Economía

Reino Unido deberá negociar desde cero acuerdos comerciales con sus socios

La OMC afirma que no es posible la extensión de las preferencias de las que goza como miembro de la Unión Europea, por lo que deberá crear nuevos acuerdos basados en las reglas emanadas de la organización.

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Bogotá / Especial Foto: LEON NEAL | AFP

Empezar de cero. Eso es lo que le corresponde al Reino Unido tras su inminente salida de la Unión Europea en lo concerniente a sus relaciones comerciales con el resto del mundo, tomando en cuenta que hasta ahora los acuerdos de esa nación se sustentan en la política comunitaria establecida entre la UE y la Organización Mundial de Comercio (OMC).

De acuerdo con voceros de la OMC que hablaron para El Estímulo durante la realización de un taller para periodistas efectuado en Bogotá, se trata de un caso sin precedentes de un país que tendrá que reiniciar todas las negociaciones con sus socios comerciales, pues no es posible mantener la continuidad de las normas aplicadas hasta ahora bajo el amparo del mercado común europeo.

De acuerdo a lo expresado por uno de los directores de la OMC, y que optó por el anonimato, solo será después que se concrete la salida del Reino Unido de la UE cuando la organización podrá tener un papel activo en materia de comercio. De momento hay que esperar a que se dé la salida, señaló otro integrante de la organización rectora del comercio global.

Los problemas no serán pocos. Si bien algunos analistas sostienen que la economía del país es tan sólida que permitirá negociar un acuerdo de libre mercado con la UE sin tener que aceptar el libre movimiento de personas ni otras regulaciones comunitarias, desde la OMC no se plantea tan sencillo, pues como integrante hasta ahora de la UE, el Reino Unido no tiene ningún tipo de compromiso suscrito con la OMC.

De allí que los voceros de la organización insistan en que la nación tendrá que renegociar por separado no solo con los 27 miembros de Unión sino con las demás naciones del orbe, una tarea que puede llevar varios años, tomando en cuenta los miles de aranceles que componen su cartera comercial.

Según los datos del Banco de Inglaterra, en 2015 el valor total de las exportaciones de mercancías del Reino Unido superó los 414.761 millones de dólares, mientras que las importaciones sumaron más de 564.190 millones de dólares.

El director general de la OMC ha planteado como fundamental el tema de los subsidios agrícolas y las cuotas de mercado, toda vez que los productos agrícolas ingleses tendrán un subsidio distinto al del resto de la comunidad; ello sin tomar en cuenta que los montos deberán ser ahora negociados entre los socios de la Unión Europea.

– En Latinoamérica –

Aunque el Reino Unido tiene ya tratados comerciales directos con varios países de América Latina, todos ellos tendrán que renegociarse a partir de su salida de la UE, mientras que la inconclusa negociación de un acuerdo entre Mercosur y la UE va a recibir un duro golpe con el triunfo del Brexit.

“No se sabe cómo acabará ese acuerdo”, dice la representante de la OMC, pues recuerda que no es lo mismo negociar sin Reino Unido, cuyo peso específico en el PIB de la zona común es el tercero en importancia tras superar en 2015 los 2.568 millones de euros. “No es igual negociar con un bloque que cuente con esos ingresos que sin ellos”, acotó.

En cuanto al comercio con las diferentes naciones de la región, es de destacar que si bien algunos países tienen un flujo comercial con la nación europea, la importancia de ésta ha venido mermando en el último siglo.

De hecho, la nación que mayor exposición tiene es Colombia, cuyas exportaciones dependen en 2,5% de las compras británicas, unos 1.400 millones de dólares al año; mientras que Brasil, la mayor economía de la región, apenas depende en 1,7% de las importaciones londinenses y México lo hace en apenas 0,6%.

En lo que sí habrá un efecto inmediato es en la revalorización del dólar, lo que perjudicará las exportaciones latinoamericanas porque se harán más caras que las de otros países que dependen de otras monedas, con lo cual los exportadores regionales pudieran perder algunos importantes mercados.

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