Economía

Prevén inflación de 192% para 2017 por fuerte caída del consumo

El presidente del Consejo de Economía Nacional, Efraín Velásquez, afirma que por primera vez en 23 trimestres la oferta supera la demanda, pues los altos precios de los reaparecidos productos resultan impagables para la mayoría de la población.

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Foto: Andrea Hernández

Mientras la casi totalidad de los analistas locales y organismos internacionales aseguran que el panorama económico venezolano será verdaderamente catastrófico, el economista Efraín Velásquez prevé todo lo contrario. De hecho, estima que la inflación podría ubicarse en 2017 en 192% y que el Producto Interno Bruto (PBI) pudiera corregir en parte su camino a la baja y estabilizarse en -1%.

Pero la causa de tan buenos resultados no es un milagro económico como una rápida recuperación de los precios del petróleo: sus previsiones se fundamentan en la abrupta caída del consumo, lo cual tendrá como consecuencia la desaceleración de los precios como mecanismo para compensar la escasa demanda de bienes y servicios.

Así lo dio a conocer el economista durante su participación en el foro “Oportunidades de Inversión en Venezuela para Empresarios Coreanos», evento organizado por la Embajada de Corea en Caracas y Conapri, donde advirtió que según sus cálculos el consumo privado ha caído este año más de ocho puntos, una reducción que supera con creces el 5,4% de caída al cierre de 2002, consecuencia del paro petrolero.

“Los productos han aparecido pero a precios que pocos pueden pagar, con lo cual por primera vez en 23 trimestres la oferta supera la demanda”, dijo Velásquez, quien agregó que esa tendencia se mantendrá el próximo año, lo cual seguirá presionando el consumo a la baja y por ende obligará a contener la producción, razón por la cual la inflación será mucho más baja de lo que prevé la mayoría de los analistas, pese a que se mantendrá en niveles no vistos en ninguna otra parte del planeta.

El Fondo Monetario Internacional prevé que la inflación en Venezuela alcance 1.660% el próximo año –lo cual introducirá al país en una verdadera hiperinflación-, mientras que analistas locales, entre ellos el economista José Manuel Puente, estiman que podría alcanzar 2.200%.

Velásquez, presidente del Consejo de Economía Nacional, estima que el dólar Dipro pudiera ubicarse en Bs 50 y el Dicom en Bs 1.170, aunque reconoció que la divisa en el mercado paralelo superaba este 2 de noviembre los 1.600 bolívares.

Calcula que el barril de petróleo se ubique en $45 dólares. Con base en ello, las exportaciones petroleras alcanzarán $26.000 millones y las importaciones cercanas a $34.500 millones, y estima que habrá un déficit de $4,5 millardos que necesariamente debe ser subsanado a través de refinanciamiento, acudir al mercados de capitales y vía inversión extranjera.

También dijo que si se da una reforma fiscal profunda, es posible que el país pudiera alcanzar hasta el 2020 un crecimiento del PIB cercano a 4,1%.

– Oportunidades pero… –

Tras recordar que Venezuela apenas logró captar el año pasado 1% de la inversión extranjera que llegó a América Latina, el director ejecutivo del Consejo Nacional de Promoción de Inversiones (Conapri), Eduardo Porcarelli, afirmó que aun en medio de un férreo control de cambio como el vigente en Venezuela, es posible establecer mecanismos que atraigan a los inversores extranjeros.

Uno de ellos sería a través de acuerdos bilaterales, los cuales permiten la libre transferencia de divisas entres los países, sin que se vea afectado por el control de cambio. “Estos mecanismos no solo permiten repatriación de capitales y dividendos sino el pago de deudas en el exterior”, dijo, precisando que no se trata de establecer ese sistema como el único viable sino de echar mano para mejorar el necesario flujo de inversiones.

No obstante, Porcarelli aseguró que son varios los obstáculos que han sacado a Venezuela del mapa de los capitales internacionales, entre ellos una normativa legal muy restrictiva y la fuerte deuda que se tiene con los proveedores internacionales de materia prima.

También subrayó que los incentivos –en especial los fiscales- han sido siempre una fuente de atracción de capitales, pero recordó que la última modificación de la Ley de Impuesto Sobre la Renta eliminó prácticamente cualquier aliciente para las nuevas inversiones.

No obstante las dificultades, reiteró que como pocos países, las oportunidades de negocios en Venezuela son muchas, en especial en áreas puntuales como hidrocarburo y gas, tecnología de información, telecomunicaciones, química y petroquímica, alimentos, inmobiliario, turismo, minería y turismo.

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