unos $135 millones en el año).

Pero eso en realidad equivale  $21 dólares por cada niño.

Y a un centavo de dólar por cada día de clases contemplado en el calendario escolar anual en condiciones normales.

Venezuela es uno de los países americanos con las mayores tasas de embarazos no deseados entre niñas y adolescentes. Este es un grave problema social y de salud pública.

Pues bien, el Presupuesto 2022 destaca entre sus grandes propuestas una campaña del ministerio de Educación «para la
prevención y reducción del Embarazo Precoz», destinado a atender 2,1 millones de personas, 1,785 millones de chicas.

Para ese plan hay Bs 2.306.335. Esto equivaldrá a dos centavos de dólar por persona. Un paquete de preservativos cuesta unos dos dólares.

Esto se acabó

El diputado Luis Eduardo Martínez, de la Asamblea Nacional,  dijo sobre el Presupuesto de la Nación 2022 y la Ley de Endeudamiento ante el Parlamento, que está claro que el modelo rentista se agotó y que es urgente un nuevo modelo productivo.

Es necesario dar un giro radical para reactivar la economía con inclusión social, “facilitar la inversión privada nacional y extranjera, garantizar un proceso sustentable de crecimiento que en el 2021 se inició tímidamente, al detenerse la caída», dijo en el canal oficialista Globovisión.

Destacó que ese presupuesto está muy lejos de los del pasado, «cercanos a 70.000 millones de ingresos».

“El mayor porcentaje de los ingresos está destinado al sector de educación, salud, sumando llega casi alrededor del 30 por ciento y luego el tema social, copa más del 60%. Pero el problema no está en los porcentajes, sino en el monto de los ingresos que es insuficiente para las necesidades de Venezuela”, reconoció.

El diablo en detalle

El presupuesto de 2022 se prevé «seguir ejecutando la modernización y fortalecimiento del sistema tributario, una efectiva y profunda revolución tributaria que incluya el tratamiento especial a las grandes fortunas patrimoniales, la continua revisión de las rentas aduaneras y la transformación de los esquemas impositivos regionales».

Fiel a la retórica chavista y a un falso discurso de justicia social, el proyecto de Presupuesto 2022 contempla «cinco objetivos históricos» del Plan Operativo Anual (POAN).

Esos objetivos van desde «consolidar la Independencia Nacional», pasando por la construcción del Socialismo Bolivariano;  asegurar “la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”.

También, «convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político, contribuir a «lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria, y «Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana».

Presupuesto 2022 no tiene recursos para enfrentar apagones
El Presupuesto 2022 no tiene recursos para enfrentar la grave crisis energética estructural que sufren los venezolanos desde hace años, con escasez de electricidad, gas natural y combustibles líquidos.

Palabras, tan solo palabras

Pero en realidad ese presupuesto 2022 ni siquiera logrará cuidar a los venezolanos más pobres.

Según el gobierno, el Presupuesto 2022 se desarrollará bajo los impactos de la pandemia del Covid-19; sin embargo, se prevé «un panorama de mayor certidumbre», producto del plan masivo de vacunación que permitirá «una mayor normalización de las actividades económicas y sociales de la población».

«Aunque se presume que persistan el bloqueo ilegal, las sanciones unilaterales y el cerco financiero al Estado Venezolano», dice sobre los problemas políticos internacionales que mantienen a Venezuela lejos del sistema financiero internacional.

«El Gobierno Nacional viene desarrollando una serie de negociaciones que apuntan hacia la flexibilización y posterior eliminación de las sanciones», dice.

Curiosidades no casuales

El canal oficial de propaganda y desinformación, VTV tiene asignado un presupuesto que equivale a 24,9 millones de dólares.

La Universidad Central de Venezuela (UCV) era la principal pública y más prestigiosa del país hasta la llegada del chavismo. Está hundida en una crisis presupuestaria y con acelerado deterioro de su campus que es Patrimonio de la Humanidad según la Unesco. Pues tiene asignado un presupuesto de $24,2 millones, para atender a sus 62.000 estudiantes.

Lácteos Los Andes, una empresa confiscada a sus antiguos dueños y hoy quebrada tras años de corrupción y fallas gerenciales a manos de militares, recibe un presupuesto de 16 millones de dólares. Dos tercios del de la UCV.

El Metro de Caracas, principal sistema de transporte masivo del país, sumido en años de mala gestión, falta de escaleras mecánicas, sistemas de ventilación y aire acondicionado, falta de trenes y de mantenimiento, recibe un presupuesto de 31 millones, apenas cinco millones más que VTV.

Promesas de luz

Corpoelec, la corporación centralizada que maneja todo el colapsado sistema eléctrico nacional (son frecuentes los apagones y racionamientos; así como los accidentes y fallas en los deficitarios sistemas de generación y transmisión), recibirá $72,6 millones en presupuesto corriente. Es decir, apenas dos veces más que el canal de propaganda VTV.

El sector energía también tiene destinados vía endeudamiento otros 2.418 millones de bolívares, equivalentes a $526 millones, para financiar grandes proyectos de generación, transmisión, distribución, comercialización y despacho de carga de la energía eléctrica y calidad del servicio eléctrico.

Entre los proyectos destacan Suministro e Instalación de Cable Sublacustre a 400 Kv en el Lago de Maracaibo, Programa para la Recuperación y Estabilización del Sistema Eléctrico Nacional, Expansión de la Capacidad de Transformación del Sistema Eléctrico Nacional,  Central Hidroeléctrica Tocoma, Obras Nuevas Termozulia II, Rehabilitación de las Unidades 1 a 6 de la Casa de Máquinas 1 de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri).

Todos son proyectos viejos, retrasados durante años de pésima ejecución gerencial y corrupción.

Farmatria, una cuestionada red adscrita al ministerio de Salud, que se supone debe entregar medicinas gratuitas a los venezolanos, pero que nunca ha podido funcionar de manera eficiente, recibe el equivalente a $135 millones.

Grandes números

En efecto, ministerios que atienden el área social reciben la mayor parte de las asignaciones, junto con la vice presidencia de Economía.

El apartado del número de servidores públicos también tiene grandes revelaciones: son 5,510 millones de cargos en los «órganos de la República». La gran mayoría son militares, 4,411 millones de personas.

Pero en contraste,  los docentes personal fijo, contratado y a tiempo parcial suman en los organismos centralizados 364.625 personas. Los médicos 39.755 cargos en total.

El Estado emplea además otros 408.154 personas en los «Entes descentralizados sin fines empresariales», lo que incluye por ejemplo al Instituto de los Seguros Sociales y el de Recaudación de Impuestos (Seniat).

En el Presupuesto 2022 los Gastos de Personal en remuneraciones se llevarán  13.902 millones de bolívares.

Serán para pagar las correspondientes nóminas de obreros, empleados, contratados, militares y altos cargos del Sector Público y de elección popular; los aguinaldos, prestaciones sociales, así como el financiamiento de la recurrencia de los incrementos del salario mínimo aprobados en el año 2020 y de la Escala General de Sueldos para la Administración Pública Nacional, al igual que la cancelación del programa de alimentación actualizado y el cesta tickets (bonos de alimentación).

Mentiras piadosas

En rigor, el 7,1% del presupuesto irá a remuneraciones. Pero si dividimos la cifra entre el número de servidores públicos, eso nos da apenas $510 por trabajador.

En definitiva, el Presupuesto 2022 contempla pocas inversiones reales, pues la mayor parte se va en gasto corriente y dentro de esto al pago de personal que dicho sea de paso recibe salarios de miseria.

La retórica aguanta todo: el Presupuesto 2022 argumenta que hay una «guerra económica que se promueve en el territorio nacional», y que el Gobierno Nacional «ha realizado esfuerzos para proteger los derechos e ingresos de los trabajadores», permitido rescatar el salario de la clase trabajadora, resguardando el poder de compra de los empleados, obreros y jubilados, lo que se traduce en una mejor calidad de vida para el recurso humano activo».

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